Kerosene [MinBin]

once

Dentro de Minho las cosas retomaron el color y su cabeza se esclareció, el leve pánico y la gran sorpresa en la cara de Mingyu quien veía al omega que se había acercado para defenderlo lo devolvieron a la realidad.

Parado de manera furiosa estaba ahí el hermano mayor de Chan, Hyunjin, con el ceño fruncido y las orejas tan coloradas como su piel pálida le permitía tenerlas.  Automáticamente escuchó el gruñido por parte de Mingyu quien al ver a su omega tan cerca de un potencial peligro como lo era Minho enojado, no dudó ni un segundo en defenderle.

—¿¡Pero qué ibas a hacer!?— exclamó Hyunjin furioso.—¡Suéltalo o voy a pedirle a Seungmin que venga a patearte el culo también!— amenazó acercándose hacia ellos, donde instantáneamente unos brazos lo acogieron separándolo de donde se encontraba un pensativo y arrepentido Minho.

—¿Qué haces aquí?— interrogó Mingyu al omega.

—Venía a darles una sorpresa a los dos, quería platicar con ustedes acerca de volver a intentarlo pero en cambio te encuentro al borde de la muerte y tengo que venir a salvarte.— explicó el omega con recelo mientras observaba a Minho.

—Yo únicamente venía a tirar la basura cuando él salió de la nada.— acusó sin dudar.

—¿Mingyu?— Changbin desde la entrada y la parte iluminada del callejón trasero se presentó visiblemente confundido, no pasó mucho antes de que reconociera un segundo aroma.—¿Minho? ¿Qué hacen aquí?

El alfa pelinegro se adelantó para salir del callejón sin mirar directamente a los ojos de ningún presente, no sabía qué exactamente era lo que debía hacer o decir, pero sí sabía lo que se vendría con el estado tan impaciente en el que se encontraba el omega castaño.

—Uhm, nada, Binnie. Será mejor que entremos.— le contestó Mingyu sin querer agravar la situación, cosa que a Hyunjin sin embargo no le importaba realmente.

—¿Binnie? ¿Quién eres tú?— preguntó el castaño entrecerrando sus ojos.—¿Y qué haces aquí?

—Trabajo aquí.— respondió ligeramente insultado.

—¿¡Seungmin contrató a un omega embarazado!?

—¿Algún problema?— retó Changbin cruzándose de brazos. No sabía quién era el hermoso omega castaño que era retenido por su amigo, pero no le agradaba hasta el momento.

—Ninguno, Binnie. No pasa nada. ¿Por qué no mejor regresamos al local?— intervinó Mingyu a tiempo.

Changbin se mantuvo renuente a la petición pero finalmente accedió mientras con la mirada le pedía una explicación a Minho, quien se la negó corriendo la vista.

Los dos alfas y los dos omegas se adentraron al local con las sillas sobre las mesas y donde Seungmin se hallaba atento anotando algo sobre su libreta y con lentes que lo hacían ver atractivo y tierno a la vez.

—¡Kim Seungmin!— el alfa más joven saltó en su lugar ante tal alarido. Sus ojos se desorbitaron cuando vio al omega frente a él, y con una confusa mirada hacia Mingyu quien yacía detrás del castaño, tragó saliva pesadamente.

—¿H-hyun?

—¿Contrataste al omega embarazado de Minho, que por cierto estuvo a punto de asesinar a nuestro Mingyu, y tú estás ahí tranquilamente garabateando tu libreta?

—¿¡Que Minho qué!?— preguntaron Seungmin y Changbin al unísono. Nadie en el lugar parecía tranquilo.

Lee frotó desesperado sus manos sobre su rostro y Mingyu sostuvo el puente de su nariz con sus dedos, mientras Seungmin se deshacía de sus anteojos y simulaba quitar sudor de su frente.