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──¿Y que es lo que tanto me querías decir?──Pregunto Hurrem después de un conversación con su hija, a la que veía demasiado ansiosa.
──Yo ya me case.──Explico Kosem mirándola.
──En Manisa no hay buenos candidatos, dile que te divorciaras, ya buscare alguien apropiado para ti.
──Nunca Fui a Manisa.──Dicto Kosem mirando a su la mujer pelirroja que tenia enfrente, confundiéndola.
──¿¡Te fuiste a otro lugar y no me lo dijiste?!
──Si te decía a donde iba, nunca me hubieras dejado partir.
──¿Y a donde viajaste?──Pregunto Hurrem intentando ocultar su enojo, aunque claramente no lo lograba, sus ojos destilaban fuego.
──Imperio Safavida.──Hablo rápidamente la emperatriz Safavida.──Me case con el Sultán Safavida.
Esta última oración, fue un balde de agua fría para Hurrem, si ella se había casado con un Safavida, eso significaba que su hija ahora era enemiga del imperio otomano, enemiga de Suleiman, sus hermanos y de ella.
Su hija ahora era su enemiga.
──¿Cómo pudiste?──Pregunto temblorosa Hurrem.──¿Cómo pudiste casarte con un bárbaro?
──Si vamos hablar de barbaros, el Sultán Suleiman también lo es, ¿No recuerdas que ibas a casarte con un pintor en tu natal Rutenia?
Hurrem suspiro y miro a su hija, no sabia como sentirse, si enojada, preocupada por que Suleiman se enterase y quisiera matarla, o simplemente tranquila por que su hija había encontrado a una persona para compartir toda su vida.
──Sé que es difícil.──Dijo Kosem delante de su madre.──Pero ellos no son como lo creemos, son personas como nosotros, tienen familias y costumbres nuevas, de igual manera siempre me dijiste que querías que tuviera poder político, y lo tuve.
──Cuando te dije que tuvieras poder político, me refería a que te casaras con un Paşa.
──Me case con un Sultán, es mejor.
──¿Es un buen hombre?──Pregunto Hurrem con los ojos cerrados.
──Lo es.──Sonrió Kosem.──Es el hombre más gentil y magnifico que he conocido.
──Ven acá.──Hurrem extendió los brazos a su hija, la cual no dudo en ir a envolverse allí.──Siempre has tenido un buen juicio, como en el caso de Firuze, así que si te casaste con el, es porque es una buena persona.
──Gracias.
──¿Vino contigo?
──No, el vendrá en algunas semanas, ya lo conocerás, te agradara.
