VI.

498 33 1
                                    

Capítulo 6.

—————-

Mirar el horizonte en una tranquilidad fantasiosa es una de las tantas cosas que personas llenas de incertidumbres mentales hacían para apreciar la belleza de las cosas a su alrededor, y en estos momentos, no él no estaba haciendo algo afuera de esas acciones. 

Seoul es un juego de luces, como ver un arcoíris durante la noche que está dando la esperanza a personas que se merecían ver una vida mejor.  No obstante, el veía estas luces sin algún sentimiento alguno. No importo si el rojo de la pasión de la seducción se juntaba con la racionalidad, y la estabilidad de confianza del azul.

No importaba que el rosado del romance se juntase con el poder del morado, para poder traer el poder, conocimiento, y los lujos que venían con el color negro, el no sentía nada en estos momentos más que la furia. 

Se había convertido en una bomba nuclear de emociones, como de una furia incontrolable que muy pocas personas podían llegar a controlar, o subsistir para que no hiciese una masacre en contra de personas inocentes. 

Lo bueno es que tenía un pequeño control de estas emociones, aunque esto se aportaba a la presencia manipuladora de Tsuki. Sin embargo, en estos momentos en realidad estaba pensando en que podía hacer. 

De alguna forma extraña su mente se había quedado en blanco, solamente pensaba en maneras de hacerse más fuerte, o de poder controlar los instintos que estaba teniendo en los momentos actuales. 

No podía sacarse de la mente ese entrenamiento que había hecho en un bosque, o más bien, en una jungla que estaba cerca por alguna razón. Hasta en estos momentos pensaba que era muy forzado la manera en la cual había conseguido un sitio perfecto para que el pudiese entrenar. 

Sin embargo, él no pensaba en cómo había logrado este mismo, o en que maneras había mejorado, ya que no había hecho ninguna de las dos. Había fallado completamente su objetivo.

Como lo estas leyendo, lector. Alexis Jang había fallado en su objetivo mental de superarse a sí mismo. 

Este intento fallido lo estaba comiendo por dentro.

Desde que había aceptado la difícil decisión de convertirse en un pandillero debajo de la guía de Kim Goo, y Park Jong Gun, se prometió a si mismo de que estaría cambiando para el bien.  Una de esas promesas a si mismo que debería de cumplir era no volver a perder, o estar debajo de los demás. Sin embargo, aquí estaba pensando cosas que no debería de hacer, y llenándose de un odio hacia sí mismo. 

Un odio que estaba alimentando el poder de su bomba nuclear. 

La promesa que se había hecho a sí mismo que decia que siempre buscaría maneras de subir a la cima, se estaba esfumando, así dañando su salud mental como no tenías idea. No obstante, al ponerse un objetivo y no cumplirlo, y mente repetir esas imágenes a cada rato, le hacía sentir que estaba retrocediendo a esos momentos cuando todavía era abusado por la chica que estaba en su cama durmiendo. 

¿Qué había pasado durante el tiempo en la jungla, o bosque?

—————-

Flashback.

Su respiración se agitó, no hubo un momento en donde se frenaba para tomar un ritmo más calmado, estaba muy desenfrenada, y sus pensamientos estaban llenos de furia. Sus ojos que en el estado que estaban no debería de expresar un sentimiento, estaban expresando más que cuando no estaban adentro de ese estado único.  

Recuerdos tras recuerdos llegando como balas explosivas, mientras que sus manos eran las trayectorias de estas mismas. Cada recuerdo que llegaba, sus manos en forma de puños golpeaban algo. La sangre no dejaba de salir por montones, tanta era la sangre que ciertas partes de su cuerpo estaban manchadas en esta misma.

"ℭ𝔬𝔫𝔳𝔦𝔯𝔱𝔦𝔢𝔫𝔡𝔬𝔪𝔢 𝔢𝔫 𝔲𝔫 𝔐𝔬𝔫𝔰𝔱𝔯𝔲𝔬"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora