Capítulo 17: Una charla sincera

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Xiao era el amigo más cercano de Tao. Se conocieron en 1962 después de la escuela. Tao estaba sentada en una escalera y Xiao acababa de salir por las puertas metiendo papeles en su mochila. Una página de su tarea de matemáticas salió volando, el viento la llevó hacia donde se encontraba Tao, llorando en sus brazos.

–¿estás bien? – le había preguntado Xiao a la niña, quien se negó a mirarlo ni a mostrar ningún indicio de haber escuchado lo que dijo. – no vine aquí para molestarte, solo quería que me devolvieran mi hoja.

Tao se reveló desde su posición vulnerable, evitando el contacto visual con el niño antes de tomar el papel y entregárselo– aquí tienes, lo siento.

Xiao recuperó el papel de Tao y estaba a punto de alejarse cuando decidió que no quería dejar a la niña llorando en la escalera sin al menos saber si podría llegar a casa sana y salva. – no parece que estés demasiado bien– dijo lo obvio, y Tao se quedó mirando frente a ella a un hombre que agarraba una botella en la mano y le gritaba a una mujer. Xiao siguió su línea de visión, y después de darse cuenta de lo que estaba mirando Tao, hizo un sonido que indicaba que había entendido. – ¿es por eso por lo que estás triste? ¿quién es ese?

Tao se quedó callada por un momento, preguntándose por qué este chico había estado tan interesado en su situación. Era cínica y buscaba una razón más profunda de por qué al chico le había importado tanto, pero no pudo encontrar ninguna– mi papá– Tao finalmente habló casi perforando con la mirada al borracho en el estacionamiento.

Xiao se sentó a su lado, – ¿la mujer es tu mamá?

– sí– respondió, lloriqueando y secándose el ojo con la áspera manga de su chaqueta, – mi papá es un auténtico saco de pulgas para ella; no la lastima, pero le grita. Y a mí.

– el mío también– Xiao se llevó las piernas al pecho y las rodeó con el brazo– mamá dice que es porque todavía está salido de la guerra.

Los ojos de Yanfei se agrandaron– mi mamá también me dice eso– se veía más feliz sabiendo que no era la única en su situación actual– ¿tu papá peleó en la guerra, entonces?

– sí, – Xiao se volvió hacia la chica– tiene muchas medallas y esas cosas, no me deja tocarlas.

– mi papá nunca recibió ningún premio– señaló Tao con un gesto hacia su padre, que estaba apoyado en su auto mientras su madre se pellizcaba la nariz con molestia.

Xiao vio un coche estilo "bochito" blanco y se levantó rápidamente– oh, tengo que irme– le dijo a Tao, quien también se levantó, – ¿quizás podamos hablar más en la escuela?

–definitivamente– Tao extendió su mano– soy Hu Tao. Estoy en la clase B.

Xiao tomó la mano de la chica y la estrechó, – Xiao– se presentó– tendré que postergarlo, pero nos vemos aquí mañana después de la escuela de nuevo. – gritó mientras corría hacia su auto.

Tao estuvo de acuerdo y miró sombríamente a sus padres en el estacionamiento. Todavía tenía miedo de acercarse a ellos y animarlos a que la llevaran a casa ya, había demasiada tensión que sentía, pero no podía entender. Comenzó a caminar hacia ellos de todos modos, cuando vio a Xiao corriendo hacia ella.

– mi mamá dijo que puede llevarte a casa, ¿quieres? Te puedes quedar un rato en la mía también– ofreció.

Los ojos de Tao se agrandaron y asintió con entusiasmo– me encantaría, muchas gracias, Xiao.

– no hay problema, también puedo mostrarte las medallas de mi papá– dijo Xiao con emoción mientras caminaban hacia su auto, – ¿a tus padres les importa?

Flores de 1970 (YanTao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora