Capítulo 22

25 3 17
                                    

Alessandra

Siento a la gente gritando, la gente a mi alrededor no paran de moverse, parecen ratas encerradas en una jaula. Jaula. Y pensar que dentro de poco estaré dentro de una llenando mis manos de la sangre de un ser inservible.

Salgo de la habitación en la que me toco esperar y camino por el pasillo que me llevará hacia el bullicio de gente. Mientras me voy acercando mis sentidos se agudizan y siento que abuchean al imbecil con el que me toca pelear.

— Del otro lado tenemos a una bella joven que hace mucho no nos deleitaba con su presencia, dueña tanto de suspiros como de muertes. Sin más rodeos del lado azul ¡NUESTRA AMADA PROKLINAT! - todos comienzan a aclamar mi presencia

Llego la hora de brillar.

Entro a paso decido y con la mirada centrada en mi objetivo. No pienso demorarme mucho en esto, doy el show que quiere la gente y termino con un final sangriento. Lindo ¿no? 

Me coloco en mi zona del rin esperando que de inicio la pelea, no apartó la mirada del hombre gorila que tengo adelante. A muchos le intimidaría su tamaño, yo solo veo puro músculo sin sentido.

— Sin más que comience el juego de sangre - anuncia Aarón creo que se llama y se aleja dejándome a solas con este adorable animal de circo.

El gorila me analiza de lejos y sonríe, una asquerosa sonrisa de viejo verde

— Muñeca no deberías estar aquí, deberías estar en tu casa durmiendo - nadie se ríe, nadie reacciona todos están esperando la acción que yo pienso darles.

— ¿Dormir? ¿Eso que vas a hacer tú al final de esta noche? - digo de forma irónica y una sonrisa surca mi cara

— Niñata malcriada ya verás - viene hacia mi hecho una furia, esquivo el puñetazo que iba directo a mi cara.

No lo voy a negar, para ser puro músculo se mueve bastante rápido, sabe compensar su peso con todo lo demás, lo que me hace deducir que no es un principiante, sabe muy bien lo que hace. Carl es un hijo de puta pero no pienso jugar su estupido juego.

Terminemos con esto.

Me traqueo los dedos decida a darle fin a esta payasada. Me acerco a él  y el intenta lanzarme otro puñetazo, pero lo esquivo y golpeó su parte baja, cosa que no funciona no se mueve ni un músculo. La impresión me juega una mala pasada y siento el puño del troglodita en mi cara, haciéndome perder el equilibrio, pero logro estabilizarme antes de caer.

— ¡Ales! - siento que gritan y intento mirar quien lo hace pero no tengo tiempo el gorila viene a por mi.

Ya basta de juegos.

Voy corriendo en su dirección, él se detiene por la impresión lo que me da la posibilidad de meterme entre sus piernas, rápidamente subo a su espalda y doy con mi codo en el punto principal de la columna, lo que hace que el imbecil por fin se derrumbe.

Esto nunca falla.

Le cuesta levantarse, debe tener todo el cuerpo entumecido, lo que me da la hermosa posibilidad de agarrar un hacha. Si. Quiero terminar con esto de una vez.

Me giro y sigue en el suelo tratando de manera patética de levantarse.

Agarro el hacha con fuerza y la levanto. Todos comienzan a gritar ¡Queremos sangre! ¡Queremos Sangre!

Error_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora