6: El bar de una molesta serpiente

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Mo Guan Shan observó unos momentos el discreto letrero de luces neón verde brillar con las letras BAR ZONA CERO escritas en mayúscula. Siempre le ha parecido ese nombre bastante estúpido, como su dueño. Tragó saliva y se sorprendió de lo seca que se encontraba su garganta, a excepción de sus manos sudorosas, las cuales limpió en su pantalón antes de meterlas a las bolsas de su chaqueta anaranjada. Por alguna razón se sintió un poco renuente a entrar, no quería involucrarse con esta persona, pero era mejor venir aquí a que este tipo llegue a irrumpir en su casa como si fuera el dueño del maldito lugar.

Cruzó la calle con una creciente sensación de malestar en su ser que sintió que podía vomitar en ese momento, llegó demasiado rápido al otro lado aunque haya avanzado con lentitud en cada paso que daba, era demasiado obvio que no quería llegar a la entrada. Dos tipos lo estaban observando con burla y el estómago de Mo Guan Shan comenzó a revolver el sandwich que se comió hace apenas media hora.

Llegó a la entrada y se quedó de pie observando a los guardias que le miraban de pies a cabeza y se daban codazos y risas no tan discretas entre ellos como si Mo Guan Shan no estuviera ahí.

─ Miren a la pequeña perra. Pasa, el jefe te está esperando ─uno de ellos se hizo a un lado para dejarlo pasar, pero para incomodar a Mo Guan Shan dejó solo el espacio suficiente para que pasara rozando un poco su cuerpo.

Mo Guan Shan solo pudo apretar sus dientes y sus puños y avanzar con pasos rápidos a través del pequeño espacio que dejó el tipo en la entrada para él, cuando pasó a través de la puerta tratando de no rozar al hombre que lo observaba con una asquerosa sonrisa y adelantó unos pasos hacia adentro escuchó al otro guardia decirle algo al otro pero tal vez escuchó mal.

─ Ya lo quiero ver de esa forma.

Mo Guan Shan no quería pensar tanto en eso y saber lo que significaba, se acercó rápido hacia donde estaba una mesera y le preguntó inmediatamente.

─ ¿Y tu jefe?

La chica le señaló a las mesas privadas─ En la sala número cuatro.

─ Gracias.

Mo Guan Shan no quería llegar nunca. La sensación que tiene ese lugar no le agradaba para nada, el estilo rústico le daba mala espina, es como si quisieran disimular que posiblemente no vendan cosas ilícitas debajo de las mesas y las luces neón en el pequeño escenario del fondo lo hacen ver como si en cualquier momento pudiera salir alguna mujer en poca ropa a bailar.

Una puerta oscura con el número cuatro estaba frente a él. Se quedó unos instantes ahí sin querer sacar sus manos de las bolsas de su chaqueta para abrir. Pero para su mala suerte, esta se abrió a los pocos segundos y una voz con cierto tono de burla lo invita a entrar.

─ ¿Te vas a quedar ahí parado como idiota?

Cuando Mo Guan Shan entra nota inmediatamente a cinco personas a parte de She Li en la habitación, se queda cerca de la puerta mientras aprieta su puño fuerte en la bolsa de su chaqueta. No quiere hablar, pero su quijada comienza a doler de lo fuerte que ha mantenido sus dientes apretados desde que entró.

─ Debo decir que creí que no vendrías ─lentamente sacó dos billetes y se los dio a alguien a su lado─ Sinceramente no quería levantarme de aquí a perseguir a un perro asustado por la ciudad. Veo que estás agarrando valor.

─ Ve al punto.

She Li señaló con un movimiento de su cabeza el sofá frente a él─ ¿No quieres primero ponerte cómodo? Hay algo interesante que quiero proponerte.

En la pequeña mesa de al lado estaban dos pequeños vasos y un frasco de alguna bebida alcohólica que Mo Guan Shan no podría adivinar que era solo observando, siguió con su mirada las pálidas manos de She Li sirviendo el dorado líquido a los dos vasos y ofreciéndole una a él.

─ No quiero beber eso ─dice inmediatamente.

─ Al menos siéntate.

─ Me niego. Por favor dime por que me quieres aquí.

She Li lo observó con mirada severa mientras se acercaba el vaso a los labios─ Bueno, entonces iré al grano ─puso el vaso de vuelta a la pequeña mesa de al lado.

Mo Guan Shan se dio cuenta que She Li no bebió ni un sorbo de dicha bebida.

She li comenzó a hablar con una voz juguetona─ Cuando caminaste hacia acá ¿No te diste cuenta que hay un escenario vacío?

Mo Guan Shan frunce el ceño comenzando a molestarse y lo interrumpe inmediatamente─ No seré un maldito bailarín ─se quedó unos momentos en silencio─ Pero... si quieres que haga de mesero no tengo ningún problema con eso y ademas ya tengo experiencia.

She Li arrugó sus cejas con un leve enfado─ Eso no es lo que yo quiero, quiero que hagas un trabajo por una semana y te pagaré bien, no tienes que hacer mucho. Solo quedarte parado en- ─Mo Guan Shan lo interrumpe otra vez con un gruñido.

─ Me niego, no quiero hacer un trabajo sospechosamente fácil, más si el que me lo ofrece eres tu, puedo ser mesero o lava platos, fuera de eso no me interesa lo que tengas que decir.

She Li se recostó lentamente en el sofá y estiró los brazos extendidos sobre este, uno de los que estaban ahí en la habitación dio un paso al frente antes de que la mano de She Li lo detuviera─ Necesitas dinero, pero eres demasiado huraño con lo que quieres hacer, que mal que pierdas la oportunidad de ganar lo suficiente para los recibos del hospital en el periodo corto de una semana trabajando en algo tan sencillo.

El corazón de Mo Guan Shan latió más rápido─ ¿Cómo es que sabes sobre...? ─gruño con los hombros tensos. Le miraba con una expresión de odio. Todo esto lo estaba asustando.

She Li se comenzó a reír─ ¿No te da curiosidad sobre lo que tendrías que hacer si aceptas? Vamos, no es tan peligroso como lo piensas. Ni siquiera es ilegal.

Mo Guan Shan se hartó─ Sigues repitiendo la misma mierda, ya te dije que no me interesa, me voy ─caminó hacia la puerta y salió de la habitación.

She Li se burló de nuevo, pero su expresión no mostraba que le pareciera gracioso ─ Nos vemos después, sé que así será pequeño perro.

She Li, un orgulloso y egocéntrico Dom que se aprovecha de su género y ve a todos como peones, Mo Guan Shan incluso agradeció internamente que nació como Dom y no como Sub, por que sino entonces She Li no tuviera compasión de él.

Mo Guan Shan salió de BAR ZONA CERO y caminó directo hacia una tienda de conveniencia, por alguna razón le dio una sed excesiva estando ahí dentro.

Sus pasos de pronto se detuvieron al tener a una persona en su camino.

─ ¿Qué quieres? No estoy de humor en estos momentos para tratar contigo ─Mo Guan Shan le pareció conocido, pero eso no le interesaba en esos momentos.

─ ¿Tienes tiempo? Quiero hablar contigo sobre algo muy importante ─El hombre le ofreció una lata de jugo. Se notaba claramente que estaba un poco molesto. Pero lo podía disimular de forma decente.

Mo Guan Shan agarró la lata y preguntó mientras la abría─ Habla. ¿Que asuntos traes conmigo?

El tipo dio un leve suspiro de alivio─ ¿Podemos caminar por el parque mientras hablamos?

Mo Guan Shan lo miró con un poco de molestia─ Si, lo que sea, mientras no seas un testigo de Jehová está bien.

─ Gracias.

Bueno, al menos Mo Guan Shan notó que no era un estafador, además sentía un poco de curiosidad por lo que este tipo tenga que decirle.

Palabra De Seguridad [19 Days/DomSubverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora