Arianne Longborn Dubois es una chica rubia con el pelo corto, por los hombros para ser exactos, con unos ojos tan azules como el cielo o como el mar, y de estatura media. Es mitad estadounidense y francesa. Siempre estudió en casa y es que su padre siempre consideró que era un mejor entorno para que su hija aprendiese lo máximo posible que en una clase ruidosa. A pesar de que su padre era estadounidense había accedido por petición de su mujer a que viviesen en Francia. En la casa de al lado vivía la familia de la mejor amiga de su madre, los Fontaine. Tenían tres hijos Marie, Fleur y Pierre, los únicos amigos que tenía la chica y a los cuales adoraba. Siempre había mostrado un gran interés por la música que su padre esperaba que fuese solo una fase, aunque lo cierto es que no lo era.
A medida que pasaban los años Aria pudo darse cuenta de que Pierre aquel chico de pelo algo rizado y castaño oscuro y de unos preciosos ojos verdes le había robado el corazón, sentía más por él que una simple amistad, incluso Marie se había dado cuenta, pero el propio chico no, incluso salía con otras chicas ya que era bastante popular entre ellas.
Al cumplir los dieciséis años, los hermanos Fontaine la regalaron un gato ya que sabían que a la chica le encantaban y le llamó Coco, a su padre casi le da algo porque no quería animales en casa, pero ella consiguió convencerle. Pierre seguía viéndola como a una amiga y eso frustraba a la chica, pero el lado bueno de aquello era que seguía en su vida, aunque fuese como amigo, por eso no había sido capaz de decirle nada ya que no quería arruinar todo aquello. Pero ella había empezado a componer una canción sobre eso, que quedaría guardada en su cuaderno ya que no la había terminado, pero tenía pensado retomarla algún día.
Cuando tenía diecisiete años su padre decidió presentarse para ser presidente de los Estados Unidos, por lo que muy a pesar de Ari tuvieron que dejar Francia y mudarse allí, por lo que ya no vería tan a menudo a los Fontaine. Cada vez que podía acompañaba a su padre a hacer campaña, hasta que llegó el día de las elecciones en las que Longborn salió elegido. Una parte de Arianne hubiese esperado que eso no pasara porque así hubiesen podido volver a Francia, pero ahora se tenían que quedar allí.
Tras dos años, su padre decidió mandarla a que empezase a la universidad en un sitio diferente, Bradford Hills, institución en la cual según la chica tenía entendido, su padre, el presidente Longborn había invertido dinero allí, para que toda la gente que estudiase allí pudiese tener unos buenos estudios. Tras una larga discusión en la que Aria argumentaba por qué quería estudiar algo relacionado con la música y su padre argumentaba que debía estudiar algo relacionado con la política para algún día seguir sus pasos para ser presidenta como él, llegaron a un acuerdo y es que ella no quería ser presidenta como él, su padre decidió permitirle que estudiase lo que quisiese si dejaba que él la escogiese la asignatura que era optativa, y obvio que ella aceptó la condición, no la quedaba otra si quería estudiar música. Por su puesto se llevaría a Coco y es que no sería capaz de dejarle con su padre porque capaz volvía a casa un día y no encontraba a su fiel amigo, quita, quita, con lo que su padre odia los animales mejor ni arriesgarse.
El día que debía ir a Bradford Hills no tardó demasiado en llegar y su padre personalmente se tomó las molestias de acompañar a su niñita. La chica estaba realmente emocionada ya que era la primera vez que estudiaba en otro sitio que no fuese su casa. Al llegar y ver lo enorme que era no pudo evitar pensar que se acabaría perdiendo buscando alguna clase, lo cierto es que no se lo esperaba tan grande, pero al menos Elle a quien no veía desde hace un año le podría mostrar todo. Conoció a la hija de la directora hace un año cuando su padre invirtió para que se construyese la parte de la universidad y enseguida se hicieron grandes amigas y a pesar de la distancia hablaban siempre que podían, lo que acaba siendo casi todos los días, por mensaje o por videollamada, al igual que hacía también eso con las hermanas Fontaine a las que echaba también mucho de menos.
Sacó sus cosas del coche y tras hablar con Clara fue a buscar lo que al parecer llamaban "El paquete de bienvenida a Bradford Hills", cuando lo tuvo se despidió de su padre y tras mirar el número de su habitación fue a buscarla.
Estaba tan ansiosa por ver cómo iba a ser su nueva habitación que no se molestó en mirar con quien compartía habitación. Tras entrar cerró la puerta y al percatarse de quien iba a ser su compañera de habitación casi la da algo. Soltó su maleta y corrió hasta ella para abrazarla.
—Oh mon Dieu! ¡Elle! ¡Que alegría verte! Te echaba demasiado de menos.
Ellle no puede evitar reírse ante ante la reacción de la rubia al verla.
—Jo, ¡Y yo a ti también! ¿Cómo estás? —dice separándose para poder mirarla bien y no puede evitar sonreír. —Tendrás muchas cosas que contarme.
—Pues muy bien flipando con lo grande que es este lugar, no me lo esperaba así. ¿Y qué tengo que contarte?
— ¿No has tenido noticias del francés?
—Hablo de vez en cuando con él, pero nada más.
—Vaya y yo que pensaba que habría noticias nuevas, Jo, todo mal.
— ¡Oye que yo no tengo la culpa!
—Que ya lo sé boba. —responde riendo sin poder evitarlo. — Voy a ver qué es lo que quiere Bruno, que al parecer quería contarme algo alucinante, seguramente algo se su clase de biología, pero bueno. Luego te enseño todo esto si quieres.
—Ve tranquila y si por favor porque creo que me acabaré perdiendo si no.
Aquello provoca una risa en Elle antes de que saliese de la habitación.
Arianne coge su maleta de nuevo y la acerca hasta la cama libre pensando en si colocar las cosas ahora o más tarde, al final se decidió por lo segundo ya que su padre le había dicho que no le llevarían a Coco hasta más tarde, su madre había querido llevarle a la peluquería para ponerle guapo, así que cuando se le trajesen ordenaría sus cosas. Terminó saliendo de la habitación para perderse por aquellos enormes pasillos.
Tras un largo curioseando por ahí es cuando le ve, ¿Qué hacía él allí? Su corazón se había acelerado sin poder evitarlo, hacía demasiado que no le veía y estaba guapísimo.
Él pareció reparar también su presencia y parecía sorprendido. Ari sin poder contenerse más corre hasta él y le abraza.
—Oh mon Dieu, Pierre. ¡Te echaba de menos!
Y aquello quería decir una cosa si él estaba allí, quizá sus hermanas también, sin duda todo era maravilloso, todas sus personas favoritas en el mismo lugar que ella, no podía pedir nada más.
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Bradford Hills 1. Las apariencias engañan
Novela JuvenilEl internado Bradford Hills abre sus puertas para un nuevo curso, esta vez con numerosas novedades. Sus alumnos son los mejores de la Élite de todos los países, también tiene las mejores becas que podrías imaginar y sobre todo cuenta con los mejores...