D I E C I S I E T E

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Finalmente tras un par de semanas más, por fin había llegado el día en el que dejaría el hospital... aquello que durante meses le pareció algo lejano, ahora lo estaba viviendo aquel mismo día... aún no podía creerlo, no podía dejar de pellizcarse queriendo que aquello no fuera un sueño, claro que no lo era pero... todo estaba yendo demasiado bien y su inquieta cabecita no dejaba de preocuparse por cosas que quizá eran ridículas.

Aunque lo único que no era ridículo dentro de su mente era el hecho de que dejaría de ver todas las mañanas y tardes a su querido Jimin, al lindo omeguita que solía cuidarlo.

Aquello sin duda le tenia acomplejado, pues el menor no le había dado una respuesta respecto a su propuesta de cortejo y... bueno, tampoco quería verse muy insistente y menos sabiendo todo por lo que había estado pasando Jimin durante los últimos momentos... su divorcio... la muerte de su bebé, no quería ser otro problema. Pero aun así le emocionaba pensar que Jimin probablemente iría a buscarlo para despedirse o algo así... solamente eso esperaba.

Y por mucho que espero, Jimin nunca llego, quería darle la sorpresa de verlo caminar mejor y de incluso usando ropa normal, no aquella fea bata de hospital... lastimosamente no fue posible, el pequeño omega no había pisado la habitación en ningún momento y ya había llegado la hora en que su hermanita pasaría a recogerlo para llevarlo a casa... su corazoncito ahora dolía un poco, aunque intentaba encontrar motivos a la ausencia del menor... quizá simplemente no estaba enterado de su salida o... tal vez lo había visto como un paciente más.

 Quien sabe.

Cuando la puerta fue abierta, aun con esperanza miro hacia el lugar con ojitos brillantes, los cuales se apagaron al ver a su hermana, formo una mueca y suspiro regalándole una floja sonrisa.

La chica se adentro y camino hasta él — hola~ ¿ya estas listo? ¿Dónde esta Jimin?... traje lo que me pediste— pregunto la muchacha, alzando aquel pequeño ramo, frunció el ceño y el alfa desvió la mirada — ¿qué?—

— Es que... él no ha venido desde en la mañana — susurro haciéndose pequeño en su lugar — y-yo... me hubiera encantado despedirme de él antes de irme... quizá hoy tuvo mucho trabajo — murmuro

La Min menor formo una mueca igualmente, quizá tenia razón su hermano. Suspirando le tomo de la mano con una sonrisa ahora — bueno... entonces podrías venir a buscarlo otro día, ya sabes donde trabaja...~— menciono y Yoongi aún algo desganado y desilusionado asintió queriendo hacer caso a las palabras de su hermanita 

Y más a fuerza que de ganas Yoongi arrastro los pies mientras caminaba fuera de la sala en compañía de su hermanita, a la cual tomo de la mano buscando algo de seguridad pues realmente le ponía triste pensar que Jimin probablemente le habia visto como un paciente más... a tal punto de que ni siquiera pensaba despedirse de él. Aquel simple pensamiento y probabilidad hacían que su enamorado corazoncito doliera y que su lobito chillara desilusionado... se habían hecho a la idea de poder invitar a salir al lindo omega.

Mientras caminaban a la salida iba con la cabeza gacha, ignorando constantemente lo que su hermana iba contándole al menos fue así hasta que escucho aquella chillona voz que el omega solía entonar cuando le llamaba.

Ahí sus ojitos brillaron y emocionado alzo la mirada buscando por doquier a Jimin, a quien volvió escuchar llamarle por aquel lindo apodo que tanto le gustaba escuchar de sus labios.

Y finalmente lo vio, a lo lejos en el pasillo, un tanto agitado pero con una enorme sonrisa en sus labios... no supo como ni cuando pero, de un momento a otro ya le habia hecho correr hasta el menor con la única intención de estrecharlo fuertemente entre sus brazos y bueno, Jimin no se quedo muy atrás pues igualmente habia terminado por correr donde Min.

En estado vegetal   ~Yoonmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora