Mine | Sanzu Haruchiyo | +18 (Terminada)

20

Que Mikey me consolara me parecía un poco raro teniendo en cuenta el tipo de relación que teníamos, pero debía admitir que me hizo sentir bien, me escuchó pacientemente y aunque hizo algunos comentarios algo ofensivos hacia Sanzu, su apoyo me resultó reconfortarle

Pero debía admitir que cuanto más hablaba con él y escuchaba como me decía que estaba haciendo bien al dudar de Sanzu, que no debía confiarme de él... una parte de mi me repetía que las cosas podían no ser tanto como lo había pensado, ni siquiera lo había escuchado y me arrepentía de ello, pero en esos momentos no podía ir y pedirle una explicación, no después de haber huido de él y de Koko, necesitaba mi espacio, estar tranquila y sobre todo sola, porque escuchar a Mikey diciendo que Sanzu siempre había sido un mujeriego y que no debía llorar por él, no estaba ayudándome realmente

Él parecía estar intentando animarme, daba esa sensación, pero algo dentro de mí me gritaba que las cosas no eran tan así, y si algo había aprendido con el tiempo, había sido a confiar en mis instintos

Me costó mucho, quizá varias horas tranquilizarme y poder dejar de llorar, su posible engaño me había golpeado muy fuerte, amaba a Sanzu, él era el hombre que siempre había estado esperando, quizá muchos pensaran que era estúpido por mantener una ilusión infantil, pero él había sido mi primer amigo, mi primer novio y sobre todo, mi primer amor, todo lo que sentía por él estaba intensificado al mil, quizá al comienzo nuestra relación no había sido buena, él me había tratado como un objeto, como un traidora e incluso como una zorra, pero había cambiado su actitud hacia mí y eso había hecho que decidiera olvidarme de todos ese trato horrible, no lo volvería a tolerar, pero tampoco me aferraría a él negándome la oportunidad de ser feliz a su lado

Ven déjame ayudarte Aoi- Mikey me ayudó a ponerme de pie- te llevaré a tu habitación para que descanses, me encargaré de que nadie te moleste

Si, gracias- susurré

Caminé a su lado en silencio por el edificio, pero cuando abrió la puerta de mi habitación, cuando creí que podría estar tranquila y pensar en todo lo que había sucedido, él apareció

Sanzu entró al pasillo pasando una de sus manos por el cabello y se detuvo al vernos al igual que lo hice yo a pesar de que el albino quiso meterme en la habitación de un empujón

¡Aoi!- corrió hacia mí pero Mikey se puso entre medio- ¿Mikey?

Déjala tranquila Sanzu- negó antes de mirarme de reojo- entra en la habitación, yo me encargo

Pero...- miré al albino dudosa

Es una orden Aoi, entra- demandó haciéndome temblar y Sanzu frunció el ceño

No lo lastimes- supliqué apenas audible, obedeciéndolo

¡Aoi! ¡Escúchame por favor!- gritó cuando me metí en la habitación y cerré la puerta detrás de mí, pero no pude alejarme de ella, quería correr hacia Sanzu, quería perdonarlo, pero no podía hacerlo, la imagen de él saliendo de esa habitación abrochando su ropa solo se repetía en mi cabeza mientras miles de pensamientos deprimentes me invadían

¡Tengo que hablar con ella, las cosas no son como cree!- intentó razonar con Mikey y apoyé mi frente contra la puerta

¿La estas tomando de estúpida?- bufó el líder

¿Que? ¡No! Estaba haciendo lo que me pediste Mikey- abrí mis ojos sorprendida ante esa afirmación- me estaba encargando del traidor que teníamos en el burdel pero ella solo... solo malinterpretó las cosas, tengo que hablar con ella, arreglar las cosas

No te dejaré entrar, déjala tranquila, quiere estar sola y eso hará- afirmó

Tú... tú le dijiste ¿Verdad?- la desesperación en su voz me rompía el corazón- ¿Le dijiste que solo seguía tus ordenes?