Capítulo 15

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Hello, me di cuenta que nunca les hablé por aquí. Si ya llegaron hasta este capítulo espero que les esté gustando la novela, y muchas gracias por darle una oportunidad <3

No olviden darle a la estrella y dejar un comentario! Me motiva mucho más a seguir escribiendo si lo hacen <3


Bastian.

—¿Cuánto fumaste? —pregunté a Noah luego que me indicara la dirección de su casa.

—No tanto como parece —contestó cansadamente.

—¿Te sientes bien?

—Espléndido —sonrió.

—¿Quién te ha dado la droga?

—Solemos fumar con unos amigos.

—¿Amigos?

—Algo así.

Sentí una puntada en el pecho.

Reposó su cabeza en la ventanilla, y al cabo de unos minutos pensé que estaba dormido, pero luego volvió a hablar.

—¿Qué tal con Sabrina?

Lo miré extrañado. Esta vez parecía más serio que antes.

—¿A qué te refieres?

—¿Están saliendo?

No lo sé exactamente.

—Algo así —contesté.

—Cuídala —soltó secamente.

—No creo que necesite alguien que la cuide.

Lo miré unos instantes, y me miró. Su cabello estaba extremadamente largo, tanto, que casi sus rizos tapaban sus ojos.

—Perdona, me refería a que no la lastimes, le tengo mucho aprecio.

—Lo sé, yo también lo tengo.

Guardamos silencio por unos minutos.

—No voy a lastimarla, lo prometo —murmuré.

Vi por el rabillo del ojo que asentía.

—Más te vale, si no te mataré —dijo casi para sus adentros.

—¿Qué? —Volví a mirarlo—. No es por ofender, pero no creo que puedas hacer mucho en este estado.

—Tienes razón —dijo señalándome—. Pero no has visto lo que puedo hacer estando limpio.

Los dos soltamos una carcajada al mismo tiempo.

—Me caes bien británico.

—¿Por qué me dices así?

—Todos lo hacen.

Puse los ojos en blanco. Odiaba ese nuevo apodo.

—Gracias por traerme —dijo cuándo estacioné delante de su casa.

—No hay por qué, ¿necesitas ayuda con algo?

—Nah, puedo solo. Nos vemos. —Me dio unas palmadas torpes en el hombro, y lo despedí con la cabeza.

Miré como se dirigía a la puerta a paso tranquilo, y no pude evitar verme a mí mismo reflejado en él por unos segundos. Manejé hasta el colegio pensando en mis antiguos "amigos" que realmente no lo eran, y me hacían caer en las peores cosas. En cómo no podía ver el mal que me hacían, en cómo dañé a personas cercanas por estar con personas oscuras. Sabía muy bien que no quería que pasara nada similar otra vez, pero de todos modos algunos pensamientos de culpa me acompañaban...

El Vals de las MariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora