—No soy estúpido, hace unos días puse camaras, y resulta que me funcionaron.¿Que es lo que quieres ganar con todo esto? ¿me quieres para ti?
Aprieto los dientes.
—Yo.. —me levanto del sofá—Adios—es lo único que logro decir
Me agarra del brazo y me da un pequeño jalón hacia él, esto no funciona y lo que logra es que me caiga encima del sofá, sentada. Él se acerca y se pone a mi frente, así dejando sus caderas cerca de mi cara, volteo los ojos hacia arriba para mirarlo.
Vaya.
—¿Me vas a responder? —se ve serio.
Me hecho hacia atrás y le pongo las manos en el abdomen para mantenerlo lejos de mi alcance, este acto lo parece irritar y agarra mis dos manos y las sujeta por encima de mi cabeza.
No, no, no.
Años atrás hubiera tenido otra reacción, pero a ahora solo siento ganas de salir de ahí y llorar.
Por el desespero, comienzo a respirar más rápido porque me quedo sin aire. Parece notarlo y se separa rápido. Aprovecho para practicamente correr hasta la puerta y salir.
Pongo todo mi peso en una pared. Cierro los ojos mientras innalo y exhalo despacio. Al calmarme y abrir los ojos veo algo que me llama la atención. En lo último del pasillo hay un chico el cual entra al apartamento de una chica y eso no es lo raro, lo raro es que la chica al parecer no quiere que entre porque lo intenta empujar. Él entra de mala manera y autoseguido siento unos gritos de pelea.
Y silencio.
¿Qué carajos..?
En este momento no se que hacer, no se cómo debo reaccionar.
¿Si tocara a su puerta y preguntara si todo está bien sería una entrometida?
Camino apresuradamente hacia el lugar. Toco la puerta. Nadie abre. Vuelvo a tocar más fuerte de manera desesperada.
Si algo está pasado allá dentro lo voy a impedir. Si, sería tonto que venga yo sola, si es un asesino o ladrón puedo salir perjuficada yo también.
Me abre la chica con un gesto que no logro decifrar.
—¿Necesitas algo?
Me quedo un rato analizandola con tal de ver algo sospechoso, pero no lo encuentro.
—Vi que alguien entró a tu casa y no parecía que perteneciera a ahí
—Es mi novio, es una pelea normal. No seas entrometida. No es tu asunto. Vete. —me cierra la puerta en la cara.
Doy un paso hacia atrás y me quedo solo parada ahí por un largo rato hasta que supongo que tiene razón y solo fué ídea mía.
Llego y no tengo ganas de nada. Me siento en el suelo, al lado del sofá. Agarro auriculares y escucho música. No se por qué, pero las lágrimas solas bajan por mi rostro. Pongo las rodillas a la altura de mi pecho. Hundo mi cabeza en ella. Siento que esto en un hoyo negro, del cual no puedo salir, pensaba que lo iba a lograr con facilidad pero ya ví que no.
No duermo en toda la noche. A las 8 de la mañana, me arden los ojos, por lo cual los cierro y me quedo dormida. Hasta que siento cómo vibra mi teléfono a mi lado. Es un mensaje de mi hermana.
Ay<3: Revisé tu cuarto por la mañana y vi que no estabas ahí, si quieres que no malpiense me tendrás que explicar cuando vuelva. Fuí a entrenar sin ti pero te dejé desayuno, te va a encantar, es una excepción, a partir de mañana nada de este tipo de comida. Te quiero mucho.
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Una nueva vida
Jugendliteratur¿Hasta donde pueden llegar las personas? ¿Cuanto daño pueden llegar a hacer? Cuando ví la situación en la que estabamos. Lo único que pude hacer fué huír. Era la hermana mayor, ¡se suponía que tenía que protegerlas! La pregunta es...¿será tan fácil...