⚠️; Trece

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Un fuerte pitido empezó a resonar por su oído, haciéndola sentir un poco aturdida y confundida, sus párpados pesaban más de lo normal y sentía que en cualquier momento iba a caer inconsciente de nuevo

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Un fuerte pitido empezó a resonar por su oído, haciéndola sentir un poco aturdida y confundida, sus párpados pesaban más de lo normal y sentía que en cualquier momento iba a caer inconsciente de nuevo.

Claro, lo hubiera hecho de no ser por la cubetada de agua helada que cayó sobre ella, soltando un sonido de ahogó y un pequeño gritó al asustarse de esa acción. Se removió de manera brusca sobre la silla en la que se encontraba atada, tocio un par de veces y abrió los ojos, parpadeando rápidamente.

—Hasta que despiertas, dulce princesa — su mirada localizo a las tres chicas que estaban enfrente de ella, las tres mismas chicas que la habían golpeado durante esta semana entera que había estado atada a esa maldita silla.

—El señor Jeon nos pidió algo especial hoy — habló otra, sonriendo burlona.

—¿Así? — preguntó Lisa con sarcasmo. —Que pena, hoy tampoco tengo ganas de responder nada, así que no pierdan su tiempo — sonrió, haciendo irritar a las chicas.

—Empecemos, está estúpida tiene que hablar hoy — la pelinegra camino hasta el fondo, dónde se ubicaba una mesa con varios artefactos en ella, desde pinzas, hasta cuchillos para cortar la fina piel de Lisa, sin embargo, ella no se inmutó al ver todos aquellos artefactos, simplemente se mantuvo neutral y con una sonrisa de lado. —Veremos que tan fuerte eres — la chica sonrió, tomando una navaja que estaba en la mesa, encontrandola demasiado filosa.

Camino de regreso hasta donde estaba Lisa y recorrió con la punta de dicha navaja su clavícula, tratando de intimidarla, sin embargo, no hubo reacción.

—¿Qué es lo que venías a hacer a la mansión Jeon? — preguntó una de las chicas, pero simplemente obtuvieron el silencio mismo. —Hazlo — la pelinegra al recibir la orden, bajo la navaja hasta el abdomen de Lisa, dónde hizo un corte superficial, pero siendo doloroso. Para su sorpresa, Lisa no hizo ningún ruido de dolor, ni siquiera soltó un grito, causando curiosidad en ella. —Última oportunidad — insistió.

Lisa simplemente ladeó la cabeza y no hizo ningún ruido ni expresión facial. La pelinegra estaba a punto de volver a cortar, sin embargo, la puerta del cuarto se abrió, dejando ver a Jungkook, quien portaba un cigarrillo entre sus dedos y una expresión neutral. Inmediatamente, las tres chicas formaron una fila, una a lado de la otra e hicieron reverencia al tener a su jefe enfrente suyo.

—Señor, la intrusa no ha querido responder nada desde que llegó — informó una de ellas, antes de reincorporarse y mantenerse firmes.

—Creo que ha recibido un entrenamiento bastante riguroso, señor, no ha dicho palabra alguna ni porque la torturamos — a completo la otra.

—Mis queridas chicas, creo que han sido demasiado suaves con ella, así ni yo diría nada — tomó una calada del cigarrillo y lo dejo salir por su nariz, mientras miraba a cada una de sus empleadas. —Tzuyu, el corte no fue profundo, ni siquiera le causaste tanto dolor, Sana, tu voz no es para nada amenazante y menos si haces las preguntas así, ¿Estás leyendole sus derechos o qué? Y tú, Momo, ¿Crees que con entrar y arrojarle agua helada vas a torturarla, no estamos en prisión — Jungkook hizo un rápido movimiento de cabeza, indicandoles que se marcharán, a lo que no dudaron ni un segundo, cerrando la puerta antes de irse.

»Profile ⚠️ +18 [ Lizkook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora