Me levanté más temprano de lo habitual. Estaba muy emocionada por la entrevista que tenía a las 10:30. Me duché, me vestí y tomé desayuno.
La verdad pese a no tener mucha experiencia en el campo escolar, estaba segura que podía conseguir el puesto, no más fracasos. Mente y actitud positiva.
Iba vestida con unos jeans negros, tacones negros y un chaleco amarillo.
Manejé hasta llegar al cruce de Quillín con Mar Tirreno.El semáforo estaba en rojo.
Gire mi cabeza y ahí estaba.
El Colegio Pedro de Valdivia de Peñalolén.
Era un recinto bastante grande, tres veces más que la fábrica de pollos.
Me estacioné en el área de profesores y empecé a caminar hasta llegar al lobby.
Se veía imponente, me hizo sentir tan pequeña. Dudé incluso el entrar ahí. Pero ya no era la misma de antes, así que, con valor, entré.El interior estaba bastante tranquilo, habían unos muebles negros y unas dos recepcionistas en el escritorio. Me sentía tan fuera de lugar, parecía como una niña perdida en un pasillo del Jumbo.
Seguía teniendo ese pensamiento tonto, rápidamente lo borré de mi cabeza y me dirigí hacía la señora tras el mostrador, me presenté y pregunté por la cita que tenía programada.
Me informo que había llegado unos minutos antes, pero que me podía ofrecer un cafe mientras tanto.
Declinando su oferta, me senté en unos de los asientos de la recepción.Tomé un respiro. Me di cuenta que estaba moviendo mi pie frenéticamente debido al ruido que producían mis tacones y que dirigió la mirada de todos los presentes hacia mí. Avergonzada giré mi cabeza para el lado. En ese instante, desde el otro lado de la sala, se acercó una mujer imponente y que se sentó al lado mío.
Parecía sumida en sus pensamientos mientras buscaba unos papeles de una carpeta, luego se voltea, me mira y se le escapa una leve sonrisa.
- No te había visto por acá antes; te noto un poco nerviosa, eres la aplicante al puesto de subdirectora verdad?
- Emm.. sí! 😰No estoy nerviosa... Sólo... Est-oy un poco hiperactiva... jajaja😅😅
- No te preocupes, todos alguna vez pasamos por lo mismo, solo se sincera y demuestra tus aptitudes.
- En realidad si poseo experiencia en el rubro - ☝🤓
En ese instante noté como su sonrisa se desvaneció un poco. Con una mirada. Penetrante.
- ¡Por supuesto! -Exclamó con una sonrisa.
Se levantó y me deseo suerte en la entrevista con un tono poco usual.
Antes de que saliera de la recepción le pregunté cuál era su nombre.
- Pamela Campos - Afirmó con otra sonrisa en su rostro.
Murmuró algo y se fue.
Me dejo con una sensación extraña, se veía tan amable y hipócrita a la vez.
- Señorita Henríquez, la estaba esperando.
Ante mí estaba la única e inigualable.
- ¿Evelyn Matthei?- Pregunté confundida.
Me miró con una cara de desacierto y se presentó como la nueva rectora del colegio.
- Mi nombre es Ruth Percival, el instituto ha tenido unos cuantos cambios desde que fue adquirido por ISP, yo siendo el cambio más reciente- Me comentó mientras subíamos hasta la oficina de administración del colegio.
Me dijo que tomara asiento mientras sacaba una carpeta desde abajo del escritorio.
- Bueno, al parecer todo está listo, el contrato demoró más de lo acordado en llegar, Firme aquí.
Perpleja.
Mi mente no entendía nada.
¿Qué había pasado con la entrevista?
¿Será este un error?
No imposible...
¿Período de capacitación?De mí boca no salió una sola palabra, tomé el bolígrafo que había en la mesa.
- ¿Alguna inquietud? Preguntó Ruth mirándome directamente a los ojos.
- N-ningúna... Solo estaba revisando si había t-tinta-Me apresuré en mentir. Firme el contrato tan rápido que no me dí el tiempo de leerlo.
- ¡Perfecto! Todo esta listo. Un placer señorita Henríquez.
Una sensación de adrenalina se apoderó de mi cuerpo:
¡SIIIIII LO HABÍA CONSEGUIDOOOOOOO! ¡TENÍA CHAMBA!
Estaba tan eufórica, casi no podía ocultar mi felicidad de habe....Algo no se sentía bien.
Era cómo si mi contratación estuviera agendada desde hace mucho antes.
La sensación extraña se volvía más fuerte.
Tenía unas ganas de preguntarle, pero una mala vibra invadía la sala. Miré de reojo hacia la esquina superior y me encontré cara a cara con unos de los ojos del gran hermano. Una cámara CCTV apuntándome fijamente.Ruth me estaba mirando directamente a los ojos. Su mirada, fría con unos ojos que te helaban cada rincón de tú piel.
Pero no podía reclamar nada a estas alturas, tenía el miedo que no conseguiría el trabajo, y comparando a mi situación actual, nada podría ser peor.
Sonrío y me estrechó la mano. Me llevo afuera de las oficinas hasta llegar a un un pasillo.
A mi derecha se encontraba una puerta de vidrio, detrás continuaba el pasillo que parecía continuar hasta el infinito.
Para mi izquierda en cambio, había una rotonda que continuaba dos pisos hacía abajo.
Ruth con un gesto me pidió que la siguiera hacia la rotonda.
Giramos por un pasillo, al fondo se podía divisar lo que parecía ser un cuadrante con ocho salas adyacentes.Se detuvo y miró a la derecha.
- Tu oficina esta al fondo, cualquier duda hablas con los coordinadores del ciclo, recuerda la reunión que tienes mañana a las 8:15, no llegues tarde, yo tengo ahora otra reunión, te dejo- Me animó mientras me dabauna palmadita en el hombro- bienvenida.
Ruth volvió hacia a las oficinas, sin darle más importancia a mi llegada.
Me quedé pensando unos segundos, y dejando la pera entré.
Era un área con tres oficinas pequeñas, y al final se veía una sala grande.
Esa era...
Esa era mi oficina.
Mis ojos se pusieron llorosos, después de tanto sufrimiento lo había conseguido, estaba tan feliz.
Mi vida a partir de ahora será tranquila, pensé.
Me di la vuelta.
Y ahí estaba.
Un señor.
Una corbata, un saco, con una ligera barba y con unos zapatos lustrados.
Ahí estaba él.
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Sub Directora Académica Cpdv
De TodoLiliana Henríquez acaba de empezar su trabajo en el Colegio Pedro de Valdivia de Peñalolén. Lo que nunca se esperó fue que encontraría el amor, la pasión y la traición en la oficina de Sergio Sánchez, director de enseñanza media.