Soy Un Panda ¿Ahora Qué?||Cartyle/Kyman

Orejas - Butters

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El niño rubio fue el primero en enterarse una vez que Kyle estaba en el baño, pensando que no había nadie.

Pero fue culpa de ese gordo lechón racista hijo de puta.

Cartman.

Lo había hecho rabiar, diciendo que era el primero en tener una relación estable al tener a una niña linda y graciosa con él.

Heidi Turner.

A Kyle lo sacó de sus casillas cuando presumía con creces lo que hacían él y Heidi.

Y no lo soportó más, así que lo golpeó.

Pero el infeliz aun sonreía con la nariz ensangrentada.

Y Stan estaba ajeno ante la situación porque quería hacerle creer a Wendy que aún estaba bien a pesar de por romper con él.

Kyle fue corriendo al baño para calmarse y quitarse el gorro, las orejas puntiagudas y peludas votaron libres y erguidas en medio de toda su cabellera rojiza.

- Me las pagaras Cartman...- Es lo que dice mientras moja sus manos con agua fría mientras mira con odio sus orejas.

Entonces escucha la cadena del retrete bajar así como observa la puerta abrirse.

Los dos chicos se observan atónitos, Kyle porque alguien ya sabe su horrible secreto y Butters mira boquiabierto las orejas.

- ¡Butters! - Corre hasta él encerrandolos de nuevo en el cubículo del baño.

- ¡Salchicas! ¿qué son esas cosas? ¿Cómo es que las tienes en la cabeza? - Kyle lo sujetó de su remera azul frenético.

- ¡Nadie puede enterarse! ¿Lo entiendes? ¡¿lo entiendes Butters!? - Lo sacude con brusquedad pero es porque siente pánico de lo que puede pasar si el otro chico va y cuenta la noticia por toda la escuela.

- ¡OK, sí. No le diré a nadie! -

Kyle agudizó y ensombrece su mirada como si estuviera cazando a una presa. - Te lo advierto Butters...si le dices a alguien te juro que yo...-

Pero lejos de estar con miedo o temblar, Butters sigue mirando las orejas peludas.

Y soltó un chillido cuando las vio moverse.

- ¡Son tan lindas!

Kyle retrocedió asustado y se alejó así chocando con la puerta y saliendo del cubículo.

- ¡Co-como sea! ¡nadie puede saberlo Butters! -

Vuelve a ponerse el gorro y sale corriendo del baño dirigiéndose al salón para la última clase.

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