ᴀɢᴇɴᴛᴇ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ x ᴛɴ 2

26;00

Tapé mis labios sintiendo las náuseas apropiarse de mis papilas gustativas para terminar vomitando en la pileta de la cocina.

Vomité exactamente dos veces aún recordando como su cuerpo se movía por última vez.

— Nos vamos. — contestó Sunghoon.

— ¿A dónde iremos? — pregunté tapando mi boca con asco.

¿Cómo puede actuar tan normal después de asesinar a cientos de personas?

¿No siente asco, repugnancia?

Digo, acaba de ver pura carne ser despellejada del cuello de alguien.

— ¿Ir? A ningún lado. Tengo que encontrar a Heeseung y ya sé dónde está. — contestó Sunghoon tomando el bolso.

— Sunghoon, Luke hace minutos murió... El edificio está destruido y -

— ¿Crees que seguiré esperando? Pensé que había Sido claro al respecto.

— Nada de lo que dices es claro, deberías descansar, todos es-

— ¡Todos estamos cansados! — gritó Sunghoon con impotencia.

Cerré mis ojos del susto y agaché la cabeza algo intimidada por su cambio de humor.

— Es ahora o nunca. No necesito tu opinión porque de todas maneras, no me ayudarás.

Sunghoon salió de la cabaña y empezó a caminar.

Algo asombrada por su "despedida" salí negandome a ver el cuerpo de Kentaro para seguir a Sunghoon.

— Sunghoon, no seas tonto, escucha porfavor.

— Ya escuché lo suficiente.

Me quedé en silencio y solo volví a agachar la cabeza.

Yo también estoy cansada.

Ahora mismo, siento aquella sensación que sintió Luke en sus últimos minutos de vida.

La sensación de rendirme.

El camino se hizo eterno, silencioso y bastante agotador.

Sunghoon mantenía una profunda mirada sumergida en el odio y el deseo de matar.

Dejé de caminar al ver la casa de Heeseung.

Esto... Esto es tan familiar.

Acaricié mi cabeza ante una punzada de dolor y agarré el bolso de Sunghoon para abrir el cierre ignorando su pregunta.

— ¿Que crees que haces?

— te estoy hablando.

— Agh. ¿Que hago? Estoy ayudándote a no morir, imbécil. — comenté frustrada.

Tomé dos diferentes armas para revisar su munición.

— No te dejaré y lo sabes.

— Si pero como yo respeté tu decisión acompañándote en esta estúpida misión suicida, tu también respetarás que quiera hacer suicidio.

— Tn, es algo serio. — contestó Sunghoon.

Miré a Sunghoon sin ninguna expresión y solo le devolví el bolso.

— ¿Tienes un plan? — pregunté.

.                    .                  .

Terminamos de rodear la casa con un esfuerzo máximo en no llamar la atención y menos que nos viera alguien.

Al rodear la casa, poníamos varias bombas que se activaban con un control que tendría Sunghoon en el momento además de que nos escondimos detrás de unos arbustos.

— oh... Un chaleco.

— Lo necesitarás más que yo. — contestó Sunghoon abrochando.

— Puedo defenderme Sunghoon... — Susurré mirándolo con atención.

— Lo sé, sé que eres capaz pero aún así, quiero asegurarme que estarás bien. — contestó Sunghoon dando una pequeña sonrisa.

Una pequeña sonrisa falsa.

No demostraba una pizca de emoción o comprensión.

Estaba demasiado serio, seguramente estaba sufriendo de mucha presión por todos los fallecidos...

— Cuando apriete el botón, entraremos. Tú irás por el ala derecha y yo por la izquierda.

— Entendido.

— ¿Lista? — preguntó Sunghoon tomando el control.

— Lista.