NUNCA MAS

capitulo 13

Resumen: Lan Zhan y Wen Qing discuten su situación.

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Wen Qing suspiró aliviada cuando los dos líderes de la secta se marcharon por fin. Le dolía la cabeza por la larga noche y las ridículas conversaciones. Dio un ligero golpe en el brazo de Wei Wuxian. "Cuando estés mejor y todo esto haya terminado, te arrastraré de vuelta al Túmulo y te mantendré allí hasta que puedas pasar al menos una semana sin causar problemas".

"Mn", dijo Wangji, tomando la mano de su marido. "Wangji ayudará".

Le dedicó una media sonrisa y una suave risa. "Bien. Oh, dioses. Tendremos que asegurarnos de que Wuxian se entere de nuestra conexión inventada. Me lo imagino riéndose hasta que se caiga y ruede por el suelo". Se apartó el pelo de la cara, arreglando los mechones que se habían soltado.

"¿P-piensas que nos han c-creído lo de la m-madre de Xian-ge?" preguntó A-Ning, moviéndose y retorciéndose nerviosamente las manos. "P-podría ser c-cierto".

Wen Qing se rió suavemente. "No hemos mentido, exactamente. Mentir está prohibido, después de todo". Captó el brillo de diversión en los ojos de Wangji. Ah, Wuxian tenía razón; el hombre estoico mostraba más de lo que la mayoría de la gente pensaba; todo lo que una persona tenía que hacer era prestar atención. "Gracias por eso, por cierto, por dar la cara por nosotros e insistir en que éramos familia. Yo... ah... me siento honrado de tener al gran Hanguang-jun como familia".

"Mn, familia".

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El resto del día había transcurrido sin más dificultades, aparte de algún que otro grito de descontento fuera de la tienda. Wen Qing y su hermano se quedaron dentro, atendiendo a su hermano Wei mientras Wangji los mantenía a salvo. Traía la comida, tocaba su qin y traía las provisiones que necesitaban.

Mientras tanto, Wuxian seguía inconsciente. Por qué, ella no podía decirlo. Su núcleo de plata la confundía. Intentó sondearlo con su propia energía, pero no avanzó mucho. Literalmente se alejó de su qi como si su energía fuera una enfermedad contagiosa.

A-Ning hizo guardia esa noche, dejando que ella y Wangji descansaran, aunque sospechaba que su Lan didi meditaba más que dormía. Bueno, eso era mejor que nada.

Por la mañana, Wangji volvió a llevarles el desayuno mientras ellas hacían sus abluciones matutinas. Limpia y ordenada, comprobó una vez más cómo estaba Wuxian antes de sentarse en la mesa baja. Su didi se unió a ella, con el pelo casi ordenado y la túnica un poco recogida. Se tomó un momento para ponerlo en orden mientras Wangji les servía a cada uno un tazón de congee.

"Las provisiones son escasas", dijo a modo de disculpa por la escasa comida.

Wen Qing esbozó una sonrisa tensa, recordando desayunos más magros. "Con los talismanes agrícolas de Xian-didi, hemos tenido algunas cosechas de tamaño decente. Podríamos disponer de unos cuantos carros si podemos organizar un medio de transporte seguro".

"Mn. Hablaré con el Hermano". Tomó su lugar frente a ellos y a su comida en el típico silencio de Lan.

Ella sonrió para sí misma. Incluso después de todo lo que habían pasado, un Lan sigue siendo un Lan. Aun así, agradeció el silencio. Le dio un momento para reunir fuerzas y dejar de lado los problemas que no tenía que resolver.

A-Ning sirvió el té, con las manos temblando ligeramente.

Le quitó la tetera y le frotó las manos. "Duerme un poco, A-Ning. Te prepararé un poco de tu tónico más tarde".