The Goode Sheriff |Nick Goode x F!Reader| Fear Street 1994

Capitulo 6

Cuando Nick y yo salimos de la casa, todos los niños silbaron y aplaudieron.

—Maldita sea Goode, quién sabía que eras un gritón —se rió Simon.

Nick se sonrojó y le mostró el dedo. Durante unos 10 segundos, todos se detuvieron y lo miraron fijamente.

—Sí, soy el Sheriff y te acabo de mostrar el dedo —puso los ojos en blanco.

—Espero que no sea el mismo dedo que tenía en T/n —le susurró Simon a Kate, pero lo suficientemente alto para que todos lo oyéramos.

Incluso Nick se rió a carcajadas cuando me sonrojé y le di un puñetazo a Simon en el brazo. Nick envolvió su brazo alrededor de mi hombro y me atrajo hacia él, besando un lado de mi cabeza.

—Entonces, ¿ahora qué hacemos? —Suspiré preguntándoles a los niños.

—Vamos a desenterrar a la bruja —Kate se encogió de hombros como si fuera algo normal.

—Espera, espera, espera. ¿Van a perturbar la tumba de una supuesta bruja? —preguntó Nick, un poco enojado y un poco impresionado.

Todos asintieron.

—Jesús, los adolescentes me asustan —murmuró.

—¿No vas a arrestarnos? dijo Josh de repente.

Nick abrió la boca pero fue interrumpido por Simon.

—Oh, por favor, si va a usar las esposas con alguien, es T/n —movió las cejas.

Nick me miró y levantó una ceja. —Te gusta eso? —sonrió mientras me sonrojaba de nuevo.

—¿Quién diría que el Sheriff era tan pervertido? —Kate susurró a Simon y Denna, quienes asintieron.

—Bueno, miren eso, mi auto sí se ve divertido —dijo Nick de repente.

Todos lo vimos mientras nos daba la espalda y miraba fijamente su auto perfectamente fino con la cabeza inclinada hacia un lado.

—Si no puedo verte, no lo sabré —murmuró.

Todos excepto yo corrieron a la ambulancia. Me acerqué a Nick y me paré en su línea de visión. Sus ojos se movieron del auto a los míos y sonrió.

—Hola, muñeca —susurró.

—Hola guapo —le susurré de vuelta.

Abrió sus brazos para mí, dejándome acariciar su pecho y relajarme por un minuto. Podía escuchar su respiración constante, pero su corazón latía un poco rápido.

—¿Estás bien? Tus corazón late como un caballo de carreras —me retiré nerviosa y pensando que algo andaba mal.

—No pasa nada, solo tienes ese efecto en mí —me guiñó un ojo.

—¿Alguna vez te dije que te ves sexy con tu uniforme? —pregunté con un guiño.

—No, no lo has hecho —se rió entre dientes mientras negaba con la cabeza.

—Bueno, lo haces —besé su mejilla—. Aunque tengo que irme —suspiré.

Me abrazó de nuevo, enterrando su rostro en mi cuello y besándolo. —Por favor, vuelve a mí sana y salva —murmuró.

—Lo intentaré —me reí.

Se apartó y ahuecó mi cara, besando mi frente y dándome una sonrisa. —Eso es todo lo que pido.

———

Los niños y yo llegamos a la escena del accidente y saltamos de la ambulancia. Josh estaba repartiendo faros y trató de darnos uno a Denna y yo.

—Solo los idiotas usarían eso —dije dándome la vuelta.

Dejé de moverme cuando vi a Kate y Simon usándolos, sonriendo tímidamente.

—Está oscuro —Simon se encogió de hombros.

Puse los ojos en blanco y comencé a caminar cuesta abajo, todos me seguían. Denna agarró la mano de Sam y me di cuenta de que Josh estaba ayudando a Kate.

—Me caí del auto aquí —suspiró Sam de pie junto a un BMW rojo.

Estaba volviendo sobre sus pasos, poniéndose de rodillas y mostrándonos lo que sucedió. Se quedó helada de terror y sacó una cadena.

Josh se arrodilló junto a ella y suavemente le quitó la cadena, limpiando el frente de la cerradura.

—Feir —respiró, horror en sus ojos.

—Mierda, perturbaste su tumba. No es de extrañar que esté enojada —me palmeé la cara.

—Hay que desprofanarla —sugirió Simon.

—Es estúpido —comentó Deena.

Sam jadeó y se congeló cuando su nariz comenzó a sangrar. Se estaba tocando los huesos, con lágrimas en los ojos.

—Sam, tu nariz está sangrando —Denna jadeó.

—La vi, está enojada —dijo Sam.

—Vamos a intentarlo —Josh se encogió de hombros.

Todos nos acurrucamos juntos y Denna corrió hacia el auto y agarró una chaqueta. El chasquido de una ramita detrás de nosotros hizo que Josh se diera la vuelta y se pusiera de pie. Observé cómo se adentraba más en el bosque y se quedaba allí.

—Por favor perdónanos —susurró Simon a
Sarah.

—¿Escucharon eso? —nos gritó Josh.

Antes de que pudiéramos responder, una figura vestida como un leñador con un saco de arpillera sobre la cabeza salió corriendo del bosque, pasó junto a Josh y se dirigió directamente hacia nosotros.

Todos despegamos excepto Sam, que estaba allí como un ciervo ante los faros. Denna la alejó, pero no antes de que él la golpeara en el hombro y rompiera la ventana del auto.

—MUÉVETE, MUÉVETE, MUÉVETE —grité mientras corríamos hacia la ambulancia y saltábamos.

—¿Qué fue eso? —jadeé.

—Nightwing, el asesino del campamento —tragó saliva Josh.

—¿Por qué no fue por ti? —pregunté—. No me malinterpretes, me alegro de que lo único malo sea el hombro de Sam, pero corrió a tu lado como si ni siquiera existieras.

—Está detrás de mí —murmuró Sam.

—No, de todos nosotros —argumentó Denna.

—La vi. Está enojada porque la molesté y ahora me quiere muerta —explicó Sam.

—Vinieron por todos nosotros, no solo por ti —Dije.

—Es su sangre —dijo Josh como si hubiera encontrado la llave de la Atlántida.

—También nos persiguieron —argumentó Denna nuevamente.

Kate pisó los frenos, estacionó la ambulancia y entró en la parte de atrás.

—No, no lo hicieron, querían la camisa de Simon —abrió su sudadera roja y nos mostró la sangre en el frente.

—¿Cuánto tiempo llevas usando eso? —Le pregunté disgustada.

—¿Por qué vinieron a nuestra casa? —preguntó Denna.

Mirando a mi alrededor, noté todas las caras de rompecabezas y suspiré, mirando mis zapatos. Y echando un vistazo a los de Denna. Pateé su pie y mencioné con la cabeza que mirara hacia abajo.

—Son como tiburones Simon rebotó su pierna arriba y abajo, nervioso.

Me mordí el labio mientras los niños discutían y llamaban cebo a Sam.

—Alto —grité por encima de las voces.

Todos se quedaron en silencio.

—Ahora que sabemos lo que buscan, ¿qué hacemos ahora? —Le pregunté a Josh.

—Sí, es lo que buscan, hay que darle a los idiotas lo quieren.