"ℭ𝔬𝔫𝔳𝔦𝔯𝔱𝔦𝔢𝔫𝔡𝔬𝔪𝔢 𝔢𝔫 𝔲𝔫 𝔐𝔬𝔫𝔰𝔱𝔯𝔲𝔬"

XIII

Capitulo 13.
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Se sentó, se relajó, observo, como escuchó lo que el gran hombre decía. Cada palabra intrigándole más y más, era como si cada palabra fuese una súper droga que te mataba poco a poco, sólo con el beneficio de la duda de que te hacía sentir afuera del planeta. Sea porque te mataba la droga, o porque realmente estabas drogado hasta Saturno.

Su incomodad haciéndose poco a poco ver con cada palabra, sus piernas demostrando tal acción, cuando cada rato las cambiaba de posición como si esto fuese un partido de Fútbol.

Sus ojos viendo el movimiento circular de los hombre dentro de la habitación, quienes se movían con cada palabra que salía de ellos. Importante, descarado, y sobre todo, el dinero es lo que se veía dentro de las auras de estos tipos.

Su mirada se desvió a su patrocinador de esta acción, cuando se quedó viendo a su jefe por el rabillo del ojo. Su mano enguatada en un guante blanco haciéndole señales de manos para que prestara atención a lo que estaba pasando.

Estaba prestando atención, sólo que no entendía una sola parte de todo lo que estaba pasando.

¿Por que debería de irse a un país completamente diferente del suyo? ¿Y porque debería de hacerse amigos de unos tipos y tipas extrañas? Además, ¿por que ella no le dijo nada?

Vio el nombre de una persona que no esperaba ver.

Mia Jang.

El crimson le hizo no querer quitar la mirada, cada rizo alienado a la perfección para que se viese su belleza a su máxima expresión mortal. Cada curva de la bella mujer expresó que podía atraer a cualquier hombre con el solo pasar de su figura. Sus ojos mostrando poder absoluto de donde no conseguía entender como lo obtuvo.

Su expresión fría, desinteresada, y amarga, haciéndole pensar en los contraste de las sonrisas que le daba a el.

Su propia madre, Mía Jang.

Líder del poderoso, y honorable clan Uzumaki de  Japón. Un clan que se ha pasado en generaciones por los temas de la Yakuza, haciéndose ver como el clan más poderoso de las familias originales. Todo antes que las pandillas de motociclistas lideradas por Ryuhei Kuroda, y "Shiro Oni" de los Yamazaki empezarán a tomar control del crimen en Japón.

"¿Haz entendido, chico? Esta es una misión importante, ya que necesitamos tumbar a la familia de los Uchiha del poder. Para eso debemos de entrar en el clan Uzumaki, quienes tienen conexiones con el Uchiha."

Se quedó perplejo. Estaba escuchando todo lo que decían, como también escuchaba sus propios pensamientos que estaban superando el procesador de una computadora militar, pero... hacerle eso a los Uzumaki.

"H-hay un problema."

No pudo evitar en tartamudear en sus palabras, no porque tenía miedo. Estaba en toda su complejidad pensando en que hacer. Si no aceptaba la misión, seguramente le iban a dar la misión a alguien, llevando a la destrucción de su familia lejana, como también la de su madre.

Si aceptaba la cosas se ponían más complicadas. Estaba la razón de que lo podían atrapar en el acto de traicionar la libertad del clan, como también podía poder la oportunidad de volver a mirar a su madre como su madre. Y debería de hablar ahora mismo. Sabía que podía vencer al viejo de Tom Lee. Pero no sabía que tan poderoso eran los demás.

El viejo carpintero se paró al lado suyo, sentándose en la silla a su lado mientras le vía con una expectativa incierta.

¿Esperaba que dijese que si? ¿O estaba esperando que le dijese que no? Estaba inclinado a la segunda.