Flores de 1970 (YanTao)

Capítulo 15: Tape side B

Tao podría haberse aprovechado de las llamadas de Yanfei, podría haber preguntado por los ganadores de futuros juegos deportivos y apostar por ellos para hacerse rica, podría pedir los secretos del futuro y usarlos para beneficio personal, pero ¿qué quería Tao? Todo lo que quería hacer era hablar con una chica solitaria que nunca había tenido a alguien que se preocupara por ella como Tao lo hacía. Tao nunca tuvo intenciones que la ayudaran a sí misma; tal vez al principio su curiosidad la llevó a anhelar más respuestas, pero después de conocer a Yanfei, todo eso desapareció y fue reemplazado por lo que ella vio como una hermosa amistad.

Esas llamadas telefónicas eran sus pequeños secretos. Sus pocas horas en la oscuridad, noches lúgubres para relajarse y ser ellas mismas para alguien que las consolara y riera con ellas. Era algo a lo que ambas se habían acostumbrado.

Yanfei se había despertado aturdida después de haber dormido en una posición incómoda toda la noche. Quiso ver la hora en su teléfono, pero se dio cuenta de que había muerto debido a la canción que sonaba en su teléfono durante la noche. Soltó un quejido poniéndose de pie. Decidió desayunar y salir a caminar ya que hacía un día tan agradable afuera, y sería perfecto, ya que su teléfono estaría cargado para ese momento.

Después de comerse un par de sobras y lavarse los dientes, corrió de regreso a su habitación en busca de su teléfono, desenchufándolo antes de bajar las escaleras. El sol que acababa de salir e iluminaba el barrio de tal forma que todo aquel que se tomara el tiempo de salir lo consideraría el día perfecto; Yanfei continuó con su ritual habitual de revisar las flores plantadas. Dio unas palmaditas en el suelo, "nada todavía, supongo", se dijo a sí misma, suspirando antes de levantarse y caminar sobre la hierba recién rociada, el agua se filtró levemente a través del material de sus zapatos, pero no lo suficiente como para desviarla del curso de su buen día. No había hecho un plan previo y no iba a ningún lugar en particular, por lo que decidió que era mejor caminar que conducir, porque su cardio había sido horrible y era algo en lo que necesitaba trabajar.

Liyue Harbor estaba lo suficientemente cerca como para ser soportable, pero también lo suficientemente lejos como para hacer un buen ejercicio. De hecho, Yanfei no había vuelto a la plaza de la ciudad desde que fue a la tienda de Albedo. Era una caminata de quince minutos y se tomaba su tiempo porque le gustaba escuchar canciones durante las caminatas, así que caminaba al ritmo de la música.

Una vez llegó, se saltó los pequeños cafés y los lugares de comida rápida, y exploró las tiendas que nunca había visto antes. Había una vieja y deteriorada sala de juegos que todavía atraía a muchos niños y adultos que anhelaban un toque de nostalgia, una tienda de tés que tenía pruebas de sabor gratuitas (en las que Yanfei se divirtió mucho) y otras gemas ocultas que Yanfei nunca había conocido.

Miró hacia arriba y vio una pequeña puerta a su izquierda; nunca lo habría visto si no se hubiera detenido frente a la puerta. Era una librería, y Yanfei se sintió atraída de inmediato y entró sin pensar en el interior mientras sonaba un cencerro cuando se abría la puerta. Era mucho más grande de lo que esperaba después de verlo desde fuera. Había pasillos que albergaban no solo libros, sino también música, incluidos discos, casetes y CD; sin embargo, lo que llamó su atención fue quién estaba detrás del mostrador.

Era Shenhe. Estaba empaquetando un libro para un cliente, agradeciéndole por su compra y después de ver que tenía un hijo, incluyó una hoja de pegatinas y un marcador de libros. Sus verdaderos colores se estaban mostrando; realmente no odiaba a los niños.

Yanfei se acercó con confianza y Shenhe la notó hasta que estuvo justo enfrente del mostrador. Seguía jugando con la caja registradora, mirando hacia abajo. – hola, que- Shenhe miró hacia arriba y vio que era Yanfei, – Yanfei, nunca te había visto aquí antes.