–... no puedo decirte mucho, ¿no es de ciencia ficción de conocimiento común que decirle a alguien demasiado del pasado arruinaría el futuro?
– supongo que tienes razón. – Tao suspiró, – bueno, ahora sé que me mudé, considerando que ahora vives en mi casa.
– ¿en serio? ¿eso es lo que te preocupa? ¿qué pasa con el asunto de "hablar con alguien del futuro"?
– ¡obviamente yo también estoy confundida! – mencionó rápidamente, Yanfei pudo notar el tono nervioso en su voz, – ¿cuántos años tienes?
– 24 – Yanfei no sabía por qué le estaba contando esto a una desconocida, pero su soledad y desesperación se apoderaron de ella.
– tengo 21 – respondió Tao sin dudarlo, Yanfei asumía que era una chica segura de sí misma.
Yanfei permitió que la curiosidad reemplazara su creciente ansiedad por el teléfono mágico. – ¿a qué te dedicas? – Tao río dulcemente entre dientes.
– trabajo en la funeraria de mi familia, así que, digamos que estoy acostumbrada a lidiar con la muerte, ¿y tú?
– ¿sé lidiar con la muerte? ¿o lo que hago para ganarme la vida?
– hm, ¿por qué no contestar las dos? Tengo tiempo.
Yanfei se recostó en su cama, mirando hacia el techo, – no creo saber lidiar con la muerte exactamente, además, gano la vida como abogada, no es algo que me tope todos los días de manera directa.
– ¿abogada? ¿qué clase de anticuado trabajo es ese?
Yanfei sonrió, incrédula de lo que había escuchado, – ¡te recuerdo que la anticuada aquí eres tú!
Sus tímpanos fueron invadidos por la intensa risa burlesca de la chica al otro lado del teléfono, – ¡de este lado sigo siendo más joven que tú, abogada anticuada! – bromeó Tao, logrando conseguir una audible risa por parte de Yanfei.
– bueno, debería irme, tengo que dormir. – escuchó el abucheo infantil de Tao al otro lado del teléfono. Por más divertido que fuera hablar con Tao, se estaba haciendo muy tarde y tenía varios casos que revisar.
– adiós, número equivocado. – se despidió Tao suavemente.
– adiós, anciana.
– ¡oye! Aún no soy una anciana– dijo Tao con voz risueña, antes de finalmente colgar.
Había pasado una semana desde que Tao y Yanfei empezaron a hablar, y no hace faltar decir que se habían vuelto muy buenas amigas. Yanfei había comenzado a almorzar en su habitación, esperando una llamada telefónica aproximadamente a la misma hora todos los días, y nuevamente con la cena por la noche. Hablaban de cualquier cosa y de todo, incluida su infancia y las cosas favoritas de su época. Tao le había hecho prometer a Yanfei que no la buscaría en el 2020, ni que trataría de saber más sobre ella buscando en Google (fuera lo que sea eso). Así que Yanfei cumplió su promesa y continuaron hablando como si la única distancia entre ellas fueran millas y no tiempo.
– es extraño, no podemos comunicarnos físicamente. Quiero decir, podemos, pero supongo que eres mayor. – dijo Yanfei, con una pequeña risa.
– tengo una idea – responde Tao después de un tiempo. Dejó el teléfono sobre su tocador y le dijo a Yanfei que volvería. Yanfei esperó pacientemente, contando las muchas flores en el tapiz de la pared, cuando escuchó la débil voz proveniente del teléfono nuevamente. – ¿cuál es tu idea? – preguntó, volviéndose de lado sobre la almohada.
– ve a la pared junto a la ventana– instó a Yanfei, esta soltó un quejido, indicando su cansancio, pero Tao insistió en que fuera. A regañadientes, se levantó y caminó hacia la pared junto a la ventana como Tao le había indicado.
– ¿ahora qué?
Tao estaba junto a la ventana. Las paredes donde estaba (en su línea temporal) eran mucho más nuevas e intactas que las de Yanfei. Había salido del cobertizo con un cubo de pintura de un rosado oscuro. Se sujetó el teléfono entre la mejilla y el hombro y abrió la lata de pintura.
– ¿Tao? ¿qué estás haciendo? – escuchó a Yanfei preguntar.
– sólo mira la pared. – respondió, mientras tomaba un pincel y aplicaba una fina capa de pintura en toda su mano. – ¿lista? – Yanfei suspiró.
– sí, aunque no sé exactamente para qué estoy lista.
Yanfei esperaba junto a la pared, tarareando disimuladamente. De repente, la pintura de cal comenzó a aparecer en la pared. Estaba apareciendo lentamente y un poco astillada y gastada, pero apareciendo de todos modos. – ¿Yanfei? ¿estás ahí? Espero que lo veas y que nadie lo borre después de que me mude.
Era la huella de su mano, de la mano de Tao; una huella que, ahora más oscura y tenue, parecía de un color rojizo muy suave, tal vez siendo rosa originalmente. Yanfei se quedó en silencio y distraídamente, casi por instinto, puso su propia mano sobre la huella de pintura, La mano de Tao parecía un poco más grande que la suya, un poco más delgada también.
– ¿Yanfei? – Gritó Tao, haciendo que Yanfei quitara su mano rápidamente de la huella.
– yo- sí, la veo
Tao se río entre dientes, maliciosamente. – ¿me tomaste de la mano, Fei? – preguntó.
– QU- YO-NO– Yanfei se atragantó con sus palabras, haciendo que Tao se echara a reír estruendosamente.
– cálmate, estoy bromeando. – Yanfei juraría que podía ver su burlona sonrisa, – me pregunto qué más podríamos intentar.
Yanfei se sentó en su cama, todavía mirando la huella de la mano pintada. – me pregunto por qué nunca me has visitado.
– ¿qué? – cuestionó Tao.
– ¿por qué tu yo del futuro no me ha visitado todavía desde que empezamos a hablar? Por ejemplo, porqué nunca viniste el 29 de julio para decirme que eres con quien estoy hablando. – reflexionó Yanfei con curiosidad.
– quizás estoy muerta – respondió Tao, medio en broma.
Yanfei odiaba ese pensamiento. Era posible, y luchó contra el impulso de buscarlo en Google y averiguar todo lo que pudiera sobre Tao; pero la única información que tenía era que había vivido aquí antes, y Tao no quería que Yanfei fuera a buscarla. Se dieron las buenas noches y Yanfei durmió de lado, mirando la huella rojiza de la mano en la pared.
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Flores de 1970 (YanTao)
Romanceun fanfic YanTao acerca de dos chicas en diferentes líneas temporales que probablemente te hará llorar. esto es una adaptación del fic "flores de 1970 (DNF)", de astronomika en Ao3 que hice para mis amigos y me convencieron de subirlo en wattpad, a...