Capitulo 4

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Nick me miró mientras las chicas le contaban todo. Desde el allanamiento al hospital, no dejaron nada fuera.

Cuando mencionaron a Ryan Torres,
Lo vi suspirar y parecer aburrido. Metió la mano en la carpeta que tenía delante y sacó una foto. Era un hombre joven con lo que parecía ser un corte de tazón y una pequeña sonrisa en su rostro.

—Sí, es es él —instó Denna.

Dejó la foto y sacó otra. Era del mismo tipo, pero esta vez estaba en una bolsa para cadáveres con una herida de bala en la cabeza. Me encogí y Nick rápidamente apartó la foto.

—Sé lo que vi —instó Denna.

Nick agarró un papel y un bolígrafo, listo para escribir.

—¿Dirías que fue como El amanecer de los muertos o La noche de los muertos vivientes? —preguntó con una sonrisa y un guiño hacia mí.

Ahogué una risita cuando las cabezas de las chicas se volvieron hacia mí. Me aclaré la garganta cuando Denna lo fulminó con la mirada.

—Llamaron del hospital, se escuchaba nerviosa —le informó a Nick un policía con una barriga redondeada.

Nick miró a Denna mientras ella le miraba con cara de te lo dije. Con un suspiro se puso de pie.

—Yo me encargó, quédate con ellas. T/n, ven conmigo —asintió con la cabeza hacia la puerta.

Me puse de pie, siguiéndolo por el pasillo hacia la puerta cuando giró y me empujó contra la pared. Con las manos a cada lado de mi cabeza, me miró con una ceja levantada.

—¿Es esto una broma? —murmuró.

—No, a menos que este tipo tenga un gemelo, era el mismo. Ese fue el tipo que me cortó la cara —le hice un gesto a la tirita.

Miró el corte y luego de nuevo a mis ojos.

—Si descubro que esto es una broma, estaré enojado. Si lo es y solo querías mi atención, estaré enojado porque ya tienes mi atención —dijo.

—No es una broma —le dije entre dientes.

Apretó la mandíbula y asintió antes de inclinarse y besarme con fuerza. Fue corto y me dejó sabiendo quién estaba a cargo.

—Mantente a salvo —ordenó.

—Tú también —agarro su mano y la aprieto.

Me dio una sonrisa y se alejó. Tengo que admitirlo, su trasero se ve bien en esos pantalones.

—Asqueroso —escupió Denna detrás de mí.

Me giré rápidamente y la miré, pero antes de que pudiera abrir la boca, me sacó por la puerta y me llevó al aire frío de la noche. Me estremecí un poco y traté de envolverme mejor en mi chaqueta.

—No nos ayudarán —insiste Denna mientras caminamos hacia la ambulancia—. Y tienes la mala costumbre de hablar en voz alta y no darte cuenta, idiota —me empuja suavemente.

—Oh —gruño.

Kate y Josh están de pie, esperándonos, pero Simon no está allí.

—Tengo esto —dice Denna mientras saca un arma.

—¡Qué demonios! —gruño de nuevo.

—¿Es de la policía? ¿Le robaste su arma? —espeta Sam.

—Pues claro que sí lo hizo —dijo Kate, orgullosa con sus actos.

—¿Dónde está Simón? —cuestiono

Josh abre la boca para hablar, pero un grito lo interrumpe. Todos corremos frenéticamente hacia el sonido, reconociendo que era Simon. Doblamos la esquina y nos detenemos en seco.

En el medio del camino está Simon con una chica encima de él y ella está tratando de apuñalarlo. Se resiste tanto como puede, pero por alguna razón ella parece extrañamente fuerte.

Con una respiración profunda, Denna se acerca por detrás, levanta el arma y dispara. Se cae de Simon mientras brota una especie de líquido negro. Con un grito y diciéndonos que corramos, Simon salta y se va, todos lo seguimos detrás de él y regresamos a la ambulancia.

———

Estoy dando vueltas, tratando de averiguar qué acaba de pasar y por qué la gente está tratando de matar a los niños que amo y me importan.

—Era guapa, la perra parecía normal —Simon gimió.

—Odio explicarte pero las perras no sangran maldita sangre negra —espeta Denna.

—Pues era guapa y normal, hasta que me atacó con una maldita navaja —Simon explicó.

—Se corto las venas. ¿Ella cantaba algo? ¿Cantaba una canción, como una vieja canción? —Josh estaba desesperado mientras intentaba obtener respuestas.

—Cielos, ¿y tú como sabías eso? —Simon se encogió de hombros y golpeó sus piernas exasperado.

Josh asintió y se levantó, obligándonos a seguirlo mientras corría hacia el sótano.

Fue directo a su tablero de asesinatos, como lo llamé, y comenzó a tomar papeles antes de arrojarlos sobre la mesa de café frente a nosotros.

—Ella es Ruby Lane, la chic que te atacó, ella cantaba cuando mató a su novio, amigas y luego se suicidó, se cortó las venas —explicó Josh.

—¿Por qué no salió en las noticias? —asentí al mismo tiempo que la pregunta de Kate.

—Porque pasó hace treinta años —di un paso atrás y miré a mi hermano

Creo que tal vez está pasando demasiado tiempo en las salas de chat.

Continúa explicando quiénes son todos y por qué todos perdieron la cabeza.
Por una mujer, una loca Mujer.

Sara Fier.

Pongo los ojos en blanco y apenas escucho después de eso. Al crecer, todos escuchamos las historias de Sarah Fier. Las contaban como un cuento antes de dormir para que los niños se comportaran.
Demonios, se lo dije a Josh y Denna cuando eran niños solo para que estuvieran bien y se fueran a dormir.

—Eso es imposible —declaro.

Todos hablan y me miran, también noto que Denna y Sam ya no están en la habitación.

—¿Por qué? —demanda Josh.

—Porque —me detengo.

¿Por qué sería imposible? Me refiero a cosas más extrañas que han sucedido en el mundo. ¿Sería realmente tan imposible creer esto?

—¿Dónde está tu prueba? —me cruzo de brazos.

—La tengo —dice Denna detrás de mí.

Todos nos giramos para mirarla. Sam está de pie a su lado y Denna le hace un gesto para que hable.

—La vi —Sam tragó saliva, mirándonos con miedo en sus ojos—. Vi a la bruja.

The Goode Sheriff |Nick Goode x F!Reader| Fear Street 1994   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora