Empezó marzo.
El clima de verano empezaba a ponerse un poco más templado y se sentía la emoción del primer día de clases.
Todo era como de costumbre.
Los reencuentros de amigos, las salas limpias, (que no durarán mucho) y por su puesto, el tráfico que se forma en quillín a las 8:00.
Ahí me encontraba yo.
Liliana Henríquez, llegando tarde mi primera jornada completa.
Había estado muy ansiosa la noche anterior.
Sobrepensé tanto, que me quedé hasta las 3 de la madrugada viendo edits de tiktoks.
Bajé hasta tal punto, que llegué a un edit de Toy Chica.
Ahí supe que era tiempo de apagar el celular y mimir.
Desperté con los pequeños rayos de sol de la mañana.
Un símbolo sutil de la naturaleza para decirme, que estaba tarde.
Pegué un salto de la cama y corrí gritando por el departamento, insultando a todo lo que tuviera nombre. Media hora después salí camino al trabajo.
Sólo alcancé a bañarme. No pude prepararme desayunito ni almuerzo, andaba vestida como el día anterior y había olvidado mi celu cargando.
Llegué a eso de las 8:17, siendo mi hora de entrada a las 7:00.
Subí al tercer piso y ahí me encontré con Pamela Campos.
-Parece que te quedaste dormida Lily- dijo con una sonrisa pícara.
Me quedé mirando cabizbaja y me fuí hasta mí oficina en silencio.
No tenía excusas para reclamarle a mi superior.
Al abrir la puerta, me encontré con una fila de papeles meticulosamente ordenados. En la parte superior, una nota escrita a mano me indicaba el plazo límite:
Entregar a más tardar a las 9:30 en rectoría
-Zarko :p
Hojeé los documentos y descubrí que se trataba del Excel detallando las secciones de los electivos.
-Esto es imposible!- Pensé para mis adentros, no alcanzo a terminar esto en hora y media.
Si tan sólo hubiera llegado un poco antes.
Recordé como me sentí dos semanas atrás.
Estaba tan orgullosa de mi misma. De finalmente haber conseguido un trabajo que parecía estable. Suspiré y me dí la vuelta, sólo para tropezar con alguien que recién había entrado en la oficina.
El hombre se disculpó y me ofreció la mano para que me levantará.
-Mil disculpas, lo siento mucho, sólo quería pasar a saludar- dijo con un tono amable y formal.
- Tranquilo, esta bien, ando con la mente de aquí pa allá y de acá para allá que no me fijé en tí- dije con voz nerviosa y sonriendo.
-Bueno, le pasa a todo el mundo, Mi nombre es Sérgio Sánchez, Director del ciclo de enseñanza media.
- M-me llamo Liliana Henríquez, soy la nueva subsecretaria académica-
Hubo una pequeña pausa incómoda, seguido por mí extendiendo la mano hacia él sonrientemente.
Sergio pareció notar como mi mano estaba temblando y sudando.
Nos dimos un apretón y él me comentó:
- Mira, se que puedes tener miedo y estar nerviosa, pero si te puedo dar un consejo de mis 15 años de experiencia es que debes creer en tí. Si estás en este puesto es porque tienes todas las competencias para hacerlo, no dejes que nadie te diga lo contrario nunca.
Yo confío en tí - dijo felizmente Sánchez.
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Sub Directora Académica Cpdv
RandomLiliana Henríquez acaba de empezar su trabajo en el Colegio Pedro de Valdivia de Peñalolén. Lo que nunca se esperó fue que encontraría el amor, la pasión y la traición en la oficina de Sergio Sánchez, director de enseñanza media.
