Capitulo 7

501 52 10
                                    

Gyu-ri está en mi casa porque está preocupada por Ji-soo y pues, lógicamente yo también, él había quedado de escribirme cuando volviera a casa y eso nunca sucedió.

Una llamada le entró a mi teléfono y me apresuré a contestar y ponerlo en altavoz.

—Tío. Tío, habla Ji-soo. Tío, no sé cómo explicarlo, pero... unas personas me secuestraron.

De fondo se escuchó como lo reprendieron y fruncí el ceño:—Estoy con unas personas, quieren hacerte una pregunta.

—Silencio —ni cuenta me di que Gyu-ri se puso a mi lado— aquí hablo yo.

"Qué voz espeluznante" murmuró alguien.

—Identifíquese —dije.

—¿Nosotros? —preguntó el desconocido. Su voz se me hace conocida, me recuerda a la del tipo del karaoke.

Les cuento. Una vez estábamos en un karaoke del cual no recuerdo el nombre en este momento, ¿banana, era?,. El caso es que uno de los amigos se chocó con un hombre, pero ese hombre era un sol y no se molesto, hasta nos invitó otra ronda de lo que estábamos consumiendo y se quedó con nosotros un rato.

"¿Siempre habla con altanería desde el principio?".

—Tío, yo...

—Hola, señor, ¿Cómo está? —se rió— así que sí existe.

—Tío, por favor, encuentre al señor Lee, debe de estar en un hospital cercano, lo lastimaron mucho...

—Ya lo vi —respondió Gyu-ri. Ella me contó que anoche fue al hospital y todo— está vivo.

"¿Está vivo? que resistente es ese idiota".

—¿Y qué hay de esa chica, Min-hee?

—Policía.

—Por Dios, señor —rió— Dios mío. Por cierto, ¿con qué organización trabaja? ¿tiene nombre? ¿Cómo una corporación o una pandilla?

Gyu-ri y yo debatimos entre miradas que decir:—La pandilla... —me quedé en silencio, no sé me ocurre ningún puto nombre.

—Samun —completó Gyu-ri.

"¿Pandilla Samun?".

"¿La conoces?".

"No estoy seguro, ¿las pandillas aún se bautizan a sí mismas?".

—Si terminaste de hablar con tu sobrino, déjame hablarte de nosotros. Uno de los bebés que trabajaban contigo aceptó como clienta a mi prometida, se acostó con ella, ¿me entiendes?, por eso me siento tan herido, necesito que me compensen.

Levanté una ceja:—Los cuidados de mi hombre, oportunidades y recursos perdidos, oportunidades perdidas y trauma psicológico, un negocio estancado gracias a la policía, ¿Cómo nos compensaras? —hablé.

"¿Qué? es un psicópata".

—Si interpretas así mis palabras, entonces...

—Tío, déjame trabajar aquí por ahora.

—¡¿Qué, imbécil?! —Gyu-ri me aturdió el oído 😔.

"Dile".

—Es una larga historia, así que lo explicaré luego, por ahora, solo confirma mi identidad, o si no, moriré de verdad.

—Cállate —dije molesta.

—¿Es una broma? —siguió Gyu-ri igual de molesta.

Algo de lo que recién me di cuenta es que nuestras palabras me mezclan de una manera inexplicable, pero el punto es que parece que trabajamos bien juntas.

𝗝𝗨𝗘𝗩𝗘𝗦 ||Extracurricular||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora