Owen es bastante alto para su edad, tiene los ojos azules y el pelo color castaño claro un poco largo. La mayoría del tiempo lo lleva sin peinar.
Para hablar de él tenemos que empezar hablando de su padre Alexander, un prometedor hijo de una de las familias más importantes de la época y Helena, su madre, una chica que estudiaba Biología e hija también de una familia importante de Chester, Reino Unido. Nada más conocerse se enamoraron perdidamente y poco después se casaron. Alexander heredó la fortuna de su familia y se convirtió en uno de los mejores médicos que había en Londres, cirujano concretamente. Esto hizo que su ego fuera en aumento con el paso del tiempo.El ego de Alexander fue el causante de las numerosas discusiones que se sucedieron durante los años siguientes y Owen fue testigo de ellas en numerosas ocasiones. Helena intentó educar a su hijo lo mejor que pudo ya que Alexander apenas pasaba tiempo en casa y ella no trabajaba.
Principalmente, porque su marido no se lo había permitido.
Helena no soportaba el ego, las ansias de poder y perfección de su marido. Cada vez se sentía más atrapada en aquella casa a pesar de que estaba Owen, por eso cuando éste estaba en clase ella empezó a salir durante las horas que él estaba en el colegio. Una mañana en uno de sus paseos conoció a Adam Young. A partir de ahí empezó a verse con él casi todos los días. A veces incluso durante los partidos de fútbol de Owen, quedaban, aprovechando que el chico jugaba en el equipo del colegio. El chico tiene un vago recuerdo de Adam ya que lo ha visto en contadas ocasiones. Cabe destacar que al principio los encuentros entre Helena y Adam fueron estrictamente por trabajo, los dos estaban interesados en bilogía lo que hacía que tuvieran interminables conversaciones sobre diversos temas relacionados con la materia. Poco a poco las reuniones pasaron a ser cualquier excusa para verse. Y así pasó un año, Helena entonces estaba decidida a irse a Nueva York con Adam y pedirle el divorcio a Alexander.Trabajaría en un proyecto en el cual colaboraba Adam y pensaba llevarse a Owen con ella, lo tenía todo pensado. En cuanto Alexander se enteró de que pensaba abandonarle no dejó que se llevara a Owen, y ésta es una de las razones por las cuales el chico comenzó a odiarle. Amenazó a Helena con no firmar los papeles del divorcio si intentaba llevarse a Owen. El chico que contaba ya con 10 años de edad, y había visto bastante como para entender a su madre le instó a que firmase los papeles.
Su madre le prometió que volverían a estar juntos, así que se marchó a Nueva York con Adam y comenzó a trabajar con él.En cuanto a las cosas en Londres, seguían más o menos igual.
Alexander seguía a lo suyo con el trabajo y contrató a más horas a la empleada que tenía en casa para que se hiciera cargo de Owen. Aunque el chico en ese tiempo aprendió mucho a valerse por sí mismo. Seguía jugando al fútbol y comenzó a interesarse mucho más por la música de lo que hacía antes, como forma de olvidarse del drama familiar que tenía.
Como parte del equipo de fútbol escolar participaba en torneos por diferentes ciudades y en uno de esos torneos tuvieron que viajar a Francia y fue allí donde conoció a Pierre Fontaine, que desde entonces se convertiría en su mejor amigo. Por consiguiente, conoció a todas sus hermanas, ya que éste se las había presentado una de las veces que Owen viajó a Francia con algún otro torneo que tenía su instituto allí.A pesar de que las cosas con su padre iban de mal en peor, y eso que apenas pasaba tiempo en casa, Owen no perdía la sonrisa que siempre le había caracterizado y sus ganas de hacer el tonto con el fin de hacer sonreír a sus amigos, con los pocos que contaba. Sobre todo, con Pierre, a pesar de que no se vieran tanto como quisieran.
Tres años después de la marcha de Helena, ocurrió algo que no esperaba nadie. Después de una discusión más que habitual con su hijo, ya que parecía que desde la falta de su ex mujer, Owen era el blanco de sus continuos comentarios. Alexander tenía una cena, era un homenaje para él, no iba mal de tiempo, pero iba a más velocidad de la permitida y tuvo un fatal accidente que acabó con su vida. Si le hubieran preguntado seguro que hubiera dicho que no, que iba a la velocidad que marcaban las señales porque él era perfecto, no hacía nada mal y nunca se equivocaba ni reconocía sus errores.
Owen al conocer la noticia no quedó muy afectado ya que apenas había pasado tiempo con él a sus 13 años de vida, todo lo que recordaría de él serían sus delirios de grandeza entre otras cosas. Nunca se había molestado en conocer su hijo, ni preocupado por él. Para Alexander solo existían dos cosas: hospital y pacientes. Bueno, en realidad tres si se contaba a él mismo.
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Bradford Hills 1. Las apariencias engañan
Teen FictionEl internado Bradford Hills abre sus puertas para un nuevo curso, esta vez con numerosas novedades. Sus alumnos son los mejores de la Élite de todos los países, también tiene las mejores becas que podrías imaginar y sobre todo cuenta con los mejores...