"ℭ𝔬𝔫𝔳𝔦𝔯𝔱𝔦𝔢𝔫𝔡𝔬𝔪𝔢 𝔢𝔫 𝔲𝔫 𝔐𝔬𝔫𝔰𝔱𝔯𝔲𝔬"

XIV

Capitulo 14.
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"¡Kyaa...!"

Alexis nunca fue una persona madrugadora, sus opciones siempre era de pararse más o menos tarde para tener la suficiente energía para mantenerse al ritmo de sus actividades. Sean entrenamientos, cálculos de presupuestos, o reuniones financieras, siempre intentaba mantenerse al ritmo de cada una.

Nunca intentando perder tiempo luego de que se despertara de esa cómoda cama. No obstante, no había pasado una noche en la finca Uzumaki. y ya se estaba despertándose temprano. No por el hecho de que tuviese alguna actividad social o física importante ese mismo día, sino por una fuerza externa.

El grito de una chica en lo que sonaba sorpresa le hizo abrir los ojos a una hermosa chica, quien parecía estar congelada al frente de la puerta principal de la habitación de su madre.

Sus ojos rápidamente también divisaron más personas ponerse detrás de la chica, y cada una dando un grito de sorpresa por lo visto.

Parecía que la noticia de que se iba a estar quedando dentro de la finca de Uzumaki, o que él era el hijo de la líder del Clan no se había regado porque el grito de la chica atrajo varias miradas.

Miradas de confusión, algunas a que confesara de quien era, de que hacía ahí acostado al lado de su madre, o porque su madre parecía abrazarlo con bastante apego mientras dormía.

Todo mientras que la puerta de la habitación de la líder del clan estando abierta.

"Alexis, ¿quién grita? Dile que se callen. Es demasiado temprano."

Escucho a su madre hablándole en coreano sobre qué callará a la persona que estaba gritando en su habitación. Eso fue el gran problema. No sabía nada sobre el japonés, y decirle palabras sobre una posible expulsión a personas que querían respuesta no sonaba como lo más lógico.

Moviendo a su dormida madre, se paró su de su "tatami" en el suelo que se le había sido proporcionado. Lógicamente sería bueno intentar hablar sobre la situación a las personas interrumpiendo en la recámara, pero él no tenía alguna forma de detener las insinuaciones.

"Despierta mama, estos parecen que me quieren matar por respuestas. Bueno... si no es que no los mato primero."

Moviéndose en su sueño para abrir los ojos y mirar la situación, Mía Jang, se despertó para ver una gran parte de su clan a su liderazgo en su habitación viendo a su propio hijo como si fuese un loco. Más cuando los demás viendo la clara edad física de Alexis con la suya, dando ideas malvadas de que lo había pasado.

Gracias a su Yukata para dormir, se levantó firmemente para mirar a las personas de su clan mirándole con signos de pregunta en sus ojos.

"Kushina-sama. ¿Quién es 'este' hombre?"

Mia se pasó una mano por su cabello rojo, su frustración de la mañana haciendo efecto en un ceño fruncido cuando logró despertarse de verdad.

"Alexis Jang... mi hijo."

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"Dobe, ¿qué te paso?"

Frunció el ceño bien fruncido hasta el punto de que parecía que se le iba a salir su ojo de su cuenca, al mismo tiempo que intentaba sentarse en su asiento de una forma conforme para que el dolor no fuese tan extremo.

Sus ojos se llenaron de los cabellos en forma de culo de pato, que adornan su cara de un hombre joven que se curvaba en una sonrisa de cuervo engreída. Todo lo que reflejaba el hombre, incluyendo su postura en su asiento, grita que se estaba riendo de lo que le pasó a la mano de su tal "amigo."