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Pov Finney:

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Pov Finney:

Hola Finn ¿Que pasa?

—¿Lizzie?—Dije sorprendido y tartamudeando.

—Hola Rulitos. No llores.—Dijo.

Me seque las lagrimas rápido.

—No lloro.—Dije rápidamente.

—Si lloras Finn. Puedo verte.

—¿Enserio?

—Estoy contigo. He estado contigo todo el tiempo.

—¿De verdad?

—Yo jamás te abandonaría Finn. Mi padre no dejo a los suyos cuando estuvo en Vietnam. Por eso no volvió...y...yo tampoco volveré...pero no voy a dejarte ahí solo.

—¿No volverás?—Mi voz se quebró.

Silencio.

—No, pero siempre estaré contigo Finn. Saldrás de aquí.

—Ya intente todo y nada funciona.—Dije.

—Aún.

—¡Lizzie!

—¿Recuerdas lo que íbamos a hacer?

—¿Que íbamos a ver la masacre en Texas?

—Si, y para, bueno... para que la veas tienes que salir de aquí. Un día tienes que defenderte solo. Y ese día es hoy. Hoy es el día en que dejarás de aceptar la mierd* de los demás.

—Yo no peleo como Robin y tú. Y no pudieron con el.—Le dije.

—Siempre has sabido pelear Finn. Eso teníamos los tres en común. Por eso éramos amigos. Te daba miedo dar un golpe, pero siempre supiste cómo recibirlos y siempre supiste levantarte. Todas las veces.

—No soy tan fuerte.

—Tienes que serlo. Debes salir de aquí. Si no lo haces por ti, hazlo por mi.

—¿Pero ya que importa?

—Que mi muerte no sea en vano. Por lo menos espero haber muerto por ti Finn. No pude matar a ese hijo de put* y quiero que lo hagas por mi.

—¿Que hago?—Le pregunte.

—Usarás un arma.

—¿Cual arma?

—La tienes en la mano.

—¿El teléfono?

—Lo llenarás de tierra. Hasta el tope, para que pese.

—¿Y luego?—Dije y caminé hasta casi en medio de la habitación.

—Practicaras. Una y otra vez. Levanta el teléfono. Da un paso hacia atrás, luego adelante, luego atrás y pegas. Hazlo.—Dijo.

𝐷𝑜𝑛'𝑡 𝑙𝑒𝑎𝑣𝑒 𝑚𝑒                     𝐹𝑖𝑛𝑛𝑒𝑦 𝐵𝑙𝑎𝑘𝑒 𝑦 𝑡𝑢́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora