"ℭ𝔬𝔫𝔳𝔦𝔯𝔱𝔦𝔢𝔫𝔡𝔬𝔪𝔢 𝔢𝔫 𝔲𝔫 𝔐𝔬𝔫𝔰𝔱𝔯𝔲𝔬"

XI

Capitulo 11.

"¿Qué es lo que dices?"

Estuvo muy concentrado comiendo su comida de la mañana, hoy en día, mucho menos antes tenía el tiempo para poder tener algún tipo de tranquilidad. Se había mudado a la casa de Gun por el tiempo restante, ya que como no podía regresar a su apartamento original, ya que seguramente Tsuki estaría ahí, las mañanas con Gun era muy descontroladas.

Por ejemplo:

El cabron podía estar cansado como un hijo de puta que ha estado en una fiesta como por cinco días, y al momento que se despertaba, se despertaba con las grandes ganas de joderlo. Cuando lo despertaba para que fuesen a entrenar un poco durante las mañanas, siempre le lanzaba una patada en todas las costillas que lo despertaba con un dolor de cabeza por la molestia que tenía encima.

Corrían un buen rato por la zona, luego regresaban a la casa, comían un poco, Gun se preparaba para irse a cuidar a la hija de su jefe, y él se quedaba en su habitación estudiando para la carrera universitaria que estaba tomando.

Se había mudado de escuela a otra de la zona, sin embargo, él tampoco quería quedarse dentro de la misma. Lo que había hecho es que había entrado, pedido que le tomaran el examen de graduación, lo hizo, lo había aprobado, y decidió en tomar el tiempo libre que tenía en las mañanas para estudiar para una carrera universitaria en línea.

Esta era la manera más fácil para que Tsuki no tuviese algún rastro de su persona.

Sin embargo, hoy que era sábado, un día que se tomaba para descansar de sus actividades empresariales, o educativas, Gun estaba al frente suyo mirándolo mientras contestaba una llamada inoportuna que le había llegado de repente.

El no cuestionaba lo que, hacia Gun, y mucho menos Gun cuestionaba lo que él hacía. Sin embargo, la mirada que le estaba dando mientras contestaba la llamada, y las respuestas que estaba dando le decían que lo estaba involucrando en algo.

Él no era un tripulante de pandilla, mucho menos tenía el control de una de las zonas centrales cerca de Seoul, él solamente era parte de la segunda generación, pero su contribución era en estar bando neutral.

El hacía mucho dinero, mucho dinero de hecho, cual una pequeña parte de este mismo dinero se iba hacia Gun como una comisión.

De los cuatro lideres de tripulaciones podía intuir que la mayoría de ellos podían decir que el dinero que les era arrebatado por ser parte de las cuatro tripulaciones de Park Jonggun, podía ser algo demasiado excesivo, pero para el esto era un precio bastante justo.

Esto podía ser porque el hacia negocios legales, como ilegales que daban muchísimo más dinero de lo que él pudo haber imaginado en su tiempo, cuyo logro se había tomado de tomar ventaja su gran intelecto, como de su apariencia física con algunas distribuidoras que eran mujeres.

Esto se le llamaba tomar buenas ofertas, y tener la inteligencia para poder expandir sus ofertas. Esto era una de las pocas cosas que había aprendido de Tsuki, quien le había enseñado muchos trucos, como pequeños consejos que podía usar para mejorar la economía, la organización, como el incremento de demanda, y el repartir de la misma demanda a su público.

Cuando Park Jonggun termino de hablar por teléfono, le miro con una cara especta viva. Mayormente Park Jonggun usaba lentes que cubrían una gran mayoría de sus ojos para que la gente no se asustase al verlos, sin embargo, dentro de su propia casa el intentaba no usarlos para poder dar el sentimiento de que estaba seguro dentro de esta misma.

"Tengo un trabajo para ti, Alexis."

"Por fin, pensé que te ibas a quedar ahí mirándome como un loco."