—¡NO ME TOQUES, HUMANO!—Wei Ying gruñó hacia el hombre que estaba delante de él.
Nunca creyó que se levantaría siendo acariciado en la cabeza por manos que tenían cinco largos huesos forrados con carne sin ningún tipo de pelaje o escamas.—¡¿ACASO CREES QUE SOY UN PERRO?! ¡¿UH?! ¡QUÉ DESCARADO!
Mantenía su fino pelaje negro muy erizado, sus cuatro colas levantadas y colmillos completamente expuestos; advirtiendo al presunto intruso que, no era nada bienvenido en el nido.—Oye, humano... ¿En dónde está mi esposo Lan Zhan, un hermoso dragón de escamas celestes?—sentía el olor de su pareja llenando el lugar pero no lo veía por ninguna parte.—Te advierto que, si alguno de ustedes le hizo algo... los exterminaré a cada uno, descendencia por descendencia.— Aún estaba un poco cansado del encuentro que había tenido con Lan Zhan pero, podía mostrar un aspecto monstruoso y era suficiente para destrozar fácilmente a cualquier ser humano.—Ahora bien, ¿En dónde está mi esposo?—
Parecía que aquel humano se había quedado paralizado en la oscuridad de la cueva porque no se movía ni daba respuesta. Poco a poco la paciencia de Wei Ying se estaba agotando, sobre todo porque podía sentir que su omega ya iba entrar en celo y, tal vez, lo acabaría perdiendo.
Un momento...
Al sentir los pequeños y traviesos rayos de sol acariciándole el rostro. Pudo percatarse de otro olor, un poco más espeso... más de un alfa. Se dio cuenta de su gran error.—¡Maldición!
¿Cómo pudo ser tan idiota al pensar que una especie tan inferior como el ser humano podría llevarse a Lan Zhan o hacerle daño? Ni siquiera él podía dejar una marca de mordida en esa dura y bella piel escamosa.
Iba a comenzar a correr en dirección a la cueva del abuelo Qiren, pero el humano se paró en frente de la salida del nido.—¡No te vayas!—gritó.
Wei Ying se sorprendió por un momento pero esa sorpresa fue al instante convertida en una llamarada de odio—Humano de mierda...—el rugido en su pecho se hizo más intenso.— ¡Quítate si no quieres que te mate!
Los ojos del zorro negro se tornaron a un color rojo intenso; como el color de la sangre derramada de sus familiares asesinados. Podía verlo de nuevo. El ruido lo atormentaba. Gota por gota... la sangre caía de esos cinco dedos carnosos.
Hace tiempo había dejado de tener esas alucinaciones y, lo más importante, hace tiempo que no se lanzaba sobre un humano para descuartizarlo; como ahora.
Cuando era joven, dejó que el odio lo dominara y, fuera quien fuera, tomó con sus garras muchas vidas humanas. No tenía control, quería venganza.
Por suerte apareció Lan Zhan en su camino. Un hermoso dragón que en un inicio llegó para llevarlo a juicio pero, en el transcurso del tiempo, acabó domando al herido zorro.
Aún así, lo entregó al juicio que hace mucho habían preparado para el genocida.
Al final salió culpable de haber matado a todos esos seres humanos y desequilibrar la paz en los dos mundos. Aunque su imagen no fue tan ensuciada, por las razones que lo llevaron a hacerlo y, porque la mayoría detestaba a los humanos.
Cómo pago de sus crímenes fue encarcelado en Gusu. Lan Zhan juró mantenerlo en su nido y prevenir cualquier tipo de caos.
A los dos años, revelaron que ya se habían casado.
Qiren no pudo decir mucho porque estaba casado con uno de sus alumnos muy jóvenes. Algo muy escandaloso para un omega tan viejo.
Puede que, Wei Ying, se haya presentado por sí mismo a su juicio y se arrepintiera de haber matado a humanos que le brindaron ayuda, y ni siquiera se relacionaban con los asesinos de su familia pero, no podía evitar odiarlos.
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Un zorro enamorado puede más que un dragón|°•!FINALIZADO!•°
FanfictionLan Zhan es hijo de dragones y Wei Ying es el último zorro de cuatro colas que existe en los dos mundos; un matrimonio que se ama profundamente a pesar de como se conocieron. ¿Una hermosa pareja o una abominación? ¡Un dragón con un zorro! El pasad...