Three kings Vulturi

Cinco

Las mañanas siempre son las más duras, el despertar después de una pesadilla lo es aún más. Algo que se volvió rutinario en la vida de Elizabeth, el despertar es lo más dificíl, sobretodo cuando las dosis de las pildoras para dormir aumentan cada vez. Lo cual resulta imposible escapar de los malos sueños, o pesadillas como normalmente conocemos. En una linda habitación de un hotel en Italia, despertaba Elizabeth Stark, cuya apariencia no era la mejor. Bueno, seamos sinceros a quien le importa como se ve, solo diré que el cansacio es algo que lo lleva en el alma.
-Otro día, otra pesadilla, mierda. Está fue peor que la anterior. - Dijo La muy agotada joven, a la vez que dudaba en levantarse o no de la cama a la vez que chequeaba su celular.
-Según esta cosa el clima será soleado, es decir voy a sudar horrible, son las diez de la mañana. Ya es hora de que me levante si quiero tratar de aprovechar el dia.- Elizabeth normalmente siempre está cansada por el día, cosa que odia, debido a que extraña dormir por ella misma en la noche sin necesidad de recurrir a las pildoras para dormir. Lamentablemente no puede dejarlas, no es que sea una adicta, sino es que aun no le dan el alta para eso, teniendo eso muy en claro, como de costumbre cada mañana la joven se levanta toma un vaso de agua y piensa en que va a desayunar para poder tomar sus pastillas de la mañana, o como ella los llama coctelitos ya que son cuatro, bueno cinco contando la anticonceptiva.
Me dirigí al minirefrigerador del cuarto de hotel y tal como lo pensé, estaba solo lleno de agua. Debí comprar comida ayer, no me quedo de otra. Me va a doler el estomago si me tomo las pastillas sin comer, pues tendre que salir. Ansiedad por favor comportate esta vez. Fuí al baño a alistarme, me gusta darme una ducha de agua caliente, es relajante como el agua puede sanarte, el agua siempre a sido mágica para mi. Es impresionante como una simple ducha te ayuda a sentirte mejor. Al salir me miré en el espejo y me sentí como una diosa. Me dirigia a mi maleta a buscar algo comodo para salir, unos mon jeans claros,un top negro y mis zapatillas pumas blancas. Me sentia tan bien que me inspiré en mi maquillaje. Un hermoso deliniado de ojos, rubor, labial y lo que nunca pueda faltar mi apreciada mascara de pestañas aprueba de agua por si me dan ganas de llorar, o por si me da ganas de reirme como foca retrasada. Tome mi bolso, agarré una botella de agua y obviamente mi pastillero.
Al salir del hotel si que estaba soleado, hacia calor, pero no era nada sofocante. Hoy será un lindo día, nada va a salir mal, me lo dije a mi misma mientras caminaba a una cafeteria. Habia una fila un poco larga, ventaja para mí, ya que suelo repasar lo que voy a pedir en mi mente y como lo voy a decir. O mierda, ya es mi turno, si que fue rápido, concentrate Elizabeth, vamos tu puedes es solo una dona y un jugo de naranja. 

- ¡Hola!, bienvenida a Dolce Gusto. Me permite su orden.- dijo amablemente la cajera, mientras me miraba esperando mi respuesta.

-¡Hola!, quiero un jugo de naranja y esa dona glaseada con chispitas.-dije segura de lo que acabo de decir, bueno obviamente que estoy segura si lo repetí todo el rato en mi mente.

- Perfecto, serían tres euros. ¿Es para servir o para llevar? - dijo la chica, a la vez que yo le entregaba el dinero.

-Para llevar.- le respondí. No tardo mucho en darme mi pedido.

-Aqui tiene, que lo disfrute.-dijo la chica que me tomo el pedido.

-Gracias. igualmente.- dije yo sin caer en cuenta de lo que dije, mientras salia de la cafeteria me reproche mentalmente de lo que dije.
"Gracias, igualmente", eres excelente Lizzie, no eres tú sin cagarla un día. Me comí la dona y me tome mi coctelito con agua, asi pude disfrutar el restro del camino. Es increible italia, me gusta la arquitectura del lugar. Por lo que vi están haciendo un tour hacia el castillo de volterra. Hay muchos turistas haciendo fila, le pregunte a una señora que estaba en la fila que cuanto salia la entrada del recorrido. Ella me respondio que salia 30 euros, algo caro. Pero bueno, para eso trabajo.
Un lujito no le hace daño a nadie, y menos si voy a recorrer un castillo el cual tiene pinta de que tiene obras del renacimiento.  Me dirijo al lugar donde es que se paga, me dan mi entrada y me dicen que espere en la fila con los demás.
Mientras estoy en la fila, observo la fuenta que se encuentra en el lugar. Al rededor de ella los niños corren jugando, suspiro al recordar a mi pequeño, ojalá las cosas hubiesen sido diferentes, desaria que mi hijo estuviera ahí jugando con esos niños. Por qué las cosas tuvieron que ser así, Dios porque fuieste tan cruel conmigo, salgo de mi burbuja de ensoñación cuando veo que la fila para entrar avanza, al menos voy a ver el arte del lugar, me tomaré una que otra foto, no le hace daño a nadie.
Al entrar, veo que aparece nuestra guía. Nos dijo su nombre el cual alcancé a oir, Creo que era René o Renata, no escuche bien. Me perdí en mi mente al ver los cuadros, uno me parecio familiar, había uno donde aparecen tres hombres sentados cada uno en un trono, lo más impresionante es que uno de ellos se parecen al hombre que conocí, que raro. El recorrido fue bastante largo, pude sacar una que otra foto del lugar. Todos estaban emocionados por ver la representación de los antiguos reyes del castillo Vulturi, entramos a una sala preciosa y en esta se encontraban tres tronos, con los actores. Que emocionante, una obra amo las obras.
- Están al final del recorrido, no me queda más que decir que buen provecho.-dijo el hombre que estaba en el trono del medio, era alto y con el cabello negro, su piel era palida. Cuando dijo esas palabras muchas personas empezaron a gritar, vi gente abalanzarse sobre otras mientras les mordian el cuello.
Estaba asustada y mi ataque de ansiedad volvia, no podia respirar. Necesito salir de aquí, trate de llegar a la puerta pero, me tomaron del cabello, iba a morir, mi hora llego, Phoenix nos veremos pronto, mamá te ama.

Hola, volví. Voy a actualizar más seguido.
Disfruten el capítulo, me ayudarían muchísimo que le den me gusta y comen, sus comentarios me animan a continuar esta historia. Besos, ✨️💕