Horns - The Promised Neverland (Ray) [COMPLETA]

16: Persecution

El mundo exterior es más peligroso de lo que creían. Hiyori mostrará un poco de su verdadera fuerza dejando a sus hermanos con la duda. ¿Hiyori es realmente humana?

El bosque de árboles de altura imposible ya se enfrentaba a ellos con aire fúnebre, como si estuviera preparado para acoger la muerte de aquellas 4 personas que venían dispuestas a internarse en su interior. Hiyori miró hacia ese lugar con indiferencia. Emma y Ray podían sentir como aquel ambiente les daba escalofríos pero la pelirrosa no podía sentirlo igual, después de todo no era la primera ni sería la última vez que miraría a la muerte a los ojos. El Señor que hacía de guía para ellos tampoco sintió nada cerca de aquel ambiente, el tampoco temía a la muerte, estaba muerto desde hacía mucho como para sentir algo hacia aquello.

- Nuestro objetivo es A08 - 63, Goldy Pond — comenzó el Señor sin una pizca de emoción — Si fueran a hacer el tonto y perder el tiempo, también podrían ir por este largo, tortuoso camino que toma 3 semanas, pero es (comparativamente) más fácil y seguro. Pero no quiero, fuera de discusión — habló con un toque de niñez y Emma y Ray lo miraron como diciendo "¿me estás tomando el pelo?", Hiyori solo frunció el ceño mirándolo con sospecha, ¿qué diablos tramaba? — Traguen un poco de agua. Primero viene el bosque. Es donde los come hombres residen — su voz tomó un tono más serio al decir lo siguiente — Te ven, te mueres. Vayamos y crucémoslo antes de la puesta de sol.

Al poco tiempo avanzaban con cuidado por el bosque. Emma miraba fascinada el lugar ya que era un entorno impensable para cualquiera, era como una selva gigante, pero Hiyori y Ray no podían mostrarse tan tranquilos como su amiga. Ray le pedía más información sobre los demonios que habitaban aquel lugar al hombre junto a ellos mientras Hiyori inspeccionaba la zona indirectamente con su audición y olfato, aunque no hacía mucha falta que hiciera eso. Sin ni siquiera intentarlo ya podía sentir su presencia, eso demostraba el gran número que debía de haber en todo el bosque. Mientras caminaban Hiyori se escabulló entre las sombras ocultando su presencia, aroma y sin provocar ni un solo ruido. Se camuflajeaba con el paisaje a su alrededor. Era como si fuera parte de un árbol más o una rama desviada de alguna planta. Emma y Ray no se percataron de su falta ya que ella solía hacer eso muy a menudo pero el guía se volteó extasiado, comos si fuera lo más increíble que había visto en siglos.

- ¿Dónde está la chica cuernos? — les preguntó a los chicos que si dieron la vuelta para mirar tras de ellos y comprobar que era cierto, Hiyori ya no estaba.

- Debe estar dando vueltas por ahí — respondió Ray sin una gota de preocupación.

- Le gusta vagar por ahí, es tan propio de Hiyori — Emma tampoco mostró ningún signo de malestar aún siendo ella la que siempre se ponía histérica por cualquier cosa que le ocurriera a alguno de sus hermanos.

- Si — Ray asintió de acuerdo.

El hombre no pudo más que mirarlos estupefacto, no se podía creer como sus propios amigos, a pesar de ser una familia tan unida, no se preocupaban por la situación de la chica. Una pregunta le carcomió la cabeza. ¿Qué tan fuerte podía ser esa mocosa como para que ellos la dejaran vagar por ahí? Estaba decidido, Hiyori era la que más problemas le daría de los tres.
Pasó algún tiempo más y Hiyori aún no regresaba a su lado. Ray, aunque lo ocultaba hábilmente, ya comenzaba a preguntarse dónde se había metido que se demoraba tanto. Hiyori normalmente desaparecía para dar un recorrido a los alrededores y eliminar cualquier amenaza potencial pero ya se había demorado más de lo que lo hacía normalmente. Emma rompió el silencio que se había sumido a sus alrededores cuando se sintió algo incómoda. Ray se percató del cambio en su hermana.

- ¿Qué sucede, Emma?

- ¿No lo sientes? — respondió la chica con otra pregunta mientras ambos rápidamente cargaron sus armas, preparados para pelear, el hombre chaqueó la lengua con algo de felicidad, era el momento.