Todo paso tan rápido que apenas pude entender, primero estábamos en la ceremonia de unión de los chicos y después apareció Karner liberado de sus cadenas, se veía demacrado, su ropaje estaba lleno de sangre por los múltiples castigos de Adara y Lucían. Su primer ataque cayó a mí, dejándome inconsciente.
Cuando desperté todo estaba en absoluto silencio, eso me asusto, seguía en el suelo y por instinto busque a Adara y no la vi por ningún lugar del castillo.
Toque el dragón tatuado en mi brazo con la esperanza de encontrarlos, solo pude sentir un pequeño pellizco, era tan débil que apenas lo note, corrí a donde me guiaba el tatuaje.
Es como si supiera la dirección con cada zancada que daba, aunque este sitio no lo conocía. Después de pasar innumerables árboles, llegué al filo de un barranco, mire aterrada para todas partes buscando a los chicos, pero ahí se perdía la señal que tenía de ellos, fuerce una conexión con el tatuaje; sin embargo, fue inútil, incluso este se desvaneció.
En ese momento el entendimiento llego a mí, si ninguno de los chicos estaba y la conexión que nos unía desapareció, eso quería decir que ellos habían muerto. Negaba repetidas veces, eso no podía ser ellos no podían, ellos no...
—¡Nooo!
Intente lanzarme, por aquel barranco, para buscarlos, pero, ellos deberían estar bien, seguro volvieron al castillo después de haber matado a Karner, si eso pasó.
Limpie mis lágrimas y gire por el mismo camino con la esperanza en mi pecho de verlos, cuando estuve a punto de cruzar a aquella línea que escondía al castillo y al aquelarre unas manos me detuvieron. —Pero, que te pasa voy... Me detengo cuando veo a uno de los nietos de los ancianos del consejo, Samuel creo que es su nombre.
—No entres —dice en susurros.
—Porque? —pregunto— Adara y Lucían me han de estar esperando, no me hagas perder el tiempo.
La mirada de compasión que me da, no me gusta, mi estómago se contrae y un nudo se forma en mi garganta.
—Ellos están ahí dentro —mis ojos comienzan a arder— dime que si, por favor dímelo. Él niega, en ese momento siento que todo a mi alrededor, da vueltas, ellos no, por favor diosa, ellos no.
—No volvieron, Karner está adentro y no deja que nadie del consejo salga, temo... temo que los matara. Su voz se siente tan lejana, solo como un susurro.
—Huye —atino a decir— y llévate a los que puedas, buscaré a los demás príncipes para que maten a Karner.
No sé ni como pude hablar con el nudo en mi garganta que aprieta cada vez que intento coger aire.
—¿Ellos podrán salvar a mi abuelo?
—No lo sé, igual los buscaré, es lo que Adara estaba asiendo antes de que todo este infierno se desatara.
ESTÁS LEYENDO
La Traición del Fénix
Про оборотнейTodos queremos tener amor en nuestras vidas y ser la debilidad del villano. Suriel creyó encontrar el amor en una hermosa humana que ayudó en el bosque, pensó que había encontrado a su alma gemela, pero todo su mundo caerá cuando conozca a Adará una...