Habían pasado al rededor de cinco años desde que conoció a su actual esposo. Cinco años en los cuales su relación fue formándose a base de mucho amor, confianza y respeto.
Yoongi había llevado al altar a Jimin cuando el Omega se sintió listo para ello, pues sabía que aún cuando había tomado terapias y asistido al psicólogo aquel tema podría continuar siendo algo sensible para su Omega y no deseaba forzarlo a nada o hacerle sentir alguna clase de presión.
Afortunadamente no fue así y pudieron casarse casi a los dos años de noviazgo y eso gracias a que Jimin, en lo más profundo de su corazón anhelaba poder tener una boda bonita y alegre. Yoongi era el mejor alfa que pudo haber conocido.
Igualmente, Yoongi incluso optó por acompañarlo a algunas sesiones en pareja, eso con la finalidad de mantener aquella bonita relación que tenían. Aquello sin duda había significado mucho para el Omega rubio pues pronto incluso le habia pedido un lazo.
Aquel había sido otro gigantesco paso en su relación, y hasta la fecha Yoongi sentía que no podía pedir más.
Su vida había mejorado considerablemente.
Actualmente trabajaba en lo que siempre le había gustado, ahora sus padres incluso le apoyaban y solían asistir de vez en cuando a los eventos donde le contrataban como pianista, se había vuelto algo reconocido y bueno, trabajo y dinero no le faltaba.
En consecuencia a ello, poco antes de pedirle matrimonio a Jimin, había comprado una casita para vivir los dos, su hogar, su nidito. La había comprado a gusto de su pareja, ya que después de todo pensaba convertirlo en el Omega de la casa cuando vivieran juntos.
Y justo así fue, Jimin había aceptado irse a vivir con Yoongi y todo les marchaba bien, la alegría en sus vidas aumento cuando decidieron casarse.
Pero.
Con todo y eso, Yoongi aún sentía que le faltaba una sola cosa. Tan solo una, no pedía más, él quería tener un bebé.
Yoongi sabía que el tema aún era delicado para su Omega, después de todo la perdida de su cachorro siempre estaría presente en su vida, había sido su primer bebé. Y lo entendía, entendía perfectamente eso y por ello mismo nunca fue capaz de expresar lo mucho que deseaba ser padre, pues no quería herir o forzar a su pareja de ningún modo.
No solía tocar el tema, de hecho nunca le comentaba nada respecto a paternidad a su esposo, simplemente se lo guardaba para él mismo.
Por otro lado Jimin, a pesar de sentirse bien y satisfecho con lo que tenían hasta la fecha, creía que su alfa simplemente no deseaba tener bebés a su lado.
Ya había tratado el tema antes con su psicóloga, pero, el hecho de que Yoongi aún tras esos años de relación jamás hubiera intentado preñarlo era algo que le afectaba.
¿Y si su alfa no quería preñar a un Omega que ya había sido usado?
¿Y si Yoongi tenía otro Omega que le había dado cachorros?
Últimamente, esas ideas se habían formado en su cabecita. Estaban por cumplir seis años juntos, amaba a su esposo y de eso no tenía duda, tampoco dudaba del amor de su alfa hacía él.
Durante las últimas semanas había estado más sensible de lo normal, y todo por su tonta inseguridad. Eso sumando a que su celo estaba tardando en llegar, Jimin aún no sabía a qué se debían sus cambios hormonales y no era algo que Yoongi hubiera pasado desapercibido.
Yoongi no era tonto y mucho menos distraído, era alguien que cuidaba cada detalle en su pareja y gracias a ello ahora tenía una ligera idea y presentimiento de lo que sucedía con su bonito omega. Sabía que no era tan común que el celo de su amado tuviera un atraso de esa magnitud, pues ya tenía dos meses sin llegar, igualmente su comportamiento no era de un omega en estado normal y bueno, el aroma a leche también era algo fuera de lo común.
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En estado vegetal ~Yoonmin~
FanfictionYoongi era un alfa que vivia acomplejado, que no era feliz con su vida... estaba tan deprimido que llego incluso al punto de querer quitarse la vida y... para bien o para mal, habia sobrevivido a aquella alta caida. Gracias a ello ahora despierta en...