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En camino hacia su destino ya escrito, Sakunosuke no hacia mas que recordar los momentos que paso con sus pequeños antes de que todo se derrumbara y el lider de Mimic se los quitara.
Solo recordar la razón que llevo a tal sujeto a tomar esa decisión le hacia hervir la sangre.

Y lo peor de todo es que él era el único culpable de que tan terrible desenlace se llevara a cabo.

Sus pasos se volvieron cada vez mas veloces y en su mente solo resonaba la palabra venganza, algo que iba en contra de todo lo que habia estado evitando, ya no se fijaba en las personas de su alrededor, tampoco le importaba si la lluvia mojaba toda su ropa, no pararía hasta estar cara a cara con el demente que le arrebato lo que mas amaba.

Sin fijarse por donde iba, choco con un joven que paseaba tranquilo mientras degustaba de su dulce, ante el impacto el paraguas que este cargaba cayo.

–Lo lamento..—una vaga disculpa fue lo que pudo producir—.

El muchacho lo miro, serio pero apacible, y durante unos segundos no dijo nada, solo se limitaba a ver el mal estado que los ojos del contrario expresaban.

–Sabes que si vas moriras, ¿verdad? —le advirtio pese a estar seguro de que este ya lo sabia—.

–No me importa que pase conmigo

–¿Ni siquiera esos chicos que esperan por ti?

–Atsushi estara bien, se que Dazai pese a no demostrarlo lo aprecia.

–No te confies tanto de un mafioso, al menos no en estos momentos.

El pelirrojo lo observo detenidamente sin poder concentrarse del todo en lo que le intentaba decir.

–Bueno, debo irme, no digas que no te lo dije hombre, yo, el mejor detective del mundo nunca me he equivocado.

Sin mas que decir se marcho, dejando atras a un confundido Odasaku.

A pesar de que su mente habia vuelto en si ligeramente después de tan extraña conversación, continuo con su búsqueda. Luego de un rato se encontro a si mismo pisando  la entrada de un almacen abandonado, y entre un monton de cajas apiladas, observándolo con euforia desde lo mas alto se encontraba el culpable de su furia, el causante de que sus manos se manchen de sangre y quien lo ha hecho abandonar su sueño de ser escritor.

–Finalmente has aceptado pelear conmigo—de un salto este ya se hayaba parado frente al pelirrojo—, estuve esperando mucho tiempo por ti.

–No me dejaste mas opción, así que acabemos esto de una vez por todas.

Sonrió para sus adentros el contrario, ciertamente no habia deseado llegar a tal extremo pero el pelirrojo no coopero y no le quedo mas alternativa que incitarlo a desear acabar con su existencia para finalmente llegar hasta este punto.
Durante años espero por alguien con su misma habilidad, un oponente digno al cual derrotar y que lo derrote a su vez, dos vidas arrebatadas por una misma habilidad, pero que gloriosa forma de abandonar el mundo terrenal.

Ninguno de los dos esta seguro de quien dio por iniciado el combate, las cosas estaban parejas a tal punto que ya conocían el movimiento que el otro haria, incluso el cambio de este y su forma de ataque.

Ellos estaban en igualdad de condiciones.

Parecian dos frutos que crecieron de una misma rama, tan iguales y diferentes a la vez, ambos envueltos en la oscuridad.
Tal vez su principal diferencia es que uno peleaba para vengar a sus seres queridos y el otro por la satisfaccion de enfrentarse a un igual.

El impacto de sus puños formaba ondas de poder, golpe tras golpe, patada tras patada, ninguno hasta ahora habia usado el arma que traian consigo, oculta.

De alguna manera estuvieron de acuerdo silenciosamente con una sola mirada en que la batalla debía de concluir, uno tenía que morir y estaban prolongando lo inevitable.
Pero una vez mas no supieron decir quien saco el arma y apunto hacia la cabeza del contrario primero, tal vez ambos al mismo tiempo.

Los disparos no les llegaban tan siquiera a rozar, gracias a la habilidad de ambos sus intentos de herir de muerte al otro fueron en vano. Pasaron minutos, tal vez horas y de pronto, un descuido fue aprovechado y una respuesta fue enviada a su vez.

Los cuerpos de ambos desangrandose cayeron haciendo eco con el suelo, un golpe en seco. El lugar estaba abandonado, no habia nadie mas que ellos, muriendo cada uno por su lado.

La habilidad con la que nacieron fue la misma que acabo con su vida, tal vez eran un reflejo del otro, un alterno o tan solo uno amaba demasiado y el otro estaba obsecionado con morir a manos de su igual.

Probablemente ambos eran unos tontos, pero tenian sus razones, o eso es lo que querian creer.

De pronto la puerta se abrio y los pasos tan sonoros de dos almas desesperadas en busca de alguien llamaron la atencion.

–¡Odasaku, donde estas! / ¡Oda-san!

El hombre sonrio, sus parpados estaban volviéndose pesadosy aun asi no se permitio descansar hasta verlos.

Su dos ultimos niños que permanecian con vida, sus amigos.

–¡ODASAKU!

Dazai fue quien grito y se rompio, pero Atsushi pese a no realizar sonido alguno llego a su lado mas rapido, el menor estaba desesperado y el castaño no parada de gritarle a su amigo que no lo abandonara.

Holaaa sigo con vida, se que esta corto, en el proximo capitulo explicare mucho mas a detalle, waa al fin llegamos a esta parte, díganme que tal les va pareciendo esta historia y si les gusto el capitulo de hoy.

Actualizo después de un buen tiempo, una disculpa, ojalá y hayan disfrutado de este corto capitulo, nos vemos en la proxima actualización, MUACK <3

❣︎ℂ𝕦𝕒𝕟𝕕𝕠 𝕞𝕖 𝕣𝕖𝕔𝕦𝕖𝕣𝕕𝕖𝕤❣︎ Where stories live. Discover now