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—¡ME REHUSO!— y completamente furioso, el pequeño zorro negro, salió del nido sin mirar atrás.

Lan Qiren, enroscó uno de sus largos bigotes plateados en una de sus garras, mientras observaba el escandaloso color negro desaparecer a pasos rápidos.—Dice que no lo compare con Jiang Cheng pero al final hará lo mismo que él... —Aunque su bigote se había ondulado de manera graciosa para el lacio de su pelaje, sonrió más al pensar en cómo se había enojado aquel zorro.—Aceptará, ama demasiado a Wangji —

Detrás de la pared, a espaldas del dragón blanco, hizo presencia un joven dragón alfa de gruesas escamas azules. Como su melena celeste se veía algo desaliñada, parecía que recién se había levantado de un buen sueño. —Qiren, no deberías ser tan duro con el maestro Wei...—

El dragón blanco cerró sus grandes ojos dorados, dejando que sus brillantes pestañas bloqueen cualquier contacto visual con el alfa.—Deja de simpatizar con el enemigo, Jingyi...—soltó suavemente, pero con una clara advertencia en su tono de voz.

Jingyi sabía que no tenía que continuar, pero no podía quedarse de patas cruzadas cuando veía que su pareja estaba cometiendo una injusticia tan cruel. Voló hasta estar enfrente del omega que fingía dormir.—No es el enemigo, es la pareja que tu sobrino ha elegido. Ellos dos se aman. No puedes estar proponiendo una cosa tan... ah... —posó sus cuatro patas en el suelo del nido de su pareja, como si decir las siguientes palabras sean más cansadas que mantenerse flotando en el aire.—¿Cómo se te ocurre que Lan zhan se vuelva el Omega de Su She a pesar de ya estar casado?...  —Aunque no estaba haciendo demasiado drama, en verdad, la propuesta de Qiren era muy cruel.—Con el maestro Xichen comprendí porque terminaste con ese matrimonio, pero ahora es muy distinto...

El viejo omega gruñó en bajo al sentirse atacado.—¡No es nada distinto, Jingyi! ¡Tanto Jiang Cheng como Wei Ying son una maldición! —Dejó que sus ligeras pestañas se abrieran, para mostrar las hermosas perlas doradas que habían estado escondidas en un calmado encierro, y ahora tenía que enfrentarse al atrevimiento de su joven pareja.—Además, sabes muy bien que también no me agrada Su She... —de su gran hocico salió un cálido bufido—pero es el único alfa que está dispuesto a interponerse en el camino de ese zorro pulgoso, "El Temible zorro de cuatro colas" según los humanos... — movió sus garras delanteras haciendo énfasis en el apodo dado a Wei Ying.

Siempre se referían a Wei Wuxian como un lunático, un ser que rompió las reglas de su mundo y puso en riesgo la vida secreta de todos los seres mágicos y "dioses", pues los humanos descubrieron su existencia al recibir información de que un zorro con cuatro colas había descuartizado a una aldea completa de humanos. Completamente un sanguinario. Pero era más aterrador que alguien, sabiendo lo endemoniado que se vuelve el zorro, esté dispuesto a robarle su pareja.

Por amor, pensaran... pero hasta Wei Ying era más sensible que ese interesado Su She.

No pasó ni siquiera un segundo para que la voz del joven dragón llegara a las alargadas orejas del omega.—¡Y, por esa misma razón, no debes permitir eso! ¡Tienes que cancelar ese compromiso!—

—¡JINGYI!...—El dragón blanco se levantó abruptamente, acercando su imponente figura ante el pequeño alfa— ¡¿Cómo me pides tal cosa?!, del insensato de Wei Wuxian lo entendería, pero tú... ¡Sabes que la vida de mi sobrino está en riesgo con cada minuto que pasa ese zorro a su lado!

Por mucho que le doliera estar peleándose con su pareja y ver esa desconocida decepción en esos ojos dorados, Jingyi, no se perdonaba lo que le causaron a Xichen, por muy justificadas qué sean las decisiones tomadas aún se sentía culpable y no quería volver a repetir la misma historia:—¡De igual forma, acabarás matándolo de tristeza si los separas y unes a Lan Zhan con un dragón!... por favor, hay que buscar otra manera. El maestro Wei-

¡SUFICIENTE!—La voz de Qiren, siendo descendiente directo de los dragones líderes, fue un golpe directo para un joven dragón como Jingyi; incluso siendo alfa, no pudo evitar retroceder unos pasos. La melena de Qiren se había hecho más grande, incluso sus colmillos y garras se estaban mostrando de manera salvaje. Aquel aspecto casi horroroso solo era usado en las guerras y, nunca ante un ser querido; pues podrían salir lastimados.—¡ESTÁS OLVIDANDO TU LUGAR, MOCOSO!—

Y, como los antiguos dragones advirtieron, lastimó el corazón de Jingyi.

El joven dragón cerró los ojos por un momento, pero al abrirlos no volvió a mirar al rostro escamoso de Qiren, sólo respondió con un simple:—Está bien...—

No obtuvo respuesta en aquel momento que empezó a elevar el vuelo, pues, Qiren esperaba otro tipo de reacción.

Y eso fastidió más al viejo dragón.—¡ESPERA UN MOMENTO!, ¡NO HE TERMINADO CONTIGO!—elevó más el vuelo para alcanzarlo antes de que salga por completo del nido.

Del nido de los dos.

—¡PERO YO SÍ...!—Con el mismo aspecto salvaje, solo que, un poco más aterrador por ser alfa, Jingyi no permitió que las garras de Qiren tocaran una sola de sus escamas azules.

Los omegas dragones no son nada débiles, incluso con el propio gruñido de distintos alfas, seguirán atacando. Pero cuando, Qiren, vio el completo rechazo en la actitud de aquel alfa que, siempre se disculpaba primero; retrocedió, y ya no pudo pronunciar palabra alguna cuando un antiguo y olvidado "Maestro Lan Qiren" salió de los gruesos labios de su esposo y... ex alumno.

Qiren sólo se quedó observando como el único color que animaba y daba vida a todo el agobiante gris de su entorno, ni siquiera miró atrás cuando salió de su hogar. Aunque quiso ir tras de él, no podía abandonar y dejar morir a su sobrino.—Wei Wuxian... todo esto es tu culpa, maldito.—

Cerca del omega que maldecía estaba escondido un alfa que había sido herido en el corazón (simbólicamente). Jingyi nunca abandonaría a su pareja, porque sabía la razón de todo ese enojo y, además, amaba demasiado a Qiren. Al escuchar como era culpado injustamente el pobre zorro, miró hacia la luna con sus grandes ojos verdes y pidió a los dioses que ayudaran al pequeño animal.










El viento comenzó a soplar un poco más fuerte, haciendo que las cuatro colas de Wei Ying se entrelazaran de una manera algo incómoda. Aquello hizo que dejara de correr y se detenga en un pequeño monte de tierra, muy cerca a su nido.—Lan Zhan...

Se había rehusado hace unos minutos a esa cruel petición de Lan Qiren, pero... no quería perder a su amado dragón de jade.

La oscuridad era un alivio, porque tenía tiempo para pensar mejor las cosas, pero tenía que apurarse porque al amanecer empezaría el celo de su omega.

Un zorro enamorado puede más que un dragón|°•!FINALIZADO!•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora