Capítulo 6

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Hay un pequeño fuego en la tienda.

Da zai levantó la cortina y asomó la cabeza para ver a Yan Shiqing, desnudándose a la luz del fuego ardiente.

No pudo evitar tragar.

Hay unas cuantas cicatrices en la columna vertebral desnuda que se ven completamente diferentes a las de su papá.

Este "Rey del Infierno" es tan varonil.

En el momento en que levantó la cortina, Yan Shiqing ya lo había percibido. Sin embargo, el dueño de la mirada era demasiado pequeño y débil para suponer una amenaza para él, así que lo dejó pasar.

Pero......

¿Por qué este vistazo nunca terminaba?

Yan Shiqing se puso una camiseta suelta y se acercó a él con calma, inclinando la cabeza: "¿Pasa algo?"

Había una frialdad en su rostro, y Da zai se encogió un poco ante su mirada, pero sus ojos permanecieron fijos en él, aturdidos: "Por... por favor, come."

En su pequeña mano sostenía una pequeña fruta púrpura, recogida en el camino.

Yan Shiqing miró hacia abajo y reconoció que esa fruta era venenosa y que lo marearía si la comía. Tomó obedientemente la fruta y cambió otra fruta roja no tóxica por la esta: "Mmm, gracias."

Da zai de repente ya no tuvo miedo.

Sintió que aunque este gege era malvado, seguía siendo muy amable.

(Dage/Gege/Dagege= Hermano mayor, se le puede decir a tu hermano de sangre o a alguien mayor que tú.)

Los ojos oscuros del títere le miraron fijamente y Yan Shiqing se sintió inexplicablemente un poco incómodo. Pero, por alguna razón, al enfrentarse a este feo y hasta algo extraño títere, en lugar de sentir asco, Yan Shiqing sintió una inexplicable afinidad natural.

¿Quizá, fue una conexión?

Yan Shiqing pensó.

El viento agitó los bordes de la frondosa tienda, y al mirada de Yan Shiqing vislumbró los ropajes del títere.

No sabía que contenía, pero era tan grande y pesado que casi le dobla la espalda al niño.

Yan Shiqing frunció el ceño y dijo, aturdido: "¿Dónde vives?"

El pequeño títere señaló una dirección.

Yan Shiqing miró hacía allí, con una compleja emoción brillando en sus ojos.

Ahí está el nido de piedras, así que el chiquillo, ¿fue criado por esa persona?

No es de extrañar que sintiera interés por él.

Sólo que, cuando Yan Shiqing recordó la fruta venenosa que el pequeño títere había sacado casualmente, no pudo volver a arrugar la frente.

"¿Hay más de esa fruta?"

Da zai rebuscó honestamente en su paquete y sacó todas las frutas silvestres en una arreglo floral verde.

Yan Shiqing barrio y escogió los pocos que eran venenosos.

"Te los cambiaré por algo más." - Yan Shiqing pensó por un momento, pensando que su tono podría ser un poco duro, añadió con rigidez: "¿Está bien?"

Los ojos de Da zai brillaron: "Sí."

Incluso se divirtió un poco.

Quiere mucho a este gege, ¡y parece que este gege también lo quiere!

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