Un zorro enamorado puede más que un dragón|°•!FINALIZADO!•°

Acepta, Zorrito

Y así, pasaron los días para el tan comentado y desaprobado matrimonio. Pues, estos enamorados juntaron sus vidas a escondidas de todos; solo unos cuantos sabían, y eso incluía a Jingyi, pero es mejor omitir su nombre para evitarle más malestar al viejo Qiren.

Cada puesta de sol, Lan zhan, era llamado a los aposentos del líder de secta. Wei Ying, sabía que esas supuestas reuniones para hablar sobre los cuidados de Gusu y el trabajo en otras sectas, solo era un pretexto para que su esposo pase malos momentos por culpa de los desagradables comentarios que soltaba sin remordimiento la lengua despiadada de su propia familia.

Pero, hoy día fue muy diferente a las otras noches. En todo el tiempo que pasó con su bello Dragón de jade, nunca presenció el triste espectáculo del llanto destruyendo el brillo de su amado. Los cristales salados que caían sobre el pelaje negro de un supueso zorro dormido, despertaba la ira inminente y destructiva del pequeño pero protector alfa.

Wei Ying, estaba enfurecido, se movió un poco para poder salir del fuerte agarre del cuerpo enrollado de su esposo, pero este lo aprisionó más.—No... aún no, por favor, aún no quiero terminar esta hermosa historia... Dioses, denme fuerza para estar un poco más a su lado...

El pequeño alfa sabía que debía limpiar esas lágrimas y besar con cuidado cada brillante escama, como siempre lo hacía cuando Lan Zhan lo despertaba exigiendo atención; pero esta vez no pudo hacerlo. No solo porque se estaba asfixiando, también porque a pesar de que logró captar la mirada dorada, fue ignorado y solo su aroma era bien recibido entre tanto sollozo.

En verdad intentó moverse, hablar, lamer, pero en cada gesto de consuelo que trataba de hacer, su cuerpo era más aprisionado.

Después de varios intentos de comunicación, entendió que el omega estaba exigiendo su propio espacio. Como buen alfa que es, dejó que su cuerpo sea usado a gusto y esperó a que su omega se durmiera; después iría por respuestas.

Al pasar como media hora, el hermoso dragón azul había logrado relajarse lo suficiente para poder quedarse dormido, junto con eso sus garras se relajaron y Wei Ying aprovechó su pequeño cuerpo peludo para escurrirse del interior del nido.

Mientras movía sus cuatro colas negras, sus cuatro patas hacían uno que otro saltito para apurar el paso y llegar más rápido al nido del tío Qiren.

Cuando llegó, supo que los cumplidos que Lan Zhan le dijo cuando decoró su nido con plantas secas y palos, fue porque lo ama.

Los hogares de los líderes siempre eran los más grandes y hermosamente decorados pero en esta situación, Lan Qiren, vivía como un dios. Cada piedra, mármol, monumento y vegetación, tenían una belleza única que jamás se encontraría en otras sectas.

Para el lugar que era completamente blanco y de muy pocos grises, Wei Ying, era una mancha muy escandalosa.

Y dando honor al odio de Lan Qiren, gritó—¡VIEJOOOOOU!—

En pocos segundos apareció, delante del pequeño zorro, un enorme dragón blanco de largas barbas plateadas.—¡¿Qué haces aquí, zorro impertinente?!—preguntó el enorme cuerpo lleno de escamas blancas y brillantes que fácilmente podrían confundirse con diamantes.

Incluso con toda esa belleza, si lo mirabas por los ojos burdos de un zorro atrevido, verías una lagartija. Mucho antes de conocer a su esposo, para, Wei Ying, los dragones no eran más que grandes lagartijas; siempre le había parecido gracioso el aspecto de los dragones.

—¡No vine aquí a pelear, maestro Qiren, solo quiero respuestas!—por su pequeña estatura tenía que gritar más de lo normal.

Qiren levantó una de sus grandes cejas y luego sonrió.—Veo que mi sobrino ya te habló de la reunión de esta noche...