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~ Sana ~

- No digas tonterías Momo, ya es tarde, voy a dormir – Como pude ignoré la sonrisa picara de mi amiga y me encerré en mi habitación, apenas me tire a mi cama ahogue un grito en la almohada, ¿de verdad esto está pasando? ¿Fue Tzuyu la que me envió esas rosas? Debo admitir que la idea de que mi ex comprará rosas y se tomará el tiempo de escribirme una notita me emocionaba mucho – soy una idiota – esa es mi conclusión, tal vez lo que me dijo Miyeon era cierto, ella me ha hecho tanto daño y yo sigo emocionándome como estúpida cada vez que ella está cerca.

Me levanté y tome la notita que había colocado en mi mesita de noche "Rosas para una rosa, te amo hámster..." Tzuyu nunca se caracterizó por ser romántica, pero eso no me importaba, sus actos decían mucho más, lástima que su último acto fuera romperme el corazón en miles de pedazos...

¿Por qué estoy tan perdidamente enamorada de ella? No tengo ni la menor idea, es obvio que año y medio de noviazgo no se olvida en un año, pero lo intenté, juro que lo intenté, pero Tzuyu tiene ese algo que me complementa, tiene la mitad de mi corazón y no pienso pedírselo de vuelta porque me sentiría igual de vacía, con o sin él...

Pero de algo estoy segura, por muy grande que sea mi amor por esa rubia tengo dignidad, no voy a volver corriendo a sus brazos, no pienso caer de nuevo, no pienso ser lastimada de nuevo ¿se canso de su novio y cree que puede volver conmigo así porque si? Pues aunque me duela en el alma, está muy equivocada... - Te voy a olvidar Chou Tzuyu, cueste lo que cueste...

~ Narrador ~

El agua tibia bajaba y recorría cada parte de su cuerpo, relajando así cada musculo que se encontraba tenso, aunque para despertarse lo mejor es darse una ducha de agua fría, la castaña prefirió relajarse unos minutos con el agua caliente, no había dormido bien, nuevamente fue presa por sus pensamientos.

Después de media hora de "relajación" decidió salir de la ducha, colocando su bata de baño alrededor de su húmedo cuerpo se dispuso ver que se iba a colocar para el almuerzo con sus padres, entre suspiros de cansancio su vista alternaba entre el armario y la pantalla de su celular, esperando algún mensaje de la pelinegra que la volvía loca, pero nada, ni siquiera un buenos días recibió, y lo peor, es que sabe que es su culpa.

Ya arreglada esperó a que se hiciera la hora y Momo viniera por ella, aunque sentía temor de que la pelinegra cambiara de opinión y no fuera...

El timbre sonó y Nayeon se levanto de golpe, abrió la puerta y se encontró con Momo, sus miradas se encontraron pero la menor la desvió casi de inmediato. Nayeon se quedo observándola con una mirada triste - ¿Nos vamos? – pregunto de forma fría la japonesa.

- Oh, c-claro – respondió la castaña tomando su bolso y saliendo junto a Momo. Nayeon vestía un hermoso vestido ligero floreado, acompañado con unos zapatillas que a juego, mientras tanto Momo estaba vestida con una blusa blanca de tirantes que dejaba ver una parte de su abdomen, unos jeans azules y unas vans, tenían un estilo completamente distinto pero al estar juntas combinaban a la perfección. Nayeon lo notó

- Me gustan tus Jeans – dijo Nayeon, intentando sacar conversación.

- Gracias. Supongo que no querrás ir en mi moto ¿vamos en tu auto? – hablo Momo si hacer contacto visual con la castaña.

- E-Em si, está bien – Subieron al auto y Nayeon arranco, les esperaba un pequeño viaje de una hora.

Nayeon observaba la carretera cada tanto volteaba a ver a la pelinegra quien tenía la mirada perdida en su ventana, Nayeon intento incontables veces llamar la atención de la menor, pero esta respondía con monosílabas o sonidos se afirmación o negación - ¿Qué piensas? – se preguntaba la castaña sin valor de decirlo en voz alta...

PROTEGERTE (NaMo, SaTzu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora