Palabra De Seguridad [19 Days/DomSubverse]

3: Deseos de ser dominado

La escritora de esta historia solo sabe escribir tragedia por lo que se le está dificultando demasiado escribir comedia y romance. Así que esa es la razón por la que no puedo actualizar todas las semanas y tardará un poquito más cada actualización hasta que vaya mejorando.

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Observar cada cosa que hace Zhang Zhen Xi de forma fija se había vuelto una de sus cosas favoritas. Le encantaba cada cosa que hacía, por minúsculo e insignificante que fuera, hacía que su corazón saltara como cuando era adolescente.

Cuando sus rosados labios se mojaron con el tibio café de la mañana sintió que el suspiro número cien se escapaba de su ser. Bajó lentamente su vista hasta su clavícula que se asomaba tiernamente de ese suéter color beige... ¿Cómo sonaría su voz ordenando algún comando para él?

─ Xixi... ¿Quieres tener una cita conmigo?

Zhang Zhen Xi se quedó quieto mientras terminaba de hojear unos documentos. La respiración automática de Jian Yi se apagó por unos segundos que parecieron varios minutos. Su garganta se apretó y sus manos comenzaron a temblar y sudar.

¡¿Invitó a Zhang Zhen Xi a una cita?!

¡¿Cuándo?!

Ni siquiera se dio cuenta que su lengua ya estaba formando esas palabras. Un escalofrío después se dio cuenta que Zhang Zhen Xi no le había dado una respuesta.

─ Esta bien. ¿A dónde quieres llevarme?

¡ACEPTÓ!

Pero...

Jian Yi confesó─ La verdad no lo sé, ni siquiera lo planee antes de invitarte.

─ Entonces estaría bien que fuéramos a ver la nueva película de la saga.

Zhang Zhen Xi se levantó y se dirigió hacia el sofá en el que estaba JianYi abrazando sus piernas. El rubio observó embobado las manos del otro. Fantaseo un par de segundos sobre cómo esas grandes y delicadas manos podrían envolver por completo su necesitado y desnudo cuello.

─ ¿Jian Yi? ─preguntó sentándose a su lado.

El Sub volvió al corriente de la conversación─ ¿La de superhéroes?

─ Si.

─ Me gustaría mucho.

Se observaron en un reconfortante silencio. Uno en el que no se sentían incómodos.

El rubio abrazó con fuerzas sus piernas antes de preguntar─ ¿El próximo sábado tienes libre?

─ Trabajamos juntos Jian Yi.

─ Cierto, cierto. Entonces el sábado.