seis

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—Pues estás jodidamente loco.— determinó Jisung encaramado sobre el sillón.—Eres un imbécil a mí parecer, pero pues ¿Qué se le va a hacer? Él ya está aquí.

—Eso no ayuda mucho, Jisung.— se quejó Minho con su tercer cerveza vaciándose sobre su boca.—Pero gracias, yo supongo.

—¿Qué se supone que tenga que decirte? Estás reviviendo tus traumas y los quieres resolver a través de un niño de dieciocho años que no conoces.

—No estoy reviviendo ningún trauma, estoy ayudándolo, y de paso me ayudo yo. ¿Qué hay de malo en querer un bebé? A menos que uno de ustedes se deje preñar por mí para darme uno, seguiré firme en mi decisión.

Jeongin y Jisung le mostraron muecas asqueadas.

—Tú sueñas, primero Felix te cortaría el pene.— dijo Jeongin tomando de su cerveza de igual manera.—Pero creo que tienes que tomar las cosas con cuidado. Piensa en esto, él es un omega al final del día y acarreará a su cachorro por ocho meses más, no te sorprendas si termina desarrollando un lazo con él y al final intenta huir. ¿Has pensado en eso? No tienes ninguna seguridad de que su palabra sea válida hasta el final, hay muchas cosas que pueden salir mal.

Minho y Jisung se miraron alucinados por la centella de razón que iluminaba a su amigo. Hablaba demasiado serio y preocupado para ser Yang Jeongin.

—Además— prosiguió éste.—Piensa en qué mierda harías si aparece el padre ¿Huh? ¡No sabemos siquiera quién es el padre! Y no estoy culpándo a Changbin, para nada.— aseguró.—Pero hombre, nunca sabes qué clase de maniático vendrá por él. ¿No nos dijo que confió ciegamente en un desconocido para comprar la cabaña?— señaló hacia fuera de la entrada, allá donde se hallaban los tres omegas.—De algo tuvo que haber estado huyendo.

—O alguien...— le secundó Jisung.

—¡Exacto! ¿Qué tal si es un narco, o un sicario, o una de esas mierdas? ¡Tu vida estará arruinada por meterte con su omega embarazado!

—Pero no me estoy metiendo con él, no veo el problema en alojarlo en una cabaña.

—Y después quedarte con el bebé.

—Sí, bueno.— Minho rodó los ojos.—Estábamos hablando de las cosas que podrían irse al caño durante el embarazo. Eso del postparto déjenmelo a mí y a Changbin, si para ese entonces, incluso antes, cambia de decisión acerca de lo nuestro entonces es libre de irse.

—Imagina que cambia de parecer justo en el parto, y se va dejándote sin nada. Tú ya habrás invertido en él para ese entonces, le servirás como un refugio temporal.— sugestionó Jisung.—Ojalá ni Felix ni Chan me oigan decir esto porque entonces daré por terminada mi vida.

—Oh-Oh— se sacudió Jeongin en su lugar.—Espero que esa obsesión que tienen por el chico no sea una clase de mensaje subliminal acerca de querer bebés, porque definitivamente no estoy listo.

—¡Ja! Pobre de Felix si decide querer un bebé, tendría que encargarse de dos.

—No viejo, no creo que mi puntería sea tan buena para fecundarle dos–

—¡Oh por Dios! ¿Podrían callarse un momento?— gruñó Minho sobando sus sienes.—A lo que Jisung se refiere es a que eres estúpido como un bebé, por eso Felix tendría que encargarse de dos niños. Y además estábamos hablando de mi plan con Changbin, no de ustedes.

Sus amigos se reacomodaron en su lugar ahora serios, tratando de ser de ayuda con el alfa mayor.

—¿Entonces qué piensas acerca de lo que te dijo Jeongin? Odio admitirlo pero tiene razón.— mencionó dando el último trago a su bebida.

Kerosene [MinBin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora