Capítulo 75

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Asalto de la manada de lobos

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〔 ¿Qué es esto? 〕

〔 Es increíble cómo puede salir aire frío de la boca de una persona. 〕

〔 Te ruego que abras un restaurante gourmet al final del programa, ¡seguro que voy a visitarlo! 〕

〔 Tengo mucha curiosidad, no puedo imaginarme a qué saben estas cosas desde fuera. 〕

Debido al precedente del fruto del baobab, cuando Xia Chu ensartó la serpiente cuadrúpeda en una rama de árbol y la asó sobre el fuego fantasma durante unos instantes, el público se quedó muy tranquilo al ver el color de la superficie.

Sólo era una serpiente de cuatro patas asada con los colores del arco iris...

Fue pan comido...

〔 ¡De ninguna manera! ¿Por qué tiene los colores del arco iris? 〕

〔 Y parece viscoso, como un monstruo de arcilla. 〕

〔 Gracias a este programa de variedades me ha hecho perder peso (adiós) 〕

......

A miles de metros, un rey lobo se posa en lo alto de una colina, alza el cuello y ahuya.

A la luz de la luna, sus pupilas brillaban de asombro: "¿Están todos listos?"

"Auuu..."

Los lobos lanzaron un aullidocolectivo.

El rey lobo ladeó la cabeza, miró la escena ladera abajo y agitó las patas de forma imponente: "¡Vamos!"

Los lobos salieron corriendo.

Su división del trabajo es extremadamente clara, con dos lobos al frente de la manada como punta de lanza y llevando la carga de la información. Los otros lobos están un poco más atrás, pero se mueven al unísono, y en este desierto llano tienen una ventaja absoluta de velocidad.

Con su gran velocidad y sus afilados colmillos y garras, son el mayor peligro de la noche del desierto.

Como los lobos se mueven poco por la arena, y con la ausencia de Si zai que es más agudo, Xia Chu ni siquiera es consciente del peligro que se avecina.

Se limitó a tararear y a asar suavemente el fruto el baobab.

"¿Qué es esta conmoción?"

Da zai en forna de camello medio acostado, aunque no estaba extremadamente alerta, fue el primero en sentir una ligera vibración en la arena porque su cuerpo estaba presionado contra ella.

San zai, con los ojos llenos sólo de frutos de baobab, dijo perfunctoriamente: "Probablemente un animal salvaje."

Da zai se aplacó y volvió a sentarse tranquilamente: "Oh."

Esperaron absortos su ración de cena, el baobab, que estaba buenísimo asado. Pero es que papá tarda mucho en asar, ¿cuándo se van a llenar?

En un momento, los lobos los habían rodeado en silencio.

Los espectadores pasaron casualmente a su punto de vista y al instante se les puso la piel de gallina.

〔 ¡Son muchos lobos! 〕

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