Ji-soo y yo nos encontrábamos en la cafetería, dirigiéndonos a una mesa con las bandejas en nuestras manos, nos sentamos uno frente al otro y fui yo la primera en comenzar a comer.
—Hola, cariño —la voz de Gyu-ri me hizo tensar, ella se sentó a su lado— salchichas, genial —le quitó la salchicha que estaba por llevarse a la boca— ¿le pagaste al títere?
—Baja la voz —la reprendí con molestia.
—¿Qué? ¿tú sabes? ¿cómo?
—Ji-soo me lo dijo porque yo si soy alguien de confiar —recalque el yo y sonreí falsamente.
Gyu-ri me miró con rabia y se volteó a Ji-soo. Logré mi objetivo: enfadarla.
—¿Los llamaste?
—¿A quienes? ¿qué? ¿por qué?
Sé que hablan de los amigos de Gyu-ri, esos del judo, son atractivos y con buen cuerpo, pero, dudó que acepten ese trabajo, lo tomarán más bien como una broma.
No tendría conocimiento de todo esto si Ji-soo no me lo hubiera dicho por cuenta propia. Realmente no me parecía necesario saber de todo, pero Ji-soo decidió contármelo y pues, mejor.
¡Ja! toma esa Gyu-ri ¿Qué tienes tú?
—A los de judo, te di sus números.
—Otra vez —dijo él cansado, mirándome unos segundos y luego a ella— Oye, dije que no lo haré.
—¿Por qué no?
—No aceptarían.
Ding ding ding. Respuesta correcta.
—¿Qué no aceptarían?
Yo quede automáticamente fuera de la conversación, ¿pues que más puedo hacer aparte de escuchar?, nada, seguro Gyu-ri no querrá que yo hable. Así que ni modo, toca hablar.
Bae Gyu-ri... mentiría si dijera que me agrada, en verdad la odio —sólo por su manera de ser que es bien molesta—. Si pudiera pedir un deseo sería que muriera de alguna forma y dejara de aparecerse en mi vida.
Es una exageración...
Si claro.
—Qué marginado es mi novio a veces —remarcó el mi haciéndome apretar mi falda.
—No soy tu novio —negó rápidamente con disgusto lo cual me hizo feliz.
—Te crees el único raro de la escuela ¿no?, no eres él único que maneja su economía de forma creativa.
¿Entonces porqué no se va a joder a otros?
—Míralo a él. ¿Sabes como gana dinero? el apodo de Jin-hwan es "libre de impuestos" su hermano mayor trabaja en una tabacalera, le regala todos los cigarrillos defectuosos y él los trae y los vende en la escuela. Por eso alguien tan normal es amigo de los matones.
También mencionó a dos más pero no le presté atención. Al parecer Gyu-ri es observadora, sabe todo de todos y no puede ni con su propia vida.
—¡Yerin! —giré mi cabeza hacia donde me llamaron. Pude ver a Chung-hee sonriéndome ampliamente con comida empaquetada en las manos— ¿vienes?
Solo existen dos cosas que realmente me gustan:
Comer y dormir.
Y Ji-soo.
También.
Me despedí y me fui en dirección a Chung-hee, agarré uno de los paquetes y deduje que tenia un burrito dentro. Evacuamos la cafetería juntos. Menos mal que llego, estaba siendo muy incomodo estar ahí.
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𝗝𝗨𝗘𝗩𝗘𝗦 ||Extracurricular||
Hayran KurguUn grupo de estudiantes de secundaria que comienzan a cometer delitos para ganar dinero y los peligros impredecibles e irreversibles que enfrentan como resultado de sus acciones: El aparentemente tímido Oh Ji-soo, es un joven estudiante modelo de se...