Salí corriendo de la escuela, debido a lo tarde que era ya se había ido el bus. Por desgracia no traía dinero para un taxi así que me tocó ir andando.
Tomé un camino diferente al de siempre por si a Alex se le ocurría seguirme o algo por el estilo.
No ha cambiado nada, él sigue siendo el mismo tonto sin sentimientos y yo la misma chica ingenua que sigue creyendo que va a cambiar algún día.
El cielo estaba gris, tan gris que parecía que se acabaría el mundo y el aire se estaba tornando frió y húmedo.
Si no me apresuraba me empaparía y no quería pescar un resfriado.
Decidí adentrarme en unas obras, por allí cortaría camino. De esa forma me ahorraría unas seis cuadras y llegaría antes.
El lugar estaba desierto, el ambiente y el clima hacían el contraste perfecto para grabar allí una película de terror.
Estaba lleno de escombros, grúas, y el edificio que construían apenas iba por el tercer piso.Mientras más me adentraba, más denso se volvía el silencio, era un poco incómodo y sentía que en cualquier momento se me iba a aparecer la llorona pero como bien dicen por ahí «El que tenga miedo a morir que no nazca»
Una notificación llegó a mi celular:
NÚMERO DESCONOCIDO: Te recomiendo que corras.
Arrugué el ceño de inmediato, es decir ¿Quien era? ¿Y qué quería decir?
Un ruido estrepitoso me hizo dar un pequeño brinco.
Eran cadenas, estaba segura , pero no sabía exactamente de donde provenían. Lo que si tenía claro era que eran cadenas muy grandes.
Estaba empezando a asustarme así que apresuré el paso.
No existe un porqué lógico, pero en mi cabeza empezó a sonar una vocecita que gritaba que saliera lo más rápido posible de ese lugar.
Las cadenas se escucharon más cerca, pero seguía sin poder verlas.
Un rayo iluminó el cielo y luego se desencadenó la lluvia.
Esperé que las gotas callaran sobre mi piel pero eso nunca pasó, por el contrario un enorme rectángulo a mi alrededor seguía intacto y seco.
Miré hacia arriba buscando un por qué y al fin descubrí de donde venía el ruido.
Sobre mi cabeza había una enorme pieza de concreto atada con cadenas guindando del brazo metálico de una grúa. Mi mirada se desvió por un momento a su cabina, los cristales eran negros, si había alguien dentro no podía verlo.NÚMERO DESCONOCIDO: Luego no digas que no te lo advertí... Rip :)
No tuve tiempo ni de interiorizar el mensaje, las cadenas sonaron y la pieza de concreto empezó a descender sobre mí a una velocidad amenazante.
Corrí con tontas mis fuerzas y salté en un intento de salir de debajo de esa cosa antes de que me aplastara.
El estruendo de semejante objeto al caer de al menos 10 metros de altura, hizo que me pitaran los oídos, una enorme nube de polvo me envolvió y asfixió.
Aún estando aturdida me levanté y traté de orientarme, salí corriendo en dirección a la salida, corrí con fuerza a pesar de que me dolía horrores el hematoma pero no me importó. Seguí corriendo hasta llegar a casa.
Abrí la puerta desesperada y me colé dentro como si mi vida dependiese de ello. O tal vez lo hacía, no estaba segura.
Me senté detrás de la puerta agitada, en pánico y exhausta. El corazón me latía unas mil veces por segundo y me costaba respirar.
Mamá no estaba, supuse aún estaría en el trabajo.
Subí a mi habitación y llame por teléfono a Cris, no quería estar sola en casa.
***
Después de un baño, el timbre sonó y bajé con cautela. Abrí la puerta de poquito en poquito rezando porque fuera Cris. Gracias al cielo y a todos los santos lo era.
Lo tomé por un brazo y lo jalé para que entrara rápido.
—¿Por qué demoraste tanto?
—Joder Olivia estas pálida ¿Te encuentras bien?
—No, necesito contarte algo—hablé tan rápido que creí que no me había entendido.
—Vale, pero ven siéntate en el sofá y yo te voy a traer un vaso de agua con un calmante, estás sudando frío.Obedecí, el tenía razón necesitaba al menos el paquete entero de calmantes.
En cuanto Cris me dejó sola me entró una notificación al celular:
NÚMERO DESCONOCIDO: No le cuentes a nadie de lo qué pasó hoy, o puede que esa persona no corra con tu misma suerte. Espero que esta advertencia si la tengas en cuenta ;)
Empecé a ponerme nerviosa otra vez, y mis manos temblaban tanto que se me calló el celular al suelo.
Cris regresó con el vaso y el calmante:
—Venga toma, ahora si respira y cuando estés lista cuéntemelo todo.En un impulso empecé a negar frenéticamente.
—No no es nada olvídalo.
— ¿Qué te pasó en el cuello?
—Oh Erik y Roland se volvieron a meter conmigo.
—Menudos patanes, hay que hacer algo ya.
—No te preocupes, Nate llego y me ayudó, claro que por eso lo mandaron una semana a detención y terminó muy lastimado.
—Valla es la segunda pelea que me entero que tiene hoy.
—¿La segunda?
—Si, la primera fue con Alex en el campo de entrenamiento.
— ¿Por qué?
—Eso no lo sé honey—Cris se encoge de hombros.Recordé lo que le dijo el director a Alex en el vestidor de chicos. Mencionó que su castigo era debido a una pelea que tuvo en el campo, pero no se por qué supuse que había sido con Erik y Roland.
—¿No tienes como averiguar por qué fue?
—Bueno ¿Por qué no le preguntas tú a alguno? Ambos son íntimos tuyos—me guiñó un ojo—Es que incluso puedes obtener las dos versiones si así lo deseas.
—Si claro.
—Creo que deberías dormir un rato, te ves terrible.
—Te haré caso por esta vez.
Hola, esta es la primera vez dejo una nota. Me siento rara jaja, pero a lo que venía.
Estoy feliz de que mi historia esté consiguiendo vistas, a pesar de que no son muchas considero que es un avance teniendo en cuenta que este es mi primer libro.Quiero agradecerle a esas personaras que están leyendo mi historia y me gustaría que dijeran en los comentarios que les parece y que me den sus votos si les gusta. Para mí es muy importante la opinión de los lectores.
En serio me esfuerzo mucho para tratar de que todo esté bien escrito y aunque es contradictorio a pesar de que me guste leer y escribir soy pésima con la ortografía, así que si han encontrado alguna no me juzguen jaja.
Pues nada eso, muchas muchas gracias y espero que les esté gustando :)
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Un cuento bajo la lluvia
RandomUna historia de amor, drama, suspenso y algo de comedia, te invita a conocer la vida de una adolescente que no tiene idea de cuanto puede cambiar su vida en solo siete meses.