20: I'll save them a all

71 8 1
                                    


No dejaré que nadie muera" es su nuevo lema.

Su respiración era muy pesada. Su pecho ardía por las costillas rotas que no habían logrado aún regenerarse y la herida en su costado comenzaba a sangrar nuevamente, el abrigo a su alrededor hacía lo que podía pero aún así no era suficiente. No sabía aún cómo podía caminar. Sus ojos se cerraban de vez en cuanto y su cuerpo estaba a punto de colapsar. Ni siquiera estaba sanando sus heridas más superficiales. Se había dejado golpear demasiado pero necesitaba seguir. Tenía que llegar Emma y el resto. Y ese solo pensamiento era el que le hacía avanzar. Un rastro de sangre era visible por donde caminaba. La sangre de ella y de la mitad de la cabeza de Edwin se mezclaban en el suelo. Sabía que si tomara otra de sus pastillas podría pasar por aquel momento pero no podía. Las cápsulas dentro del frasco ya estaban contadas, si malgastaba una de ellas ya no tendría más. Aún así la tentación en ocasiones le ganaba. La sangre que había tomado de Edwin la sanaba pero tan lentamente que no lo sentía, al parecer aquella fuerza adquirida del demonio solo funcionaba cuando estaba peleando. La salida del bosque estaba cerca, Hiyori ya podía ver la entrada de la Villa. Una sonrisa de alivio se instaló en su rostro. Ya casi llegaba. Solo un poco más...

- ¡¡EMMAAAAA!! — el doloroso grito hizo que Hiyori se estremeciera y un mal presentimiento le erizó la piel.

Se aferró a la empuñadura de la espada y, a pesar del dolor que era insoportable, aceleró un poco su velocidad hacia el centro de la conmoción. Todos que habían estado mirando a Emma fijamente impactados porque Lewis la hubiera atravesado con una de sus garras, giraron sus cabezas para ver la entrada a escena de un nuevo personaje. Todos contuvieron el aliento. Hiyori se mostraba en las peores condiciones. Llena de heridas y con la ropa sucia por la tierra, con aquella expresión sombría, aquella espada que parecía un bastón por como la usaba y ese trozo de carne que no supieron identificar de que se trataba colgando de una de sus manos, se veía totalmente terrorífica. Lewis también fijo su vista en la nueva invitada. Pero tuvo que pestañear repetidas veces cuando desapareció de su campo de vista hasta situarse justo a su costado.

- No toques a Emma con tus sucias garras, demonio — su voz era grave y llena de amenaza, la sed de sangre de la chica a Lewis lo convirtió en un témpano, Hiyori no lo notó y simplemente extendió su mano hacia él y dejó caer la mitad de cabeza de Edwin para que rodara hasta los pies del demonio y este lo viera — Pensé que querías ver a tu hermano una última vez antes de morir — rio levemente por su nariz con sarcasmo y pasó de él hasta llegar a Emma.

Lewis miraba la mitad de la cabeza de su hermano en el suelo con nervios. No era porque lo quisiera ni mucho menos, sino porque su hermano era fuerte, tanto como él mismo, y si había sido derrotado por aquella humana que fuerza debía de tener para poder hacerlo. Ray se quedó congelado en su lugar como el resto cuando vio a Hiyori llegar. Todo lo que había deseado era que ella estuviera bien pero resultaba todo lo contrario. Aunque Hiyori se hubiera mostrado desafiante ante Lewis, él sabía que la chica apenas y lograba mantenerse en pie. "Solo vete. ¿Por qué te esfuerzas tanto por nosotros? A este paso tú...". Si, Ray tenía aquella posibilidad en su cabeza. Si Hiyori seguía forzando su cuerpo tanto lo más normal fuera que colapsara y en el peor caso muriera. Y, aunque quería saltar a darle una buena bofetada y exigirle que descansara, él sabía que no podían estar desperdiciando la energía que ella estaba invirtiendo en ayudarlos.

- Oye, Emma... — Hiyori se dejó caer de rodillas frente donde se encontraba el cuerpo de la de cabellos naranja totalmente inconsciente y la alzó por los bordes de la camisa para tener su rostro bien cerca del suyo — Despierta de una vez, no es tiempo de estar durmiendo — una sonora cachetada fue propinado a Emma en su mejilla — Crees que puedes rendirte aquí. No seas tonta — otra cachetada en la mejilla contraria — Yo aún sigo en pie. Ahora yo estoy aquí. Derrotar a Lewis será pan comido. Despierta — otra cachetada y todos tragaron saliva, alguien debía detener a Hiyori, así no conseguiría nada — Tú lo dijiste, ¿no es así? No podemos permitir que ninguno de nuestros hermanos muera hasta cumplir nuestro sueño — la chica bajó la cabeza mientras apretaba los dientes con fuerza, luego volvió a alzar la decidida — ¡No te permito que mueras aquí, ¿entiendes?! ¡Así que despierta de una vez!

Horns - The Promised Neverland (Ray) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora