capitulo 5

1.5K 245 11
                                    

Necesito calmarme, así que llevo a mi hijo al centro comercial, no me siento capaz de ir a casa.

Mi hijo se olvidó del incidente de la empresa y se entretiene observando los juegos y entramos al cine a ver la nueva película de Disney.

Mi hijo ríe por lo que dice el personaje, ni siquiera presto atención de lo que se trata la historia, solo pienso en lo que va a pasar ahora.

Se nota que ese hombre no me va a dejar tranquila, lo peor es que saber que es socio hace que tengamos que estar en contacto. Lo que me molesta es que él luce ser el ofendido cuando él fue quien se aprovechó de mi hermana.

Él cree que soy ella, lo que me pregunto por qué mi hermana se presentó con mi nombre y ahora debo actuar para que él nunca sepa que soy la tía de Esteban y no la madre, ya que podría quitármelo.

Con solo tener ese pensamiento empiezo a entrar en pánico, ese hombre no puede saber la verdad.

Salimos del cine, mi hijo no dejaba de parlotear sobre la película y decidí encender mi móvil, puesto que lo había apagado al ver las llamadas perdidas de mi madre.

Las notificaciones empiezan a llegar, el número de mis padres y un número privado desconocido se repite varias veces. Debo regresar a casa, ellos deben de estar preocupados.

Llego a casa y observo que hay dos camionetas estacionadas, no lo reconozco y espero que no sea visita, ya que no tengo deseos de ver a nadie.

Le desabrocho el cinturón a mi hijo y al bajarlo sale corriendo hacia la casa, por el hecho de que está emocionado por contarle a los abuelos sobre la nueva película y al momento de subir las escaleras para entrar se detiene cuando la puerta es abierta y sale el señor Marshall quien se queda mirando a mi hijo.

― ¡Esteban! ―Grito hacia mi hijo y corro hasta llegar a él y lo alejo poniéndolo detrás de mis piernas.

― ¿Meli, cariño estás bien? ―Mi madre sale pasando, por un lado, y me mira con preocupación.

Me quedo en silencio y mi hijo sale detrás de mí y corre hacia la abuela.

―Abuelita, mira lo que me compro mi mamá―Le muestra el nuevo juguete.

―Está precioso, ¿Dónde estaban?

―En cine, ¿Recuerdas que mi mamá me iba a llevar? ―Asiente y toma la mano de mi hijo ―Pasemos, debes de estar cansado.

Mi madre me da una mirada de preocupación antes de mirar por un momento al señor Marshall y entrar con el niño a casa.

―Tú y yo tenemos que hablar―Me toma de la mano y me jala con fuerza para arrastrarme hacia unos de las camionetas estacionadas.

― ¡Suéltame ahora mismo! ― Me safo de su agarre y doy unos pasos hacia atrás ― ¡No te atrevas a tocarme, me oyes! ―Lo señalo con el dedo.

―Y tú nunca te atrevas de huir como lo hiciste y mucho menos de llevarte a mi hijo―Abro los ojos ―No soy el mismo idiota e ingenuo que conociste años atrás, soy otra persona y no queras verme perder los estribos. Te lo aseguro, no te conviene.

― ¿Me estás amenazando?

―Solo te lo estoy advirtiendo y es mejor que vayamos a algún lado para conversar―dice señalando la camioneta donde hay un hombre sosteniendo la puerta abierta.

―Señor Marshall, si tiene que hablar con mi hija, es mejor que lo haga acá en casa. No tiene por qué llevársela a ningún lado.

Mi padre sale de la casa y pone su brazo sobre mi hombro.

―Lo que tengo que hablar con Melisa es con Melisa, señor Hampton.

―Lo que tenga que hablar con mi hija tiene que ver conmigo, señor Marshall, en especial si la está llevando obligada.

―No la estoy obligando, solo necesito hablar con ella sobre mi hijo y saber por qué ella me ocultó su existencia.

Suelto un jadeo, ¿Acaso mis padres ya saben que él es el padre de mi hijo?

―Y yo le dije que debía calmarse antes de hablar de este tema con mi hija.

―Papá, déjame conversar a solas con él, por favor―Le pido a mi padre.

― ¿Está segura? ―Asiento sin realmente estarlo, no quiero preocuparlo, pero es mejor hablar con este hombre antes que las cosas se compliquen ― ¿Te irás con él? ―Niego con la cabeza.

―Hablaremos acá mismo, iremos al jardín.

Asiente y se da la vuelta para darnos espacio.

Le señalo al señor Marshall que camina a mi lado y lo hace sin negarse. Necesito mantener el control y no demostrarle a este hombre que tengo miedo.

Llegamos a la parte de atrás del jardín y en una banca nos sentamos.

― ¿Qué quieres hablar? ―Pregunto.

― ¿Cómo de que quiero hablar? ―dice molesto ― ¿Por qué me ocultaste a mi hijo?

―No sabía quién eras, tú te fuiste y...

― ¡¿Cómo que yo me fui?!―Grita furioso ― ¡Fuiste tú la que me abandonaste!

― ¿Qué?

Eso no fue lo que me dijo mi hermana. Ella dijo que no sabía nada de él, que se habían conocido en la playa una tarde que ella salió a leer y un hombre caminado por la playa, se acercó a ella y comenzaron a conversar y luego de un momento a otro la beso y después entraron a casa y tuvieron relaciones y al otro día que despertó él no estaba a su lado.

―No te hagas con la que no sabes, estuvimos saliendo todos esos días y fuiste a mi casa, conociste a mi madre e hicimos planes juntos y después de un momento a otro desapareciste.

Esto no puede estar pasando ¿Acaso mi hermana me mintió?

―Eso son mentiras.

― ¡Cómo puedes decir que es mentiras! ― Lo observo a los ojos y me doy cuenta de que no miente y la de la mentira fue mi hermana.

¿Por qué me mintió? ¿Por qué me engaño?

Siento un fuerte dolor en mi pecho, sintiéndome decepcionada por mi hermana. Nunca me había mentido y engañado de esta manera.

―Yo...―Bajo la mirada, sintiendo que no puedo hablar ―Lo siento.

― ¿Lo sientes? ―Pregunta incrédulo ―Claro que lo vas a sentir cuando hable con mis abogados.

― ¡¿Qué?!― Se da la vuelta y empieza a caminar hacia la salida ― ¡Espera! ―Tono su brazo y lo detengo ― ¡Por favor, no me quites a mi hijo!

―Debiste pensarlo antes de quitarme seis años de su vida. Perdí sus primeros movimientos, pasos y si no hubiese aparecido en esa empresa aún estaría ignorando su existencia.

―Lo siento, discúlpame por favor―digo entre lágrimas.

Se suelta y sale dejándome caer de rodillas en el jardín mientras desaparece, sintiendo mi mundo venirse encima.

No podría soportar perder a mi hijo.


Secretos ocultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora