Horns - The Promised Neverland (Ray) [COMPLETA]

The End: The Human World

La tierra de nunca jamás está a punto de terminar pero a que costo.

- ¡Viva Musica! ¡Viva la nueva Reina! — se escuchó a través de la radio.

- Lo sabía — la chica de cabellos rosas sonrió y dejó que sus hermanos festejaran las buenas nuevas.

Musica y Sung - Joo estaban vivos, las granjas habían sido abolidas. Los niños ganados y todos los humanos que vivían en aquel mundo por fin eran libres. Los gritos de felicidad fueron grandiosos. Incluso Ray alzó en sus brazos a Hiyori, que se había mostrado algo distante del festejo, sorprendiéndola de buena manera. La felicidad del momento era palpable. Todo parecía estar saliendo finalmente bien.

- Chicos, sé que están emocionados, pero aún falta hacer una cosa — sus palabras hicieron que todos se giraran a mirarla con sonrisas en sus rostros sabiendo lo que iba a decir pero de igual manera esperando escucharlo con ansias — Buscar a Phill.

Sus palabras fueron suficiente para que salieran del sótano hasta llegar al patio de recreo de Grace Field. De inmediato vieron a un pequeño de piel morena y cabellos negros desordenados corriendo por el prado con el resto de sus hermanos.

- ¡Phill! — fue Emma quien lo llamó con Hiyori, Ray y Norman detrás de ella.

- ¿Eh? — el pequeño se dio la vuelta al escuchar su nombre y quedó congelado en su lugar por ver a aquellos personajes.

¿Acaso estaba soñando? ¿Sus ojos estaban viendo lo que creía estar viendo?

- ¡Hemos vuelto a casa! — Phill recibió el abrazo de Emma con lágrimas brotando de sus ojos — Perdón por hacerte esperar tanto.

- No, no, no. Yo confiaba en que Emma regresaría — el chico se separó de sus brazos con una sonrisa gigante que gritaba la alegría que sentía desde lo más profundo de su corazón, fue entonces que miró a las espaldas de la pelinaranja — ¿Ray? ¿Hiyori?

- Hola, pequeño — Phill saltó a los brazos de la pelirrosado — ¿Norman? ¿Estabas vivo, Norman? — sus palabras temblaban debido a los sollozos que le era imposible controlar.

- Si, gracias por protegerlos a todos — el albino acarició sus cabellos con afecto y una mirada de aprensión.

- Lo siento por dejarte solo. Gracias por tu esfuerzo — Ray se puso a la altura de Phill mientras acariciaba su cabeza — Estarás bien ahora. Todo terminó — el pequeño se lanzó al cuello de Ray que lo estrechó sin dudarlo y toda la familia se unió casi de inmediato al gran abrazo.

Cuando el abrazó terminó, Hiyori quedó a un lado observándolo todo. Aunque en su rostro la sonrisa no se había borrado, esta iba perdiendo intensidad con el pasar del tiempo. Aún después de todo lo que había ocurrido, el mal presentimiento de inicio de viaje no la había dejado ni por un solo segundo. Pero se preguntaba, si ya todo había terminado, ¿qué más podría salir mal? Todas y cada una de las granjas estaban siendo abolidas en estos instantes. El clan Ratri ya no tenía poder ninguno sobre los niños ganado. Habían nombrado a Musica como reina. Se habían logrado reunir con los hermanos que habían tenido que dejar atrás años posteriores. Entonces, ¿por qué se sentía así?

Una persona se colocó de pie a su lado sacándola de sus pensamientos oscuros y de las preguntas sin respuesta aparente. Isabella miraba a sus hijos con gran ilusión. Aún no se creía del todo que después de todo lo que había pasado estos pudieran perdonarla. Lo que ocurría era como un sueño que nunca se hubiera imaginado que podría volverse realidad.

- Es real — Hiyori le dio una palmadita en la espalda a la adulta adivinando lo que pasaba por su cabeza — Seremos libres por fin y todos te hemos perdonado. Esto no es un sueño.