03

233 34 15
                                    

El grupo de cinco niños con miradas curiosas analizaban al pequeño albino de pies a cabeza, en respuesta a tales acciones, este se ocultaba detrás de la gabardina del joven pelirrojo, quien lucia más preocupado porque este se cayera debió a que seguía débil que por la clara incomodidad que sus otros pequeños le causaban, aún si no era con malicia.

–Niños...—trato de llamar su atención—. El es Atsushi, Nakajima Atsushi y vivirá con nosotros de ahora en adelante, traten de hacerlo sentir bienvenido mientras voy y preparo un futon para el por el momento.

Odasaku se marcho, dejándolo en la entrada que daba vista a la cocina, con cincos pequeños, quienes apenas al notar que la autoridad mayor se marcho y dejando al nuevo inquilino sin protección, se le abalanzaron cuales leones a punto de atacar a su presa.

–¡Que cabello tan lindo! Cuando este más largo déjame peinarlo y hacerle trenzas —con entusiasmo, hablo la única niña del lugar—.

–¡Eso es para niñas!...¿tu que eres? —refutó otro pequeño, posiblemente el más alto de los 6, su posible rabieta paso a segundo plano, pues ahora tenía una mueca de confusión—.

Atsushi claramente no estaba vestido como una ñiña, pero tenía ciertas facciones que los confundían, además de aquel cabello y ojos inigualables.

–Eres muy bonita..—dijeron al unisono—.

–¿Oh? —apareció Sakunosuke—, ¿confundieron a Atsushi con una niña?—el mayor soltó una carcajada, porque si bien era cierto que el albino poseía facciones delicadas no creyó que en realidad confundiera tanto a sus otros niños—, es un niño, un muchacho.

–¡Mentira!, los niños no son tan lindos —nego con escepticismo la pequeña de cabellos castaños, aun dándole una que otra mirada para poder sostener su argumento—.

Los cuatro chicos que permanecieron en silencio se ofendieron ante tal comentario, pero prefirieron no discutir y tratar de averiguar si lo que decía el mayor era verdadero.

–Bueno...eh.

–¡AH, si puedes hablar!

Los pequeños demostraron su sorpresa al escuchar por primera vez la voz del peliblanco.

–¡Claro que puede hablar! —corrigió Odasaku algo cansado por tal obviedad—.

–Oda-san tiene razón...soy chico, no una niña..—sus pómulos se tiñeron de rosa, avergonzado, tal vez debió de dejar que pensaran lo que ellos creíanque vergüenza...—sus manos se dirigieron a su rostro, no podía soportar todas las miradas sobre el, sentía que en cualquier momento podría desmayarse, deseaba tanto salir corriendo en ese mismo instante—.

El pelirrojo notando la embarazoso momento que el albino posiblemente estaba experimentando dentro de su propia mente, se compadeció.

–Atsushi, ella es Sakura —decidió dejar morir el anterior tema, y presentar correctamente a los jóvenes con los que tendría que convivir de ahora en adelante—, como veras es la única niña aquí.

La niña sonrió, aun encantada por los ojos y cabello del pequeño.

–Y ellos son Kōsuke, Katsumi, Yū y Shinji —presentó al resto de los niños que le sonrieron en respuesta—, espero que todos ustedes puedan llevarse bien, además, Atsushi es el mayor, aunque no lo parezca —añadió en un tono más bajo que el usual, así que tendrás que ayudarme a protegerlos cuando yo esté en el trabajo, ¿si?.

❣︎ℂ𝕦𝕒𝕟𝕕𝕠 𝕞𝕖 𝕣𝕖𝕔𝕦𝕖𝕣𝕕𝕖𝕤❣︎ Where stories live. Discover now