15

234 36 10
                                    

- ¿Qué he hecho?- Momo se tiró agotada en su cama, agotada mentalmente porque no había hecho más que el desayuno y huir lo más pronto posible del incómodo silencio que había en aquella mesa.

Después de lo acontecido entre Nayeon y ella no cruzaron ninguna palabra, durante el desayuno no se escucho más que el sonido de los cubiertos resonar contra los platos e incontables suspiros de nerviosismo y culpa por parte de Momo. Se sentía culpable, según ella, Nayeon la despediría por aprovecharse de un momento de debilidad.

A pesar de todo, toco sus labios con la yemas de sus dedos, recordando lo bien que encajaban con los de Nayeon, el sabor a fresas que tenia combinado con el salado de sus lágrimas, sabe que hizo mal al besarla pero no se arrepiente, era algo que simplemente no podía evitar, ver a Nayeon tan vulnerable, le daban ganas de protegerla, abrazarla y nunca soltarla, evitar que derramara cualquier clase de lágrima, ver como su "novio" la obligaba a besarlo la enfureció tanto que solo pudo pensar en borrar cualquier rastro de aquel idiota.

Su corazón no dejaba de latir rápidamente, como si fuera una niña en plena adolescencia cuando su crush la mira, ese beso con Nayeon fue especial para ella, aunque sabe que le pudo haber costado su trabajo, sabe que Im puede venir en cualquier momento para regañarla, no se arrepiente, necesitaba ese beso, y tiene la satisfacción de que fue correspondido, obviamente la empresaria no se encontraba en sus cinco sentidos, pero igual, fue especial.

La puerta sonó - Momo... ¿puedo pasar? – La pelinegra se reincorporó inmediatamente al escuchar la voz. Se aclaro la garganta y trato de parecer lo más tranquila – Pasa – Musitó, mientras pensaba como carajos iba a arreglar lo que había hecho, no podía perder su trabajo, no llevaba ni siquiera una semana, y Sana no podía pagar las consecuencias de sus acciones tampoco.

- ¿Necesitas algo? – Preguntó sin mirar la cara de su Jefa, estaba muy avergonzada.

- No precisamente ¿te encuentras bien? Estuviste rara durante el desayuno – Momo levanto la mirada encontrándose con el sereno rostro de Nayeon, no mostraba ningún sentimiento, era completamente neutro y eso preocupo a Momo.

- Y-Yo no me sentía bien, eso es todo – Momo estaba esperando nada más que Nayeon le dijera algo como "Estas despedida" o "Te demandaré por acoso" pero en cambio, Im le sonrió, derritiéndola en segundos.

- Espero que pronto te sientas mejor, me llamaron del restaurante, me pidieron que fuera a inspeccionar algunas cosas y como mi guarda espaldas debes ir conmigo – Momo miró confundida a Nayeon, ¿No la iba a despedir? ¿Ni gritar? Eso es raro, definitivamente esa no era la Nayeon del avión, su postura hablaba claramente de que la Nayeon de la oficina había llegado para quedarse.

- ¿T-Tú no me vas a despedir? – Im la miro extrañada. Levanto una ceja y termino de entrar a la habitación, había estado parada en la puerta, como si fuera a salir corriendo en cualquier momento.

- ¿Por qué te despediría? ¿Hiciste algo que yo no sepa? – La tranquilidad de Nayeon mantenía la curiosidad de la pelinegra a tope ¿Acaso estaba haciendo como si nada paso? ¿Era ella la única que no podía dejar de pensar en ese momento?

- Bueno... - No sabía si sacar el tema, tal vez la ella está haciendo como que nada paso es porque no le dio mayor importancia. Y yo como estúpida pensando en eso, pensó la castaña – E-Es que... Nosotras... Antes...

- Aaah – Dijo Nayeon– ¿Hablas del beso? – El rostro de Momo se ruborizó por completo, no sabía que decir, estaba segura de que ahora si la despedirían.

- Lo siento mucho – Dijo avergonzada – No volverá a pasar, no me despidas. – Nayeon levanto el rostro de su menor con la mano para que la mirará.

PROTEGERTE (NaMo, SaTzu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora