12: Presencia

181 26 6
                                    

Zhan Zheng Xi notó la incómoda mirada de Mo Guang Shan, por lo que soltó los brazos de Jian Yi y se encaminó hacia él.

─ ¿Qué habilidades tienes?

Mo Guang Shan respondió rápidamente─ Casi cualquier cosa, aprendo rápido.

─ Bien, serás el nuevo mesero.

Un suspiro de alivio se dejó escuchar apenas por parte del pelirrojo.

─ Gracias, muchas gracias. ¿Cuándo empiezo?

─ Comienzas temprano mañana.

─ Está bien.

Jian Yi solo veía a Zhan Zheng Xi y Mo Guang Shan en una conversación de la que no estaba al tanto y en la que no se le había incluido. El Sub solo los observó y luego se retiró hacia la cocina. No quiso escuchar más, porque le avergonzaba un poco recordar cómo se sintió esa noche.

Deseaba volver a experimentarlo, pero esta vez con Xixi.

Esa noche, mientras Jian Yi se distraía en su celular y Zhan Zheng Xi se ocupaba de cocinar, el ambiente estaba notablemente más silencioso de lo habitual. Zheng Xi no solía encontrarse en un silencio tan completo con Jian Yi presente, por lo que dedujo que quizás estaba molesto debido a que había tomado una decisión sobre la cafetería sin consultarlo antes, ya que notó cómo se había alejado de él en silencio más temprano.

─ Jian Yi.

─ ¿Sí?

─ ¿Estás molesto?

Jian Yi bajó el celular y miró hacia la cocina.

─ No. Si es por Mo Guang Shan, no me molesta. Me cae bien ese tipo.

Zhan Zheng Xi apretó el cuchillo con el que estaba cortando las verduras.

─ ¿No estás molesto por haberlo contratado sin consultarlo contigo?

─ Confío en las decisiones que tomes para el bien de la cafetería. Aunque no puedo evitar sentir curiosidad sobre la razón detrás de esto.

Zheng Xi dejó la cocina y se aproximó a la sala, donde encontró a Jian Yi absorto en su celular.

─ Yo... Le prometí darle trabajo a cambio de aceptar verte.

Jian Yi detuvo su actividad en el celular. Ambos quedaron en silencio.

Zhan Zheng Xi deseaba aclarar las cosas antes de que Jian Yi malinterpretara algo. Sabía que Jian Yi tenía una imaginación muy activa.

─ Está bien, ya te dije que confío en ti. Además, no es como si algo cambiara con esa decisión.

─ ¿Cómo qué? ─preguntó Zheng Xi.

─ No lo sé. ¿Ya está la comida?

Zhan Zheng Xi dejó caer los hombros. Se preocupaba de que un día Jian Yi viniera y le contara que había entablado una relación con alguien que pudiera satisfacer sus necesidades biológicas.

─ Todavía no.

Zhan Zheng Xi sentía un miedo persistente de que Jian Yi lo abandonara, a pesar de que Jian Yi le había entregado su corazón y su alma.

...

En esa tarde, la cafetería estaba llena de risas y charlas animadas. Un grupo de adolescentes se había reunido en una mesa cercana al mostrador, compartiendo historias con risas un poco escandalosas y tomando sus bebidas.

Mo Guang Shan, quien ya tenía un mes trabajando en la cafetería, atendía el mostrador con una sonrisa amable mientras preparaba los pedidos con rapidez y precisión. Sin embargo, en medio de la animada multitud, un pequeño malentendido surgió cuando uno de los adolescentes recibió un café con leche en lugar de un cappuccino, tal como había pedido.

El adolescente, visiblemente molesto, levantó la voz y comenzó a quejarse ruidosamente. Sus amigos, que no estaban enterados del error, también se unieron a la queja, creando un alboroto en la cafetería. Los demás clientes miraron sorprendidos y el ambiente se volvió tenso.

Mo Guan Shang apretó sus dientes y se acercó cuando notó la situación y decidió intervenir de manera calmada pero firme, sorprendido de su propia paciencia. Se acercó al grupo de adolescentes con una sonrisa tranquilizadora.

─ Lamento mucho el error en su pedido. Déjeme corregirlo inmediatamente ─dijo Mo Guan Shang mientras tomaba el café con leche y lo cambiaba por un cappuccino recién preparado.

El adolescente que se estaba quejando del pedido, aún frustrado, cruzó los brazos y miró a Mo Guan Shang con desconfianza─ Deberían tener más cuidado con los pedidos, es inaceptable que cometan errores así aquí.

Mo Guan Shang asintió intentando mostrar comprensión y empatía hacia el cliente molesto─ Entiendo su frustración y lamento sinceramente el error. Nos esforzamos por brindar el mejor servicio posible, pero a veces pueden ocurrir equivocaciones. Estoy aquí para corregir el problema y asegurarme de que todos ustedes disfruten de su visita.

Al ver la respuesta tranquila y profesional del empleado, los otros adolescentes comenzaron a calmarse y miraron con atención.

Mo Guan Shang continuó mientras la sonrisa amable y carismática iba cambiando poco a poco a una mirada sin expresión─ También quiero pedirles que traten a nuestro personal con respeto. Entendemos que puedan estar molestos, pero no es adecuado elevar la voz ni faltar el respeto. Estamos aquí para ayudarles y resolver cualquier inconveniente de la mejor manera posible.

El líder del grupo miró a sus amigos y luego miró a Mo Guan Shang, pareciendo reflexionar sobre esas palabras y mostrándose intimidado del Dom que tenía enfrente. Lentamente, su expresión se suavizó y asintió con una leve sonrisa torcida.

─ Lo siento, qui... quizás me dejé llevar un poco. Gracias por corregir el pedido ─dijo el adolescente, finalmente mostrando respeto hacia Mo Guan Shang. Quien enderezó su espalda y volvió a tener su sonrisa y mirada amable.

Zhan Zheng Xi lo observó desde unas mesas más adelante.

Quizás no se había equivocado al contratarlo.

Caminó hacia la cocina para dejar unas bandejas y tomar un vaso de agua. En ese momento, Jian Yi se acercó sigilosamente por detrás y le dio un empujón en las costillas con el dedo, haciendo que Zhan Zheng Xi derramara toda el agua.

─ ¡Déjame! ─comenzó a toser ruidosamente mientras Jian Yi le quitaba el vaso de las manos y golpeaba con fuerza su espalda.

─ Perdón, no sabía que te ibas a asustar así ─se disculpó Jian Yi mientras le daba el último golpecito en la espalda a Zhan Zheng Xi, quien se apartó con la espalda adolorida.

─ ¿Cómo se te ocurre...? Se me fue el agua a la nariz.

─ Déjame sacártelo, me dijeron que se sale si aspiras el agua por la boca.

─ Tú... lo que quieres es darme un beso, niño mañoso.

Jian Yi negaba con la cara roja mientras tenía una expresión divertida. ─ Pues tú te pierdes de mis increíbles besos.

Zhan Zheng Xi comenzó a reír y se sostuvo de la mesa. ─ Pues el espejo no se los pierde.

Jian Yi gritó avergonzado. ─ ¡Cállate! ¡Y no deberías espiar a las personas cuando entran al baño!

Entonces, ambos notaron la presencia de Mo Guan Shan, quien solo tomó un vaso de agua y se alejó en silencio.

Zhan Zheng Xi aclaró su garganta, con el rostro avergonzado. ─ Volvamos al trabajo.

...

Jian Yi creyó que al cumplir la mayoría de edad podría establecerse con Zhang Zhen Xi en una casa con un bonito jardín, abrir su propia cafetería y lucir orgulloso un hermoso collar en su cuello que lo haría ver más atractivo.

Bueno, la cafetería ya está en funcionamiento y se siente orgulloso de ella por el ambiente que lograron transmitir con la decoración, solo falta conquistar a Zhang Zhen Xi con su atractivo y su café.

─ El café está rancio.

Jian Yi le arrebató la taza a He Tian. ─ ¡El café ni siquiera era para ti!

Pero primero tiene que cerrar para que este tipo se vaya.

─ Dame dos sándwiches y un té helado ─pidió He Tian sin vergüenza.

Jian Yi se quejó─ Ya estamos preparándonos para cerrar, debiste pedir eso cuando viniste hace una hora.

─ Hace una hora no tenía hambre.

Jian Yi se cruzó de brazos─ Pues te aguantas porque igual no te lo daré.

He Tian apoyó su cabeza en su mano luciendo aburrido─ ¿Es esa la atención al cliente perfecta de la que tanto presumen?

─ Vete, de todos modos Mo Guan Shang tuvo un día libre hoy.

Esta afirmación hizo que He Tian enderezara su espalda y pareciera más animado─ Hablando del pequeño, ¿Dónde vive?

─ No te daré esa información.

─ Te diré algo interesante sobre Zheng Xi ─respondió He Tian de inmediato.

Jian Yi se burló─ ¡Ja! Xixi y yo nos conocemos desde preescolar. ¿Hay algo que no sé de él?

El pelinegro encogió los hombros, luciendo una sonrisa un tanto pícara─ ¿Lo sabes todo?

Esto hizo que Jian Yi dudara por unos segundos─ Bueno... Pues cada uno tiene sus secretos y su vida privada.

Al notar que no podía provocarlo, He Tian se levantó de su asiento con una expresión un tanto decepcionada─ Lo que sea, no es como si quisiera verlo.

Jian Yi solo lo vio salir en silencio del local─ Bobo.

La cafetería se sumió en un extraño silencio. La mayoría de las mesas estaban limpias y apiladas, mientras que las luces se redujeron para señalar que estaban a punto de cerrar.

Jian Yi se encontraba solo detrás del mostrador, ocupado con las tareas finales de cierre. Estaba nervioso porque Zhang Zheng Xi había salido a buscar algunos suministros adicionales para el día siguiente y aún no había regresado a tiempo.

Con cada minuto que pasaba, la incomodidad de estar solo en la cafetería crecía en Jian Yi. La quietud del lugar y la oscuridad fuera de las ventanas acentuaban su sensación de aislamiento. Los sonidos de los coches en la calle se habían desvanecido, lo que hizo que la sensación se volviera aún más pesada y lo dejó inquieto.

─ Xixi... por favor, aparece pronto.

Para disipar su inquietud, Jian Yi comenzó a tararear la música favorita de Zheng Xi. En ese momento, la campanilla de la puerta sonó, indicando que alguien había entrado. Jian Yi se giró hacia la entrada y se encontró con un hombre desconocido de cabello blanco.

─ Disculpa, pero ya hemos cerrado por hoy... ─Jian Yi se quedó en silencio al observar a ese hombre; permaneció inmóvil porque el desconocido tenía una presencia imponente que recordaba a un Dom, y como su rostro estaba en sombras debido a la escasa luz en la cafetería, no podía distinguir bien de quién se trataba.

El desconocido se acercó al mostrador con pasos lentos mientras mostraba interés en la decoración.

─ ¿Trabaja aquí Mo Guan Shan?

Jian Yi notó que era un tipo peligroso, pero no sabía si podía mentirle sin que se diera cuenta. Nervioso, respondió con voz suave.

─ Perdón, pero no sé de quién habla.

Jian Yi no sabía qué hacer si el tipo se volvía más insistente. Había algo en sus ojos que le resultaba familiar, pero al mismo tiempo, no quería averiguarlo. Repasó mentalmente si había tomado sus pastillas en la mañana y sintió un alivio cruzar por su pecho al recordar haberlo hecho.

El desconocido se acercó al mostrador y preguntó de nuevo, esta vez con una voz más ronca y amenazante.

─ ¿Has visto a alguien llamado Mo Guan Shan?

Jian Yi, nervioso, respondió con la cabeza agachada.

─ No.

La sensación de vulnerabilidad de Jian Yi aumentaba a medida que el desconocido seguía frente a él, preguntando por la persona que buscaba. Su voz firme y su mirada intensa lo hacían sentir aún más inseguro, e inconscientemente dio un paso hacia atrás.

Justo cuando la tensión parecía estar en su punto máximo y Jian Yi no tenía idea de qué hacer si ese tipo le daba una orden, la puerta de la cafetería se abrió nuevamente, y Zhang Zheng Xi regresó con los suministros que estaba buscando. Al entrar, notó de inmediato la tensa situación que se había formado.

Jian Yi, al ver a su amigo regresar, sintió un gran alivio que lo hizo soltar el aire que no sabía que estaba reteniendo en los pulmones. La presencia de Zhang Zheng Xi le brindó consuelo y seguridad en ese momento en el que tenía mucho miedo.

Zhang Zheng Xi se acercó al mostrador y tranquilamente preguntó al desconocido si podía ayudarle en algo. La atmósfera se relajó gradualmente mientras Zhang Zheng Xi resolvía la confusión.

Jian Yi se retiró a la cocina y allí esperó a Zhang Zheng Xi, con las manos temblando de nerviosismo. Pasaron unos minutos antes de que Zhang Zheng Xi entrara a la cocina.

─ ¡Xixi! ─Jian Yi gritó en cuanto se lanzó hacia Zhang Zheng Xi, quien lo atrapó con un poco de dificultad.

─ ¡Oye, deja de hacer eso!

Jian Yi lo interrumpió con voz nerviosa─ ¿Qué quería ese tipo? Dijo que estaba buscando al pelirrojo.

Zhang Zheng Xi bajó la cabeza, mostrando también signos de nerviosismo─ No sé lo que quería, pero es mejor que Guan Shan no aparezca por aquí.

Jian Yi frunció el ceño─ ¿Por qué?

─ Ese no es un tipo cualquiera. Su presencia es muy fuerte. Y no sé en qué líos estaba metido Guan Shan para que alguien como él lo ande buscando. Tampoco quiero que nos ganemos problemas.

─ Entonces... ¿Vas a despedirlo?

Zhang Zheng Xi se quedó en silencio y Jian Yi entendió la respuesta.

Ambos se sintieron tristes por él.


Palabra De Seguridad [19 Days/DomSubverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora