ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 2

17;00

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— ¿Que mierda estás haciendo? — preguntó Luke asomándose en el árbol. — ¡Sunghoon! — Susurró.

— La mansión de Kenny no tiene seguridad.— contestó forcejeando la puerta.

— Sunghoon, ¿No crees que podrían ser una trampa? — preguntó Luke caminando hacia la puerta hasta frenar su paso.

— Hay una cámara. — Contestó Luke señalando.

— Mejor. — respondió Sunghoon abriendo la puerta con fuerza.

Sunghoon entró sin previo aviso y caminó con tranquilidad hasta la habitación de Kenny.

Allí, alumbró con una linterna su rostro y echó una corta risa que fue suficiente para despertarlo.

— Ya no es hora de dormir. — Contestó Sunghoon.

Sunghoon tomó el cuello de la remera de Kenny y lo terminó arrojando al suelo con brusquedad.

Kenny se desesperó por intentar agarrar algo debajo del colchón de su cama, probablemente un arma pero no lo logró.

Lo único que logró fue que Sunghoon lo desmayara con  un fuerte golpe en la cabeza.

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— Bien, ya durmió lo suficiente. — contestó Sunghoon.

— Sunghoon, nos estamos arriesgando...

— Luke, no molestes. — respondió Sunghoon irritado. — Ve a guardar las computadoras y a extraer los archivos.

Luke se mantuvo en silencio he hizo caso a la orden de Sunghoon por más que no fuera de su agrado.

Mientras tanto, Kenny abrió sus ojos y empezó a mover su cuerpo con desesperación.

— Es una lastima que nos encontremos de esta manera. — comentó Sunghoon.

— ¿No puedes hablar? — preguntó Sunghoon nuevamente.

Sunghoon tomó la cinta que cubría la boca de Kenny y tiró con fuerza de ella.

— ¡Yo no maté a tus padres! — alzó la voz.

— yo también podría decir lo mismo. — Murmuró agarrando un cuchillo.

— ¡Nunca fue mi intención hacerlo! ¡Lo sabes bien!.

— ¿Que ojo prefieres? — preguntó Sunghoon acercándose.

Kenny negó con la cabeza y empezó a súplicar y a preguntar que necesitaba y como podía ayudarlo.

— No necesito nada, solo tomaré prestado algunos archivos, computadoras y quién dice, dinero. — contestó.

— ¿Que necesitas?... Yo .. yo puedo dar lo que sea.

— Te pregunté algo. — comentó Sunghoon con una sombría mirada.

Kenny abrió sus labios inseguro en si comentar algo por lo que Sunghoon terminó hundiendo la daga en la pierna derecha.

— ¡AGHHHH!

— Me quedaré toda la noche. — contestó Sunghoon. — será como un regalo, un regalo para Sunghoon.

Sunghoon sonrió y apretó con fuerza la herida en la pierna de Kenny.

Largas horas pasaron y para Luke se hizo molesto y preocupante en la manera que Sunghoon disponía su tiempo para seguir hiriendo a Kenny.

Creo que su maltrato fue a otro nivel.

Sunghoon había mutilado los dedos de la mano derecha, le había hundido la daga en su ojo izquierdo, quemó las heridas de su pierna y le cortó la mitad de la boca dejando a la vista todos sus dientes rotos.

La imagen ya no provocaba odio, sino pena, pena y un profundo asco que daban ganas de vomitar.

— dios mío, Sunghoon... — contestó Luke tapando su boca con asco.

— ¿No es suficiente? — preguntó Sunghoon volteando.

Luke frunció su seño con incomodidad ante la apariencia de Sunghoon.

Sus nudillos estaban rojos, su rostro tenían gotas diminutas de sangre, en su brazo habían grandes manchas rojas mientras que su mirada era inexpresiva.

Una mirada que intimidaba.

— Debemos irnos. — contestó Luke. — fue suficiente... Demasiado...

— No terminé. — contestó Sunghoon agarrando un martillo.

Luke observó perplejo en cómo Sunghoon golpeaba abruptamente el cráneo de Kenny.

Luke cerró sus ojos y salió de la casa para meterse en el auto y soltar un suspiro tratando de aclarar su mente.

Tal vez Luke siempre estuvo preparado para ver a gente morir a través de balas pero el trabajo pesado siempre era encargado a Sunghoon.

Luke siempre se negó a cumplir con tareas de hacer hablar a alguien porque sabía de qué se trataba.

Sabía perfectamente que si la persona no hablaba, debían llegar a extremos que mentalmente te traumaban.

— su maldito cráneo se hundió... — Susurró Luke tratando de olvidar esa escena.

— está jodidamente enfermo... Que puto asco... — Susurró con incomodidad.