Me incorporo tapándome con las mantas que encuentro. Miro detalladamente a Aleksandros; lo observo atentamente con un dolor en el pecho, porque sé que esta relación está condenada al fracaso. Descubro que mi memoria se sabe todos los rincones posibles de su cuerpo: podría dibujar cada detalle del chico que sé que me romperá el corazón.
Alex se despierta y me busca. Su torso se ve iluminado con el fuego de la chimenea y acentúa aún más sus músculos.
- Helena - dice con cara de sueño - ¿qué haces? Anda, ven...
Mi cuerpo reacciona ante esas palabras y se tumba a su lado; empiezo a dibujar posibles constelaciones en su pecho y noto cada sístole y diástole de su corazón (gracias, magister, por enseñarnos palabras tan raras); noto que me mira de reojo, con los ojos medio cerrados y con ternura. Mi mente no deja de pensar en todo lo vivido... Ay, Elvira, tenías tanta razón cuando dijiste que "olvidar es construir un recuerdo sobre lo vivido"... sé que mi vida sin él no tendrá sentido: sin esos momentos donde hace que me sienta bien, sin esa carcajada limpia que me alegra, sin esos besos que curan hasta el alma...
Debo hacerlo. Debo cerrar esta etapa y empezar a construir nuevos recuerdos con la persona más importante en mi vida: yo misma.
- Alex - digo en voz bajita - tenemos...
No me deja acabar. Me agarra y me besa apasionadamente; cuando nuestros cuerpos se acercan, noto cada grado de calor de su cuerpo transfiriéndose al mío. Joder, me pone mucho. Su mano va agarrándome el pelo y tira de él para dejar mi cuello descubierto. Empieza a besarme y ante la guerra, ¿qué puede hacer una misma si no es batallar? Sabiendo que por mi parte seguramente será el último polvo que echemos, decido dejarme llevar.
Tres...
Dos...
Uno...- Alex, tenemos que hablar - digo seriamente.
- Tranquila - dice él, mirándome fijamente a los ojos - yo también creo que es lo mejor.
Noto como sus ojos se van acristalando, y una lágrima asoma en ellos.
Silencio.
Nuestras miradas lo dicen todo, nosotros no decimos nada, porque sabemos que por muchas camas en las que nos acostemos, por muchos vacíos y noches despiertos, por muchos labios que besemos, siempre serian los nuestros en los demás.
Alex me abraza por la espalda. Veo una imagen que pido se quede siempre en mi memoria: yo, de pie, mirándome en un espejo repleto de marcas del tiempo, siendo abrazada por la persona que más quiero y que más daño me va a hacer. Esa imagen la quiero recordar, porque que somos los humanos si no simples cajas de recuerdos forjados en el dolor.
Me besa y se va. Oigo una puerta cerrarse. Y a mi se me cae el mundo encima. Me quedo ahí, plantada, desnuda, viendo como mis cicatrices se abren, y todos mis miedos regresan a alimentarse de ellas. Ahora solo quedo yo.
Y noto que se me acelera el pulso. Y noto que me falta el aire. Y noto que las luces se desvanecen. Y noto que...Oscuridad.
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Fuimos eternos
FantasyCuando Alex llega a la vida de Helena, sus vidas dan un cambio radical. Alex, el chico nuevo de clase, esconde una verdad que sólo muy pocos saben. La realidad de Helena tambalea al descubrir que aquellos en quien ella confía saben más de lo que apa...